Serás feliz...

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-¿Sientes mareos? - Emilia movió la cabeza negando - está bien...ahora quiero que me contestes con sinceridad...-le dijo el medico mientras la auscultaba en busca de algún hematoma o algo que le hubiera provocado la caída - ¿Qué tipo de drogas o estupefacientes consumes? - ella lo miró paciente - debo saberlo para saber que tipo de medicamento debo recetar para los dolores musculares...esa caída no fue sobre una colchón de plumas. 
-¡Pero Cristopher! - le contesto Joaquin molesto - ¡eso no tiene nada que ver con...!
-Esta bien - dijo Emilia calmada - no me molesta la pregunta del doctor...
-Esto es confidencial...y no te estoy reprochando - le dijo Cristopher sonriendo de manera cordial.

-Estuve unos años tomando antidepresivos y ansiolíticos pero luego los deje, me hacían pésimo y además no era lo que necesitaba...después de eso probé algunas drogas fuertes...no recuerdo los nombres ya que han sido muchas pero las deje apenas me di cuenta de que tampoco me servían...
-¿Servían para que?...- pregunto Cristopher.

-Para evadir o mas bien huir de la realidad...mi realidad supongo...y ahora solo consumo... - Emilia miro algo avergonzada a Joaquin pero si quería ser una buena aprendiz no debía mentirle a su guía - marihuana y alcohol...
-Bueno...- dijo el doctor - en ese caso te recomiendo usar estos parches musculares, son muy efectivos y no sentirás el dolor.
-Enviare a alguien a comprar mas - dijo Joaquin.

Cristopher se despidió y dejando solos a Emilia que me miraba a la nada y a Joaquin que no sabia que decirle, ella siempre lo hacia sentir torpe.
-El almuerzo esta servido - interrumpió Elena - pasen al comedor...
Emilia se puso de pie y salió rumbo al comedor sin siquiera mirar a Joaquin...

Emilia tenia el estomago revuelto y ver los platos sobre la mesa realmente no ayudaban a reponerse de la resaca y la caída que tuvo le confirmaba que sin duda ese no era su día.
- ¿Está todo bien? - le pregunto Elena sacándola de sus pensamientos.
-¿Que? - respondió distraída.
-¿No quieres comer pequeña? - Elena la miraba preocupada. 
-No..es que...no tengo apetito...
-Deberías comer algo...el paseo que darán será agotador...
-¿Que paseo? - preguntó Joaquin mirándola extrañado.
- Pues a conocer los jardines ¿a que más? ¡ay joven que olvidadizo estás!, de seguro no te alimentas bien allá en la ciudad, no debiste mudarte allí.
-Elena... - decía Joaquin rojo como un tomate, en realidad se veía muy tierno, ese rostro de empresario multimillonario serio y misterioso desaparecía por completo frente a aquella mujer.
-Y Andrew...también debería volver...ahora anda de amoríos y se olvido de mi, ya ni viene siquiera a saludar.
-Elena...
-Ojala esa chica lo llene de amor tanto como lo hizo Michelle, era era un ángel en la tierra y...
-¡Elena! - grito Joaquin, ella se quedo callada pero no pareció ofenderse, mas bien parecía disfrutarlo.
-¿Es bonito el jardín? - pregunto Emilia a Joaquin.

-Es precioso y enorme, te encantará pasear por ahí y tal vez les de el tiempo para ir al Bosque de las Varas...- contesto Elena muy entusiasmada en vez de Joaquin.
- ¿Bosque de las varas?.
- Es un bosque contiguo a los jardines, todo Wicca va allí - explico Joaquín antes que Elena abriera de nuevo la boca - tú también irás en su momento...

Después de comer Elena le entrego su ropa limpia, cuando estaba lista bajo y Joaquín la esperaba en la puerta, estaba hablando con las sirvientas, cuando la sintió llegar a su lado le pidió que lo acompañara.
Caminaron varios minutos, había una infinidad de jardines en uno solo, era impresionante ver como había de todo tipo de arboles y flores, pasaron por un camino de cerezos en flor, hacía el paisaje hermoso llegaron a un jardín de tulipanes y en medio había una enorme pileta de agua, seguramente era la misma que había visto desde el cuarto de Joaquin, al acercarse Emilia comenzo a marearse, la cabeza le daba vueltas.

-¡¿Emilia estas bien?! - Joaquin la sostuvo del brazo pero la molestia persistía, de pronto una imagen de la misma pileta pero en otro lugar apareció ante sus ojos, Emilia sentía una enorme nostalgia acompañada de tristeza, Joaquin mojo su pañuelo y me lo froto en cuello, era como si supiera que aquello me calmaba por completo.
-Si quieres volvamos a casa...
-No... - respondió - ya estoy bien...
Llegaron al final del ultimo jardín que limitaba con el bosque.
- Este es el bosque? - pregunto Emilia.
- Si, respondió Joaquin - ¿quieres entrar?
- ¡Claro que si!.
Después de varios minutos llegaron a un claro, había una enorme roca al centro y mas allá se sentía un riachuelo, se sentaron a la sombra de un árbol, el silencio que había entre ambos no era incomodo, más bien era perfecto.

- ¿Recuerdas cuando se manifestó tu don? - pregunto Joaquin para romper el silencio y saber mas de ella.

-Recuerdo algo...era muy pequeña...son recuerdos muy vagos, lo único que recuerdo con certeza es el momento en que logré que dejaran de hablarme, a veces pienso que no fue la mejor decisión, me lo reprocho hasta el día de hoy, tal vez es por eso que tengo esta vida...las voces dejaron de hablarme cuando comencé a beber...pero...

-¿Que ocurrió?

-Hace unas semanas volvieron a hablar...Edgardo me dijo que mi otra parte las despertó porque me esta buscando...

-¿Y que piensas de que esa otra parte te busca? ¿y si te encuentra?

-No lo se...seguramente mi otra parte tiene un don y por eso me busca...¿pero si no soy lo que esperaba? no quiero que alguien sufra por mi, por mis errores...por eso siempre estoy sola...el amor no esta hecho para mi...

Joaquin se arrodillo frente a ella quedando sus rostros a la misma altura y muy cerca uno del otro, tomo su rostro entre sus manos y se miraron fijamente. 

-Serás muy feliz...y yo me encargare de que aquello ocurra...

 EMILIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora