Emilia corría hacia ellos pero un sujeto se puso ante ella, golpeó su cara y cayo al suelo, tomo una piedra se abalanzó sobre el lo golpeo con ella en la cabeza, en el forcejeo la herida se abrió mas pero eso no le importaba, como pudo se puso de pié y corrio a ayudar a Joaquín no soltaba su daga y con la otra mano cubría la herida, perdía sangre a cada paso que daba pero tenía que salvarlo antes que Mariana terminara con su vida.
-¿Donde crees que vas? - alguien sujetó su brazo.
-¡Suéltame!...- Emilia ya no tenia tanta fuerza.
- ¡Massimo mátala! - gritó Sara.
Emilia miro a Massimo a los ojos tenia los mismos ojos siniestros que Mariana, la sujetaba fuerte y la acerco hacia él.
- Antes de acabar contigo quiero saber a que saben esos labios - tomó de su barbilla, acercaba sus labios a los de ella...Emilia no quería que la besara, pero estaba paralizada.
"Joaquín...no quiero que me bese...sálvame por favor"Las lágrimas comenzaron a caer sobre sus mejillas. Mássimo posó sus labios en los de Emilia, apenas los sintió lo mordió tan fuerte como la vez que lo hizo al tipo ebrio.
-¡Maldita! - la golpeó en el rostro y se arrastré unos metros - esta te costará.
Emilia trato de incorporarse cuando Mássimo puso las palmas de las manos en el suelo en dirección hacia ella, eran descargas eléctricas que brotaban desde el suelo y traspasaba su cuerpo por completo, se retorcía del dolor.
- Pídeme piedad.
-Nunca...- el dolor era insoportable - prefiero la tortura o la muerte antes que pedirte clemencia.
Massimo torció su boca en un sonrisa siniestra y sus ojos tomaron un brillo extraño.
-Si eso deseas...eso tendrás.
Levantó y arrastró a Emilia, las descargas eléctricas cada vez eran más fuertes, tenía el cuerpo ya entumecido, cuando las descargas terminaron no alcanzo a reaccionar cuando puso la palma de su mano en su rostro y un hormigueo doloroso recorría desde la cabeza hasta los pies, Mássimo golpeó su estómago quitándole el aire pero no sentía dolor, cayo al suelo y empezó a patear mi espalda y mis costillas, sentía cada golpe aunque su cuerpo estaba adormecido, acercó nuevamente sus labios a los de Emilia pero no la besó...sentía como Massimo absorbía la poca energía que le quedaba, lo último que pudo oír fué el grito de su padre:
-¡¡Suelta a mi hija bastardo infeliz!!.
El cuerpo de Emilia cayo al suelo pero no podía moverse, estaba paralizada sólo veía las estrellas y las hojas de algunos árboles moverse con el viento, oía todo lo que pasaba...
- Claro que la dejaré en paz - escucho que Mássimo respondió, luego golpeó su cabeza con su vara y todo fue silencio y oscuridad...
Joaquin se sentía impotente, no podía defender a Emilia, y estar paralizado por Mariana lo ponía furioso.
-Ella nunca será para ti, entiéndelo
-Ese no es tu problema - las energías abandonaban su cuerpo.
Los ojos de Mariana se entristecieron, lentamente fue sacando su mano encima de el.
-Yo te amaba - confeso en un susurro.
-Te amé Mariana...pero tu maldad fue más grande, ahora sólo siento odio y desprecio hacia ti - sus ojos volvieron a irradiar odio, luego Mariana miro sobre su hombro y sonrió.
-Ojalá sobreviva...¡vámonos Mássimo! - llamó a los brujos oscuros y estos desaparecieron y junto con ellos Mariana y Mássimo se perdieron en medio de la oscuridad. Joaquin se puso de pie recuperando energías y al voltear vio la escena más terrible y dolorosa que su alma pudiera soportar, Emilia estaba boca arriba herida e inconsciente, corrió hacia donde estaban pero Max llegó antes y la tomó en sus brazos, se reunieron con el.
- Está helada - Max la sacudía pero no reaccionaba.
-¡Emilia! Abre los ojos por favor!...¡soy yo, Joaquin, tu Joaquín!- su cuerpo estaba inerte, Max se arrodilló - ¡por favor reacciona, abre los ojos! ¡no te mueras!...- Joaquin miraba a todos a su alrededor buscando o mas bien suplicando ayuda.
- Andrew tiene su brazo inmóvil, la herida es muy profunda - dijo Amy adivinando lo que quería Joaquin.
- Hay que llevarla rápido a la clínica - dijo Max.
- ¡Vamos rápido o si no se nos muere! - Amy sacudió a Joaquin - reacciona Joaquín, hay que actuar.
Corrieron a la entrada del bosque, subieron al auto, Max subió con ella en la parte trasera y Joaquin conducía lo mas rápido que podía.
- Preciosa aguanta por favor...
Llamaron a Cristopher, el medico jefe, le pidieron que fuera a la clínica de Edgardo que era urgente.
- Emilia se muere...
- Iré de inmediato - contestó y colgó el teléfono.
- La herida del costado no deja de sangrar.
- Trata de para la hemorragia Máx - Joaquin le entrego un sweater que había en el asiento del copiloto, miro por el retrovisor, Max acariciaba el rostro de Emilia y pese a todo Joaquin no podía evitar ponerse celoso, como era posible, el no debía haber llegado.
Sacudió la cabeza y se concentro en el camino, no era momento de celos estúpidos...