35. La Promesa.

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Gulf estaba curiosamente tranquilo a pesar de que era consciente que a partir de este momento uniría su vida para siempre a otra persona. Nunca había estado más consciente de ello hasta este momento. Vestido con un traje de boda y listo para caminar por el pasillo, salió y lo primero que escuchó fue el sonido de una canción que conocía muy bien acompañado de una voz que nunca se cansaría de escuchar.

Era la segunda vez que escuchaba a Mew cantar y mientras caminaba hacia el altar que estaba adornado con un arco de flores colgantes de color blanco y cortinas transparentes sus miradas quedaron prendadas la una de la otra, con cada paso que daba la voz de Mew y la letra de la canción que le dedicaba entraba por sus oídos y llegaba directamente a su corazón palpitante.

Si alguna vez llegó a tener la más minima duda del amor que tenía por su esposo, ahora estaba seguro de lo mucho que lo amaba, en especial del amor que destellaban los ojos de Mew al verlo caminar hacia él mientras tocaba el piano y cantaba para él.

- Yo te prometo que yo
Seré quien cuide tus sueños
Y cuando tú estés despierto
El que te ayude a tenerlos - fueron sus palabrad iniciales, y las lágrimas amenazaban con empañar su vista.

- Yo te prometo que yo
Jamas te haré una promesa
Que no pretenda cumplir
Jamas me iré a la francesa
Yo te prometo una luna desnuda
Que sea testigo de nuestra locura... - justo en ese momento llegó a su lado en el escenario y se sentó a su lado en el banco frente al piano, escuchó el resto de la canción y cuando terminó con la frase: - Yo te prometo contigo... Envejecer. - Su corazón no pudo más y besó al hombre a su lado, al hombre que sin miedo a nada transformo una bella canción para hacerle promesas de amor que estaba seguro dedicaría su vida a cumplir.

Con el aplauso de los presentes Mew se puso de pie después de separarse de sus labios con una mano sobre la suya y la otra con el micrófono cada uno dijo con confianza sus votos, aunque después de la canción de Mew no había nada mas que decir, pero aún así...

- Gulf se que nuestro comienzo no fue tradicional, se que hubieron momentos en que te hice querer salir corriendo, en que yo quería salir salir corriendo, se que nuestro amor tuvo que pasar por varios obstáculos, pero aquí frente a las personas más importantes de mi vida te prometo que dedicaré mi vida a hacerte sonreír, tu eres mi vida, tu eres mi todo, te amo ¿aceptarías ser mi esposo? - esta era la primera vez que Mew le hacía una propuesta, sus ojos no podían contener los sentimientos que su corazón anhelaba mostrar.

Cuando fue su turno para hablar: - Mew cuando te vi por primera vez en ese bar, fueron tus ojos lo que me llamó la atencion, nunca había visto a alguien tan sexi y guapo con una mirada tan triste, asi que me acerqué a ti, quería conocerte y mira como resultó. Te has convertido en mi sol, en mi vida, no imagino una vida sin ti y se que pasarás el resto de nuestras vidas amándome como te amo a ti. Si, acepto ser tu esposo ¿piensas que te dejaría ir después del trabajo que me tomó tenerte? - al escuchar esto Mew sonrió y sacó los anillos de su bolsillo, puso uno en dedo anular de Gulf, dejando que Gulf tomara el otro y lo pusiera en su dedo.

Sus amigos y familia aplaudieron y comenzaron a gritar: - ¡beso! ¡beso! - Mew lo tomó por la cintura y lo besó, Gulf le dio la bienvenida a los brazos y labios de Mew sabiendo que en ningún otro lado querría estar como estaba aquí mismo, en su hogar.

La fiesta estaba en su apogeo celebrando a la recién pareja, Gulf quería que terminara pronto para poder desaparecer con su oficialmente esposo y perderse en él. Hace mucho que no lo sentía dentro de si mismo y anhelaba poder hacerlo esta noche.

Sus amigos intentaban tomarse fotos con él, pero una mano sobre su hombro atrajo su atención. - Disculpen ¿puedo robarme a mi esposo? - Preguntó Mew a sus amigos.

- Ohhhh como si tuvieras que pedir permiso. - dijo uno de los amigos de Gulf.

- Entonces... - Mew lo tomó de la mano antes de terminar esa frase y fueron a una de las habitaciones, al entrar fue acorralado inmediatamente después de cerrar la puerta.

- No tienes idea de las ganas que tengo de quitarte ese traje. - le dijo su esposo en el oído.

- Podrías hacerlo, pero tienes que hacerte responsable de lo que pase después. - respondió Gulf.

- Si, puedo hacer eso. - Mew rozó sus labios con los suyos y la respiración de ambos se volvió errática.

- Quise decir cada palabra durante la canción y los votos. Te amo y te podría prometer todo el mundo, no hay nada que no pueda hacer por ti. - el cuerpo de Mew se sentía tan bien pegado al suyo, su calor y respiración estaban haciendo estragos en su cuerpo.

- También te amo. - fue todo lo que pudo decir debido a la avalancha de sensaciones y sentimientos de su cuerpo, mente y corazón.

Iban a prolongar el beso que se avecinaba, pero fueron interrumpidos por un golpe en la puerta. - Mew se que están ahí, es hora de salir o perderán el vuelo. - dijo su cuñado. Inoportuno.

Salieron de la habitacion tratando de verse lo mas presentables posible.

- Vayan a despedirse y... Les daría más tiempo, se como es eso, pero si no se dan prisa perderán su vuelo. - Por primera vez Korn no usaba el sarcasmo con ellos, él ya había pasado por una boda y seguramente conocía la necesidad de estar solo los reciencasados sin que nadie los moleste.

- Hermano... Gracias. - le dijo Mew a su hermano.

- Wow debes estar eufórico para que hables así. - y ahí estaba el habitual Korn de siempre. Estos dos hermanos quienes apenas se llevaban un par de años de diferencia eran tan unidos como dos hermanos podían ser. Suppasit y Suppakorn. Ambos hombres apuestos y de clase elegante, a quienes Gulf había llegado a admirar.

- Cuñado, gracias. - Fue el turno de Gulf de agradecer. No sabía porque, pero sentía la necesidad de agradecer a este hombre por algo.

- Ok vayan los dos o no habrá viaje para ustedes. -

Ambos fueron a despedirse de todos y tomaron su vuelo a algún lugar donde sólo serían ellos dos, luna de miel cortesía de ambos padres.

Estaban tan agotados que esta era la segunda vez que se subían a un avion y simplemente durmieron hasta llegar a su destino. Gulf recordaba la primera vez como recién casados en un avion mientras soñaba con esta nueva revelación, ahora era un hombre casado oficialmente, compartiría el resto de su vida con el hombre que conoció en un bar, el hombre cuyo corazón había robado desde el primer día en que lo vio.

Cuando llegaron al hotel en una isla cuyo nombre ni siquiera podían pronunciar, el cansancio fue reemplazado por el anhelo.

Aún con sus trajes de boda, debido a que Mew querías ser el quien lo desvistiera o eso había dicho. Ambos entraron a la habitación lujosa con una cama King size y un gran ventanal al otro lado de la habitación, donde se podía ver la luna reflejada en el mar.

Gulf se dirigió hacia allí a contemplar la vista y jamás se había sentido tan en paz hasta que sintió los brazos de Mew rodeando su torso. Su esposo tenía un brazo por encima de su hombro y el otro al rededor de su cintura, mientras besaba su camino por su cuello hasta su oreja.

Se dio la vuelta y abrazó al hombre que amaba, buscó sus labios con los suyos, le dio la bienvenida a la lengua invasora de Mew y un gemido escapo de su boca y justo cuando estaba por entregarse al hombre que amaba para que lo tomara y la luna fuera testigo de ello, Mew le dijo algo que lo dejo completamente desarmado.

- Hazme el amor. -

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Hola perdón por desaparecer varios días. Me fui a leer unos libros LGBT sobre un trio que me tiene enamorado y solo diré Wow me he enamorado de Julien, Priest y Robbie. ❤
En fin ya el próximo es el capítulo final de esta bella historia. Gracias por el apoyo y los comentarios. Esta historia fue particularmente la más difícil de las que he escrito y los finales me cuesta asumirlos, así que también por eso he andado perdida. Lo siento. Besos 😘

Lo Aprendí de Ti 💔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora