29. Hacer el amor.

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Ya era muy tarde y Gulf aún no había llamado a su madre, tenía miedo de ver la expresión de decepción en su rostro, le había causado muchos problemas al escapar sin decir nada, ahora se sentía muy avergonzado, pero la extrañaba mucho.

Mew no le había insistido más en llamarla, le daba su espacio, le agradecía por eso, pero sabía que tarde o temprano tenía que afrontarlo.

Fue a su habitación y buscó su celular, lo había apagado para no recibir llamadas, cuando lo encendió vio que tenía cientos de llamadas perdidas y más mensajes de lo que podría leer, fueron los de una persona que llamaron su atención.

Habían cientos de mensajes de Mew preguntando donde estaba, si estaba bien o si había comido o dormido lo suficiente. En otros le decía que volviera, lo extrañaba y amaba, las lágrimas inundaron sus ojos, de haber leído estos mensajes antes se habría ahorrado tanto sufrimiento ¿no es así? Su corazón ya lo había perdonado, pero su mente aún se resistía.

- Hola mamá. - llamó a su madre para evitar que su corazón siguiera ablandandose.

- Gulf hijo ¿estas bien? ¿donde estas? me tienes preocupada. - su madre respondió al otro lado.

- Si mamá, estoy bien, Mew esta conmigo. - fue todo lo que pudo decir ante él nudo que se formó en su garganta.

- Hijo de verdad lo siento, no tenía ni idea por lo que estabas pasando, de haberlo sabido jamás te habría obligado a nada. -

- Mamá, de verdad ¿crees que puedes obligarme a hacer algo? - sonrió al fin a su madre.

- Cierto, tienes razón, desde que eras pequeño siempre has hecho lo que has querido, eres un buen hijo, te hemos consentido tanto. -

- Lo se, gracias mamá, por todo. - sentía que tenía a su madre a su lado como cuando era un niño, su mamá siempre lo consolaba.

- ¿Sabes por qué decidimos seguir con este matrimonio? - preguntó de repente su madre, el solo guardó silencio. Así que su madre prosiguió. - Porque nunca habías sido impulsivo, te dejamos hacer lo que quisieras porque siempre eras responsable en tus decisiones, pero esta fue la primera vez que hiciste algo descabellado, no teníamos idea de porque lo hiciste, solo esperábamos que tu mismo descubrieras tus propios sentimientos, creímos que podrías lidiar con esto como siempre lo haces, no pensamos que te lastimaría tanto. - sonaba a una disculpa.

- Mamá, en ese momento tampoco se porqué lo hice, seguramente me enamoré de él a primera vista y no lo supe hasta después, lo amo mamá. - Gulf al fin lo reconocía con todo su corazón, no para defenderlo o cualquier otra razón estúpida por la que lo dijo antes, esta vez eran sus sentimientos los que hablaban.

- Lo entiendo ahora cariño, él vino a buscarte varias veces, se quedaba hasta muy tarde esperando verte, hasta que cayó en cuenta que nosotros tampoco sabíamos donde estabas. Él también te ama. -

Después de escuchar eso de su madre no prestó mas atención a la conversación y sus respuestas fueron automáticas. Después de colgar fue a buscar a Mew y lo encontró preparando la cena en el quiosco fuera de la cabaña.

- ¿Que es todo esto? - le preguntó.

- Bueno, el doctor dijo que debías tener una dieta muy estricta, pero no dijo nada acerca de donde debías comer, traje la cena aquí afiera para hacer que te relajes. Debes evitar el estrés. - la respuesta de Mew lo dejó tan impresionado como el detalle de traer la cena a este lugar tan hermoso.

Sonreía mientras cenaba viendo las estrellas y el oceano a lo lejos, el sonido de las olas y el viento les arrullaba. El silencio les daba una tranquilidad que no había tenido desde hacia tiempo.

- Mew. - llamó al hombre a su lado, este giró su rostro hacia el suyo. - ¿Podremos tener más momentos así? - preguntó.

- Espero que si. - respondió Mew mirando sus ojos, levantó una mano para acariciar su cabello, sus miradas quedaron prendadas la una de la otra y la cena olvidada.

- Yo... - mientras sus rostros se iban acercando Gulf aún se sentía reacio a perdonarlo, pero añoraba sus besos, sus labios expertos lo volvían loco y quería volver a probarlos.

- Gulf por favor, di que me quieres en tu vida de nuevo. - rogaba su esposo mientras se acercaba aún más a su rostro.

Solo unos milímetros los separaban de los labios del otro, Gulf en serio quería, pero aun podía sentir punzadas en su corazón, por ahora solo seguiría a su mente.

Dio un pequeño beso, un roce de labios a los de Mew y cuando se iba a alejar, este tomó su rostro con ambas manos; - No me digas que eso basta. - dijo antes de besarlo.

Su beso era dulce pero profundo, era diferente a otro besos que había recibido de él, no sabía como responder así que solo se dejó llevar. Mew exploraba su boca con su lengua, un suspiro salió se su garganta y no lo resistió más, respondió al beso con hambre hasta que el calor lo hizo apartarse o moriría de combustión espontánea ahí mismo. Lo extrañaba, eso era seguro. 

Después de eso ninguno dijo o hizo nada más, se encontraban lavando los platos, Mew no quería dejarlo hacer nada, pero no iba a quedarse como un convalesciente que dependía de su esposo. Así que aquí estaban, lavando los platos en silencio.

Cuando terminaron Gulf se dirigía a su habitación, pero Mew lo tomó del brazo.

- ¿Puedo dormir esta noche contigo? - preguntó.

- No creo que sea buena idea. - respondió.

- Por favor... Te prometo que no haré nada más que dormir. - prometió Mew con un puchero. - Es que de verdad extraño abrazarte mientras duermes. - agregó.

- ¿Me abrazas mientras duermo? - preguntó sorprendido, Mew solo sonrió y asintió.

- De acuerdo. - accedió después de pensarlo un poco.

Mientras permanecían acostados en la cama, el silencio los envolvía nuevamente, Gulf repasaba en su mente los acontecimientos recientes y pudo darse cuenta que; de no ser por amor, Mew no estaría aquí. Lo amaba eso era seguro ¿entonces por qué su mente seguía negándose a perdonarlo? no tenía la respuesta a eso.

- Estás pensando demasiado. - le dijo Mew quien lo observaba acostado a su lado.

Se giró y quedó de espaldas a su esposo, quien lo abrazó por detrás como una cucharita. - Mew... - advirtió.

- Tranquilo te dije que solo te abrazaría. - prometió. - No haré nada más. -

- Entonces ¿que es esto? - movió su trasero y tocó un miembro que se estaba poniendo duro.

- No le hagas caso, no puedo simplemente abrazarte o tenerte tan cerca sin que mi cuerpo reaccione, pero te prometí que no haría nada, así que puedes estar tranquilo. -

- ... ¿Y si yo quisiera que siguieras? - preguntó después de pensarlo.

- Me preocuparía si no quisieras. - respondió. - Pero la próxima vez dejaré que seas quien lo inicie. -

- ¿Me dejarías? -

- Por supuesto. -

- Me refiero a que si tu... ¿Me dejarías hacértelo? -

Mew se quedo inmóvil detrás de el. Pasó mucho tiempo antes de que se moviera y lo acostara de espaldas para que sus miradas se encontraran.

- Kana, nada me haría más feliz que hacer el amor contigo. Ya sea que te lo haga o que tu me lo hagas a mi. Te amo y quien tome el control para mi no es importante. -

Esas palabras tocaron un nervio muy sensible en su interior que tanto su corazón y su mente por primera vez se pusieron de acuerdo, no habían mas barreras en su interior que lo detuvieran de estar con este hombre, el hombre de quien por primera vez se había enamorado, lo que más profundo le llegó fue; que por primera vez Mew había dicho "hacer el amor" porque eso es lo que él más quería, no importaba quien estuviera arriba, quería hacerle el amor a este hombre.



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Doble capitulo ¡Yai! Que lo disfruten ¿se imaginan que se cambien los roles? Pues a mi me gusta la versatilidad así que a quien sabe...

Lo Aprendí de Ti 💔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora