Una semana escondiéndose, durante casi siete días no había podido descansar o dormir bien, los dolores de estómago y las nauseas eran lo peor, quería conciliar el sueño, pero cada vez que cerraba los ojos solo podía ver el rostro de su ahora ex-esposo, pensar que ya debería estar en brazos de otro hombre, el hombre que amaba realmente y con eso una nueva oleada de nauseas y retorcijones en el estómago.
Un día que presagiaba lluvia, como la noche anterior, ya casi las cuatro de la tarde cuando decidió salir a tomar aire, talvez así calmaba a su estómago. Gulf salió al balcón de la cabaña, cuando estaba escapando no supo a quien acudir y no había llamado a su madre debido a la vergüenza que pudo haberle hecho pasar, así que llamó a P'Mike y éste le prestó su lugar se descanso para esconderse por algún tiempo hasta que el escándalo pasara.
Estaba tan distraído por sus pensamientos que no escuchó que llamaban a la puerta ¿Quien sería? Nadie sabía de este lugar y para los demás debía estar vacío debido a que su único dueño no estaba aquí. Fue a la puerta y la sorpresa casi le causa un ataque al corazón, ahí estaba Mew, tan guapo como siempre. No era justo, él era un lío en este momento, con ojeras, despeinado, vestía únicamente pantalones cortos y una camiseta y su estómago estaba causando estragos en su interior.
Pero ahí estaba Mew con su sonrisa de ángel, su cabello bien peinado y su ropa pulcra como siempre. Lo odiaba y en ese pequeño lapso recordó que supuestamente debía haber escapado con su ex. Estaba soñando, se dijo y lo ignoró.
- Gulf abreme por favor. - su voz sonaba tan dulce y varonil como para estarlo soñando. Abrió la puerta dejando cerrada la mosquitera únicamente, esa era Mew, el real, su esposo.
- ¿Que haces aquí? ¿No deberías estar viviendo tu idilio con otra persona? - reunió todo el sarcasmo que pudo y la mueca en la cara de Mew le dijo que había funcionado.
- Gulf fue un malentendido, por favor habla conmigo. Llevo buscandote toda la semana. - la súplica en la voz de Mew casi lo hizo dudar.
- No te creo. - fue todo lo que podía decir para protegerse, sabía que si lo dejaba pasar aceptaría todo lo que le dijera y volvería a depender de él, ya no quería aferrarse a este amor unilateral, ya no quería perderse a si mismo en este hombre.
- Se que te decepcioné y herí, pero escuchame por favor. - esta vez la súplica sonaba más convincente.
- ¿Por qué debería? - preguntó con un suspiro.
- Porque te amo. - esa respuesta lo dejo atónito. No lo esperaba, pero aún así dudaba en creerlo, le había hecho mucho daño.
Abrió la puerta y la mirada de Mew se iluminó, pero no duró mucho porque él salió de la casa en dirección a la playa, Mew lo siguió.
- Kana. - escuchar su nombre de esa forma lo hizo detenerse.
- No tienes permitido llamarme así. - le dijo cuando se giró hacia él.
- Entonces te diré amor. Esposo. Cariño. Mi alma. Porque eso es lo que eres. - Mew lo decía viéndolo a los ojos y acercándose a él poco a poco, Gulf estaba clavado en su lugar, no se atrevía a moverse.
- Mew no puedes venir aquí y decirme todo eso, no después de lo que vi ese día. - dijo Gulf con lágrimas amenazando salir de sus ojos, estaba empezando a dolerle el estómago.
- Fue un malentendido, te lo juro. - explicó Mew.
- Te abrazó, te pidió escaparse juntos, te... Te besó. - el dolor en su pecho igualaba al de su estómago cuando decía y recordaba eso.
- Si, y después lo alejé de mi y lo rechacé, le dije que tu eras el amor de mi vida y no te iba a dejar. - Mew se acercó aún más a él. - Estoy aquí por ti ¿eso debería decirte algo no crees? - agregó después poniendo sus manos en sus hombros, el toque de sus manos envió un escalofrío por todo su cuerpo y la lluvia empezó a caer en ese mismo momento.
- Me lastimaste. - sollozó, y en ese momento Mew lo atrajo a sus brazos.
- Lo se y lo siento. - susurraba su esposo mientras lo abrazaba.
- Te odio. - le dijo mientras lo golpeaba con su puño por la espalda, la lluvia se llevaba sus lágrimas y el frío adormecia el dolor en su pecho y estómago.
- ¿Podemos ir adentro? Esta lloviendo y no quiero que te enfermes. - le dijo Mew instándolo a entrar a la casa.
***
Ya dentro de la casa Mew buscaba unas toallas para secar el cabello de su esposo, sabía que el "te odio" de hace un momento no era real, el ver el rostro de Gulf cubierto de lágrimas le hizo pensar que jamás volvería a hacerlo sufrir de esta manera, no quería verlo llorar nuevamente, le partía el corazón verlo así.Gulf seguía con la cabeza baja, mirando al suelo mientras lo secaba, la cabaña era acogedora, una sola habitación lo cual le resultaba conveniente, ya que lo extrañaba demasiado y quería abrazarlo toda la noche para borrar todo lo que habían pasado la última semana. Pero sus ilusiones se fueron a la basura cuando Gulf dijo:
- Iré a darme una ducha, puedes usar el baño de huéspedes, y te traeré un cobertor y una almohada para que duermas aquí. - dijo señalando el baño al final de pasillo y luego el sofá en la sala.
- Pero... - la sorpresa seguramente se reflejaba en su rostro porque después su esposo le dijo:
- Aun no te he perdonado, así que no esperes dormir conmigo en la misma cama, por mi dormirías afuera. -
Después de eso Gulf se giró y fue a la habitación, en el baño de huéspedes habían toallas y cuando terminó de ducharse, había una pijama, cobertor y almohada en el sofá, el había traído una maleta con todo lo necesario, pero ver que su esposo se preocupaba por esos detalles calentó su corazón.
Otra noche sin poder dormir para ambos, Mew escuchaba el ruido de la sabana cada vez que Gulf se movía, estaba tan pendiente de sus movimientos que supo incluso cuando se levantó de la cama y fue al baño, lo que lo preocupó es que no salió de ahí en poco tiempo, se acercó a la puerta y los sonidos de arcadas lo preocuparon aún más.
- Gulf ¿Estás bien? - preguntó tocando la puerta.
Cuando su esposo salió del baño estaba pálido y pudo notar sus visibles ojeras que no había notado antes.
- Estoy bien, vuelve a dormir. - dijo Gulf sobando se estomago, pero de repente tuvo otra arcada y corrió al baño dejando la puerta abierta esta vez, Mew corrió a ayudarlo y se arrodilló a su lado en el váter, sus vómitos lo asustaron.
- ¿Que ocurre? - preguntó esta vez mas preocupado, mientras limpiaba su rostro con una toalla húmeda.
- Estoy embarazado. - soltó de repente Gulf. Eso lo dejó en blanco completamente.
De repente. - Jajajajajaja no puedo creer que cayeras en eso ¡soy un hombre idiota! - la risa de Gulf lo sacó de su estupor. Su cara debe haber reflejado algún tipo se terror porque la diversión en la expresión de Gulf no paraba.
- No es gracioso. - dijo resentido. - Este vómito no es normal, mañana vamos a ver a un doctor. - agregó más serio.
- Debiste ver tu cara. - sonrió Gulf saliendo del baño. - Esta bien, no es nada. - agregó después cuando Mew aún lo miraba serio.
- No esta bien, irás conmigo a ver al doctor, puedo aceptar el castigo que quieras imponerme, pero tu salud es muy importante para mi, eso no es opción, irás y punto. - buscó agua en la mesita de noche para dale de tomar antes de acostarlo y arroparlo de forma inconsciente. No podía dejar que jugara con su salud.
- Bien, iremos mañana ¿ya puedo dormir Daddy Suppasit? - eso último lo dejó mas excitado que aturdido, por un momento casi olvida de que estaban hablando.
- Mas tarde haré que uses esa frase, pero no trates de distraerme ahora de lo que es importante. Duerme. - le dio un tierno beso en la frente antes de marcharse, no quería dejarlo solo, pero sabía que la distancia entre ellos ahora era lo mas saludable.
Se fue a dormir pensando que era una dicha haberlo al fin encontrado y dar este paso en su relación, podía al fin dormir tranquilo y mañana sería un día totalmente nuevo para ambos y su recién descubierta relación. Si debía volver a empezar, lo haría, buscaría la manera de recuperar a su esposo y que éste quisiera quedarse a su lado.
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Lo Aprendí de Ti 💔
FanfictionHistoria inspirada en la canción de Hash "Lo Aprendí de Ti" el vídeo está en youtube por si quieren ir a verlo ❤ Mew un estudiante de música con una historia complicada y llena de obstáculos, un triángulo amoroso y una elección. ¿Podrán sus decisio...