•clairvoyant• | albus s. potter

Capitulo 26: Regreso a Hogwarts

Albus
03 de Enero de 2022, Expresso Hogwarts

—Oh por Merlín. Ya me tienen harta— gruñe Ella fulminando con la mirada la puerta del compartimiento.

Formó una mueca.

» ¡Largo de aquí! ¿Quieren ser los nuevos pandas?

—Ignóralos, Ella— le pide Scorpius con desgano— Es inútil.

—Y una mierda. ¿Por qué carajos los creen cómplices? ¡Esa jodida loca intento matarlos!— exclama ella con indignación.

Sus mejillas están rojas.

Orión a su lado ladea la cabeza confundido.

» Voy a golpear a todos los imbéciles que atrevan a acusarlos de algo falso.

—El año pasado casi mandamos al carajo nuestro mundo ayudándola inconscientemente, es normal que piensen que tuvimos que ver con su escape de Azkaban— respondo con voz neutra.

Ambos me ven de inmediato con sorpresa, ya que no he estado muy comunicativo.

Incluso Orion amplió sus enormes ojos al oír mi voz.

¿Pero con que ánimos podría?

Delphini Riddle a escapado de Azkaban. Mi familia está en peligro. Mis amigos están en peligro. Yo estoy en peligro.

Tengo miedo.

—Eso es estúpido— refunfuña la Black, se mantiene unos segundos analizándome— ¿Estás bien, ojos bonitos?

—No— me limito a contestarle antes de volver a ver la ventana.

Recargo mi frente ligeramente en el cristal. 

Por el rabillo del ojo noto que Orión baja del asiento de los primos y se acerca a mi hasta estar sentando en mi regazo. Mueve su cabeza en mi costilla. Lo acaricio agradecido por su preocupación.

—La seguridad en Hogwarts aumentará. Estaremos bien— me intenta tranquilizar el rubio.

Pero con su tono y por mi vista de reojo se perfectamente que no se cree sus palabras.

Es normal. Él también teme.

—Así es. Los aurores están trabajando a máxima velocidad. Tu padre lo está controlando, Sev— me alienta Ella.

Su ceño se frunce nuevamente viendo la ventanilla de la puerta.

» Voy a asesinar a alguien hoy. ¡Largo mocosos!

Esta vez Scorpius no intenta tranquilizarla. Ambos soltamos un suspiro con pesadez.

Nuestra amiga nos mira con preocupación, pero trata de relajar el ambiente.

» Eh. Hmmm. ¿Quieren dulces? Puedo ir a buscar un poco.

—Como quieras— le digo indiferente.

Trato de no relamer mis labios cuando reparo en que se muerde el labio inferior.

Ja.

Ni deprimido puedo dejar de caer en sus encantos.

—¿Regaliz y empanadas?— susurra amable, ambos asentimos— Vuelvo en un momento... Siéntanse libres de lanzar maleficios a los idiotas. Cuida a nuestro hijo, Albus.

—Anotado— bromea el Malfoy con una sonrisa algo tensa.

Pasa unos segundos en los que ninguno dice nada.

» La estamos preocupando.

—Lo sé— murmuró cabizbajo.

—¿Te ha dicho algo tu padre?— me cuestiona con cautela.