•clairvoyant• | albus s. potter

Capitulo 5: Café helado

Ella

Genial.

La he cagado ya el primer día en esta casa.

Seguí al señor Potter en silencio mientras me conducía a la que yo creo era su oficina. Nos detenemos en una puerta a unos metros del salón principal, la cual abre para que pase primero.

—¿Quieres una cerveza de mantequilla?— me pregunta tomando asiento frente a su escritorio.

Lo imito del lado contrario.

—¿Una qué?— digo con una ligera mueca de asco.

El ríe ante mi reacción, lo cual hace que me calme.

Por lo visto no será una reprimenda.

—Creo que dejaré que la pruebes hasta tu primer salida en Hogsmeade— dice dándome una sonrisa.

—La abuela decía que odiaba las salidas a Hogsmeade, porque el abuelo Sirius la perseguía para besuquearse— comentó divertida— Lamentó haber mencionado a los mortífagos en la cena, pensé que sus hijos lo sabían.

—No te preocupes, no es que no queremos que se enteren. Simplemente no sabíamos si te sentías cómoda con que les contaremos todo de ti— dice dándome una mirada comprensiva, asiento agradecida— Has pasado por muchas cosas a pesar de tu corta edad, Ella.

—No fueron gran cosa— dije haciendo una mueca.

—Perder a tus padres y a tu abuela lo es— dice un poco pensativo— Yo nunca supe lo que era tener una figura adulta como guardián, no lo supe hasta que conocí a tu abuelo Sirius.

—Era tu padrino ¿cierto?—preguntó curiosa.

A la abuela no le gustaba hablar mucho de él, más que nada porque cuando lo hacía parecía que sufría. Y papá por eso nunca la presionó sobre ello.

—Sí, me dolió mucho su muerte. Por eso quiero que sepas que te comprendo— dice mirándome con seriedad— Se lo que es perder a los que amas y también sé perfectamente lo molesto que es tener magos tenebrosos al acecho.

—Lo dice por el Lord Desnarizado— digo sin filtro alguno.

Él me mira perplejo antes de soltar una carcajada.

—Pues... si. A lo que iba es que si necesitas alguien con quien hablar quiero que sepas que puedes confiar en mí. Así como tu abuelo fue una familia para mi, espero ser una para ti— me dice con una mirada triste.

Me pongo un poco tímida.

Ugh, ahora me siento mal por haber planeado bromas para los Potter en el camino.

—Gracias... lo aprecio— me limito a contestar— ¿Han sabido algo de Lestrange?

—Me temo que no— dice el señor Harry formando una mueca—Pareciera que se lo trago la tierra.

—Un dragón se lo debería de tragar— digo con amargura— He tenido visiones sobre la chica Riddle. La veo en su celda en Azkaban, tan tranquila y quieta como un muerto.

—Delphini no ha hablado desde su captura— dice el brujo pensativo— Ha estado tan callada que no me da buena espina, pareciera como si...

—Supiera que hay gente afuera apoyándola— digo chasqueando la lengua— No entiendo lo que esperan de mis poderes los mortífagos, no es como si pudiera predecir lo que quiero.

—Yo tampoco lo entiendo, pero no vamos a bajar la guardia. Estás aquí para estar segura y así será. Como te podrás haber dado cuenta, la casa está protegida con un encantamiento Fidelio. Y si sales de la casa no será sola— me tranquiliza el.