Te extraño...te amo

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Era temprano aun, Emilia fue a su habitación, cerro la puerta y se sentó apoyada en la puerta.

- "Como quisiera que estuvieras del otro lado para que me pudieras oír y aconsejarme..." - se quedo varios minutos en silencio hasta que decidió salir de la casa, fue a ver a Nella, cuando llego estaba en el jardín jugando con los pequeños, la madre de Nella apenas la vió la abrazó. 

- Me alegra saber que ya estás bien querida.

- ¡Emilia! - gritaron los niños corriendo hacia ella, tomo a la pequeña en brazos y le dio un beso en la mejilla.

-Nella dice que no puedes hablar...¿es cierto?.

Emilia asintió sonriendo para que la pobre no se preocupara.

-No estés triste - le decía acariciando su rostro - hablarás en el momento indicado y Joaquín estará muy feliz...

-Deja a Emilia en paz...no ves que quiere distraerse - dijo el pequeño a su hermana regañándola.

-Vamos niños -dijo la madre de Nella- es hora de ir a cenar y luego a dormir...¿te quedas querida?.

-¡Emilia!- Nella llego - que feliz estoy al verte aquí, no pensé que saldrías, ven vamos al jardín, Wilson está aquí, se caerá de espaldas cuando te vea, llegó anoche de su viaje por China...dice que ya está preparado para lo que se viene. Bueno todos lo estamos, después de tu iniciación te emocionará asistir a las de nuevos hechiceros, pero no hablemos de esto ahora, debes estar cansada de oír siempre lo mismo.

Emilia se detuvo y abrazo a su mejor amiga, Nella la conocía tan bien, sabía perfectamente que necesitaba distraerse de todo.

Wilson que también estaba ahí apenas la vio la abrazó, Emilia no pudo evitar las lágrimas ¡como extrañaba a sus amigos!.

Fueron a la orilla del pequeño lago de la propiedad, se sentaron bajo la copa de un enorme árbol mirando el agua.

-Emilia ¿quieres saber mi nuevo nombre? - El pequeño estaba muy entusiasmado y Emilia miro a Nella algo desconcertada.

-Hace un par de semanas apareció el padre de los niños...nos contó que el se había ido a trabajar afuera para darle un mejor bienestar a su familia, se dedicó al comercio y ahora es un empresario de renombre, cuando empezó a ganar dinero, fue a buscar a su familia pero no la encontró, supo que se habían ido a vivir a otra ciudad, no dejo de buscarlos hasta que supo que la madre de ellos se había casado con otro hombre...ella lo dio por muerto para poder casarse, un día el la encontró en una tienda y le exigió el cuidado de sus hijos, ella le dijo que estaban muertos, ¡imagínate el dolor del pobre!.

Pasó el tiempo y hace unos meses la policía llegó a su oficina diciéndole que sus hijos estaban al cuidado de nosotros, cuando vino por ellos los niños no daban más de alegría y nosotros con algo de tristeza, mi madre le explicó de los dones de los niños, nosotros pensamos que el nos trataría de locos y se iría con ellos sin volver.

El pidió quedarse con los niños un momento, los dejamos a solas y después de un par de horas, nos dijo que siempre supo lo especial que eran los pequeños, habló con ellos y ellos le dijeron que quieren pertenecer a nuestro mundo y nos pidió que nos hiciéramos cargo de ellos.

-Sólo les pido que me dejen estar con ellos, yo sustentaré los gastos y todo lo que implica además quiero cambiarle el nombre a los pequeños...quiero que su vida empiece de cero, ustedes pueden escoger.

-Andrew estaba con nosotros - continuó Nella - se acercó a la pequeña y la tomó en brazos, estaba muy sensible por todo lo que había pasado esa tarde...

 EMILIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora