Capítulo Especial.

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Habían pasado dos semanas increíbles en su pequeña isla alejados de todos, Gulf sentía que había descubierto aún más cosas sobre su esposo, sentía que a pesar de llevar casi seis meses junto a él y con la perspectiva del "para siempre" habrían muchas otras cosas que descubriría en el camino.

Se encontraba en la cocina preparando el desayuno o al menos intentádolo, quería hacer algo especial para Mew, este fin de semana sería el último en este lugar y quería guardar tantos recuerdos como pudiera.

- Buenos días. - saludó su esposo desde el arco que separaba la cocina de la sala.

- Buenos días. - respondió Gulf acercándose para darle el más suave de los besos, o eso creía él, cuando Mew lo tomó de la cintura y lo atrajo hacia él para intensificar el beso.

- Te hice el desayuno. - logró decir con las pocas palabras que pudo reunir al separarse de su boca. Mew levantó una ceja al ver en dirección a los platillos que se servían en la isla de la cocina.

- Bueno, quería sorprenderte. - Gulf sintió el sonrojo en sus mejillas esta vez.

- Y lo hiciste. - Mew se acercó a la comida y probó el primer bocado, al observar su rostro, pudo exalar un suspiro al notar que esta vez no arrugaba su expresión como otras veces.

- Esta delicioso, deja de fruncir el ceño. - su esposo lo acercó al tomarlo de la mano y lo besó.

Comieron en un pacifico silencio, esta era su parte favorita de las mañanas. Donde se sentaban a desayunar y sus miradas se conectaban, donde eran solo ellos dos, no necesitaban hablar, solo sus miradas bastaban y sabía que esa conexión que los había unido al principio no desaparecía, solo se hacía mas fuerte.

Después de comer Mew se ofreció a lavar los platos, pero Gulf quería hacer esto por él también, así que fue al fregadero mientras Mew recogía los platos y los depositaba ahí, tomó la manguera del lavado y cuando su esposo de forma desprevenida depositaba un baso, Gulf accidentalmente lo roció con el agua. La expresión de indignación en el rostro de Mew era tanta que no pudo evitar burlarse.

Apretó sus labios lo más que pudo, cuando Mew se paso la mano por su cara quitando el agua, lo miró con molestia fingida y el solo pudo decir un débil "lo siento" antes de reír a carcajadas.

- Ohhh ¿esto es gracioso para ti? - preguntó Mew entre molesto y divertido. Gulf agitó la cabeza rápidamente negando, pero su risa lo traicionaba.

- Bien... Veamos... Será más divertido si... - amenazó Mew, lo que empezó con un accidente, continuó como una lucha con agua del fregadero, y termino con una sesión de besos y caricias desde la cocina hasta la sala.

Después de cinco años Gulf aún mantenía esos recuerdos frescos en su memoria, habían hecho muchos viajes después de ese, pero este viaje de luna de miel en particular lo atesoraba, fue un viaje de autodescubrimiento para ambos tanto individualmente como de pareja.

Hoy debía pasar por la oficina de Mew, habían quedado para una cita, ellos celebraban dos fechas de aniversario, la que sucedía dentro de unos meses, con su familia en su fecha de ceremonia oficial. Y la que celebraban ambos de forma privada, que fue el día en que se conocieron, cuando esta aventura llamada matrimonio había empezado en una locura de ebrios en Las Vegas.

Hoy era ese día. Lamentablemente Mew debía pasar por su oficina durante la mañana, fue llamado de emergencia y no eran ni las diez de la mañana cuando recibió un mensaje de texto:

Mew: SOS, te necesito aquí.

Gulf: ¿Por qué? ¿que pasa?

Mew: No preguntes, lo descubrirás al llegar.

Lo Aprendí de Ti 💔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora