28. Amigos.

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A la mañana siguiente Mew se despertó temprano para preparar el desayuno y asear un poco, se sentía como una ama de casa, cuando todo estuvo listo fue a despertar a su esposo que dormía plácidamente en su habitación.

- Gulf, despierta. - susurró en su oído, se sentó en el borde de la cama mientras lo contemplaba durmiendo, su rostro se veía pálido y habían ojeras debajo de sus ojos, se preguntaba como había sido tan descuidado, tenía que arreglar eso.

- Mmmmm. - un gemido escapó de Gulf cuando se acercó a su mejilla, con un beso pretendía despertarlo pero su esposo seguía dormido.

- El desayuno esta listo y debemos ir a ver al médico. - le recordó cuando se movió un poco.

- Quiero dormir más. - su esposo hizo un puchero y se acomodó debajo de la sábana.

- Amor... - al decir esa sola palabra Gulf abrió los ojos y aparentemente recordó lo de la noche anterior.

Mew era realmente feliz, haberlo encontrado y ahora estar solucionando su relación, quería más, quería besarlo, tocarlo, poseerlo, pero debía ir despacio esta vez.

- ¿Que haces? - Gulf preguntó sorprendido.

- Te preparé el desayuno y después debemos ir al doctor a que te revise.

- No quiero ir. - su esposo hizo un hermoso puchero que podía hacerlo caer de rodillas, pero no cedería cuando se trataba de su salud.

- Ayer me prometiste que irías. -

- No recuerdo haber hecho esa promesa. - dijo Gulf levantando la barbilla en gesto rebelde.

- Kana cuando se trata de tu salud no juego, irás y fin de la discusión. Ahora ve a ducharte y a desayunar después. - fue muy serio al decir eso, tenía que hacerle entender.

Gulf se levantó y fue a la ducha, mientras el volvía al comedor, cuando su esposo salió del baño estaba sobando su estómago.

- ¿Volviste a vomitar? - preguntó preocupado al ver su expresión.

- Un poco. - dijo Gulf después de un suspiro.

Después del desayuno fueron al hospital, le hicieron pruebas a Gulf, mientras esperaban en el consultorio de un doctor Mew seguía preocupado, Gulf aún se veía pálido y había tenido mareos varias veces, la verdad es que prefería a que su broma de la noche anterior fuera verdad y no algo grave, su corazón no podría resistirlo.

- Tengo los resultados. - un doctor muy apuesto entró interrumpiendo sus pensamientos. - No son malas noticias, pero hay ciertas indicaciones que debe seguir. -

- ¿Esta bien doctor? - preguntó Mew.

- Si, él esta bien, los vómitos son provocados por estrés y sus demás síntomas son debido a las ulceras que provocaron en el estómago, le haré una receta y debe seguir una dieta muy estricta. - Mew escuchaba atentamente al doctor, cuidaría muy bien a su esposo.

- Muchas gracias doctor... - no sabía su nombre, así que observó su gafete.

- Pruk Panich, pero pueden decirme Zee, estaré siguiendo su caso. Si los síntomas persisten deben volver inmediatamente. - la sonrisa del doctor era cálida y amigable. Mew pensó en un amigo que no veía desde hace mucho tiempo.

Saliendo del consultorio se llevó una sorpresa y es que este amigo en el que estaba pensando venía hacia ellos con su sonrisa deslumbrante, tal y como lo recordaba con algunos cambios, ahora se veía mucho más guapo.

- P'Zee si no vengo por ti no eres capaz de recordar que debes almorzar. - el chico de piel blanca le dijo al doctor con un gesto tierno. Tal y como recordaba esos lindos gestos.

Lo Aprendí de Ti 💔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora