Emilia soño que estaba sentada en las rocas a la orilla del mar, estaba intranquila y algo nerviosa, tenía el presentimiento de que algo no iba a salir bien, tenía dudas acerca de su lucha contra Mariana.
"NO TENGAS DUDAS...YA SABES A LO QUE TE ENFRENTAS"
- Pero tengo miedo - repetía una y otra vez a las voces esperando que comprendieran como se sentía.
"TIENES MIEDO...Y EL MIEDO NO ESTA PERMITIDO EN LA BATALLA..."
- No quiero que más gente salga dañada...no quiero herir a nadie...
"ERES UNA GUERRERA...Y COMO GUERRERA EN EL MOMENTO DE LA BATALLA SALDRA TU INSTINTO ASESINO..."
Comenzó a llorar amargamente, no quería convertirse en asesina...pero todo indicaba que así sería en el momento de la batalla contra Mariana, no había otra opción más que la muerte.
Comenzó a caminar por la orilla de la playa...podía sentir la arena y el agua en sus pies descalzos.
"ERES UNA GUERRERA...Y LA MUERTE ES LA UNICA SALIDA..."
- ¡¡No soy una asesina!! ¡mi don no es la destrucción! - gritaba hacia el mar y lloraba de impotencia... de entre las olas emergía IEMANJA con su largo pelo negro y su vestido blanco, se acercó a Emilia y sonrió.
-Seca tus lágrimas...esta escrito lo que sucederá contigo...pero tu eres finalmente la dueña de tu historia y alégrate porque el gran día está muy cerca.
-¿El gran día?- dijo confundida.
-Si, el Octavo Círculo se completará y todo gracias a ti.
- ¿Seguirás siendo mi guardiana?.
- Siempre...- dijo sonriendo - sólo una cosa más...no dejes ir a tu otra parte...
-¿Como es eso? No te entiendo.
-Lo entenderás en su minuto.
-Siempre que las voces me hablan de mi otra parte ¿ pero como sabré quien es?-Mira su hombro izquierdo cuando experimenten la magia del sexo.
-¿La magia del sexo? explícame.
Emilia despertó sobresaltada, estaba en la biblioteca de la casa tapada con una manta, Joaquín se había ido, estaba todo ordenado, me puso de pie para ir a su cuarto cuando de pronto todo le daba vueltas, se sentía sin energía llamaba a Joaquin pero era inútil, caminaba apoyada en la pared, le faltaba el aire, como pudo tomo varios libros y los arrojo contra la puerta, también tomo un enorme florero que había en la mesa, estaba sin energía, era la misma sensación que tuvo cuando Mássimo la atacó, termino cayendo al suelo y antes de cerrar los ojos vio a Joaquín llegando con Alex y Andrew.
Andrew y Joaquín se miraron mientras que Alex se acercó a Emilia, le hablaba pero no entendía nada, Andrew corrió hacia una esquina de la biblioteca y Joaquín a otra en el lado opuesto dijeron unas palabras extrañas y pusieron sus manos en el suelo.
-Tranquila Emilia...todo estará bien...todo estará bien...- le repetían.
Emilia apenas asentía, se iba desvaneciendo y tenía miedo de volver a aquella oscuridad."SACA TU ESPÍRITU DE GUERRA..."
Alex sopló sobre su boca, Emilia sentía como la energía volvía hacia ella. Elevo su conciencia y pudo ver a Mássimo revolcarse en el suelo, le indico a Alex donde estaba el volteo y volvió a mirarla, elevó también la conciencia, tomó su daga y cortó el cordón de plata dejando sólo un par de hilos entrelazados, Mássimo miro con terror a Alex y después desapareció.
- ¿Estas bien? - preguntó Joaquín minutos después de que pasó todo, Emilia asintió y tomo su mano.
- Traeré agua...
- Te acompaño - dijo Andrew - saliendo tras él.
Alex daba vueltas de un lado a otro, Emilia no sabía como hacerle entender que ya estaba bien así que tome una hoja y un lápiz, escribió algo que sabía haría cambiar su humor, pero sobre todo la sacaría de la enorme duda que tenía.
Alex apenas la leyó comenzó a reír como loco luego su semblante comenzó a cambiar cuando vio a su hermana muy seria.- Yo no debería hablarte de estas cosas! mejor pregúntale a Joaquín.
-¿Preguntarme que? - dijo Joaquín entrando al cuarto con una bandeja en las manos
Emilia se puso de mil colores, la cara le ardía y sentía odiar a Alex por sobre todas las cosas.-Mejor me voy con Andrew - dijo y sin mas salió.
Joaquín miró el papel y se sentó al lady de Emilia.
- La magia del sexo se experimenta cuando estás con tu otra parte...es poner todos tus sentidos en el acto y en completa sincronía ver, tocar, oler, hablar, cuando los cinco sentidos se alinean con las de tu pareja se llega al orgasmo más increíble que puedas sentir en tu vida...pero la magia del sexo no se planifica, esta se manifiesta.
Emilia pregunto con la mirada si él la había experimentado.
-No, no lo he experimentado - dijo mirando a la nada, tal vez recordando a las mujeres con las que ha estado, Emilia se sentía celosa pero no podía reclamarle nada a Joaquin ya que tanto el como yo ella tenían su historia.
Tomo su mano y le sonrió haciéndole entender que todo estaba bien, Joaquin asintió y siguió hablando.
- Cuando supe que existía esta magia quería experimentarla en ese tiempo estaba con Mariana pero la relacion ya era muy distante, incluso pensé en buscar una chica y llevarla a la cama pero yo no soy así...pese a todo soy muy leal en el amor pues me guardo a experimentar esa magia con...- Emilia se vio reflejada en sus ojos, Joaquin le sonrió tiernamente y no pudo evitar sentirse feliz...Emilia se acerco y beso sus labios, Joaquin correspondió de inmediato, comenzo a acariciar su espalda por debajo de la ropa, acariciaba su cabello y su boca paso desde sus labios hasta su oreja mordisqueándola levemente haciendo que un pequeño gemido saliera de su boca de Joaquin.
El la tomo de la cintura y la puso frente a el mirándose de frente, volvió a besaba a Emilia bajando por su cuello mientras que sus manos subían por su espalda y volvían a bajar, de pronto se detuvo.
Para que nadie los viera con un movimiento de mi mano, Emilia hizo que la puerta de la biblioteca se cerrara, Joaquin sonrió y la siguió besando.
- Joven Joaquin, necesitamos de su ayuda...llego el servicio de banqueteria y quieren habla con usted. - interrumpió Elena
-Estoy ocupado Elena...hazte cargo ¿quieres?...
-Lo siento pero dicen que es acerca de los cheques....quieren que les pague en efectivo...
Joaquin dio un suspiro y miro a Emilia con algo de decepción, ella abrió la boca para decirle que todo estaba bien, pero no salió ningún sonido...solo lagrimas, quería hablar y no podía.
-Tranquila...todo estará bien, no quiero verte llorar - le decía Joaquin una y otra vez mientras la abrazaba, pero el no podía entender la tristeza.