34. Hasta que la muerte los separe.

1.8K 213 5
                                    

- ¡Gulf! Ahhh hay... Personas... Afuera... - gemía Mew desde su garganta, a duras penas podía procesar un pensamiento coherente debido a lo que Gulf estaba haciendo.

- Entonces no hagamos ruido. - le guiñó un ojo mientras su mano seguía trabajando dentro de sus pantalones, en su miembro que ya estaba erecto.

- Mira tu cara... - susurró su esposo en su oído, vio hacia el espejo y la imagen que pudo observar lo dejó extasiado, con su traje formal, pantalón y camisa de vestir, también su elegante y atrevido esposo estaba vestido igual, el espejo iba del suelo al techo y los reflejaba a ambos con la frente sudorosa y la cara sonrojada debido a lo que estaban haciendo.

- Tu... Eres... - le dijo a Gulf quien seguía jugando con su mano.

- ¿Soy que?... - preguntó su travieso esposo.

- Eres... La fantasía de cualquier hombre, mira lo que me haces. - tomó su rostro y lo besó, un juego de labios y lenguas, dejaba que Gulf se alimentara con cada gemido que salía de su boca.

- Dijiste que también querías mi boca así que... No te preocupes, no arrugaré tu traje. - Gulf dijo antes de caer de rodillas, sacar el miembro de Mew de su confinamiento y tragarlo entero, odiaba decir esto, pero tendrían que darse prisa debido a que posiblemente su hermano y su cuñada ya deben estar por llegar y no podían descubrir lo que hacían en el vestidor.

La imagen que ofrecía el espejo le daba tremendo espectáculo, podía sentir cada lamida, cada chupada y la succión lo volvía loco, observar la imagen reflejada de la espalda de su esposo arrodillado a sus pies, moviendo su cabeza a la altura de su entrepierna, era simplemente la gloria. Podría morir en paz ahora, pero viviría para compezar a este hombre que le entregaba todo sin reservas a cada momento.

Se corrió sin previo aviso, llenando la boca de su esposo con su liquido, Gulf no protesto, se levantó de donde estaba y mientras arreglaba su pantalón devolviendo lo que había sacado para lamer, adentro de su confinamiento, los observó a ambos al espejo.

- ¿Disfrutaste el espectáculo? -

- ¡Oh rayos si! ¿que hay de ti? - preguntó viendo que él no había saciado su deseo.

- No te preocupes, esto fue por ti, además se que me lo compensarás. - este mocoso, estaba usando sus propias promesas con él.

Salieron del vestidor entre risas y tratando de verse los más presentables posible. Casi fueron descubiertos por la dependienta quien estaba sonrojada, su hermano que lucía como si sospechara algo y su cuñada que sonreía tímidamente.

- ¿Que rayos hacían ustedes dos? - preguntó su hermano.

- P' no digas que no te lo imaginas. - le dijo Mew a su hermano, ambas mujeres sonrieron aún más tímidas.

- Espero no sea lo que imagino. - su hermano puso los ojos en blanco.

- Namtam, P'Korn me esta molestando. - Mew hizo un puchero a su cuñada.

- Oh cariño no los molestes, se casa dentro de algunos días, deben estar... Ansiosos. - sonrió su cuñada.

- Cariño no lo defiendas ¿Gulf este idiota te esta molestando? - su hermano se dirigió a Gulf después de ver con ojos amorosos a su esposa, Korn podía parecer serio, pero en realidad disfrutaba ser regañado por su esposa.

- De hecho fue su idea. - dijo Mew ganandose una golpe en el hombro de parte de Gulf. - ¡Auch! -

- No, P' estoy bien. -

- Bien, mamá quiere que después de los trajes ambos se queden en nuestra casa hasta la boda, si es necesarios los encerraré, nadie va a escapar esta vez. - eso sonaría como una broma, pero al parecer no fue así para nadie porque el ambiente se volvió sombrío por unos instantes, hasta que Namtam habló.

- ¿Entonces ya escoguieron los trajes? - preguntó a los chicos. - Cariño no digas tonterías. - regañó por segunda vez a su esposo.

Salieron de la tienda rumbo a casa de los padres de Mew, se quedarían ahí hasta el día de la boda, era lo mejor en opinión de Mew, así podría disfrutar de su esposo sin perderlo de vista esta vez.

El día tan esperado llegó y la casa era nuevamente un lío, entre el arreglo y todo el teatro, Gulf seguía dormido en los brazos de Mew. Se podía escuchar ruido en el jardín y la planta baja. No entendía como todo el alboroto aún no lograba despertar al bello durmiente en sus brazos.

- Gulf... Cariño ya es de día. - susurró en su oído.

- Mmmmm. - fue todo lo que su esposo dijo y volvió a dormir plácidamente.

- Gulf si no despiertas vendrán por nosotros. -

- Te dije que era mejor escaparnos. - dijo un somnoliento Gulf.

- Si bueno, si no nos hubieran encerrado te habría apoyado en eso, esto es una locura allá abajo. - Mew se inclinó y besó la frente de Gulf para después pasar a su mejilla y luego a sus labios, iba a besarlo de nuevo mas profundo cuando una pequeña niña entro por la puerta de la habitación.

- Tio Mew y tío Gulf ¡ya es hora! - se arrojó a la cama y por suerte nada divertido había pasado anoche o estarían desnudos y no en pijamas y esta pequeña niña tendría traumas de por vida.

- Pequeña Leah no te hemos dichos que toques antes de entrar. - dijo Mew a su sobrina. La niña solo levantó sus hombros con indiferencia.

- Tio Gulf, tío Mew me esta molestando. - se quejó la pequeña abrazando a su tío político con quien se había encariñado más que con su tío de sangre.

- Mew no la molestes. - dijo Gulf abrazando a la pequeña.

- Y tu no la consientas. - le dijo a su esposo.

- Tio ve a cambiarte, mira Leah quiere estar con tío Gulf, ya estoy lista y tu no. - dijo la niña quien no se despegaba de su esposo y se había apoderado de la cama.

- Tio Gulf tampoco se ha cambiado. - se quejó.

- El puede llegar tarde, tu debes ir primero y esperar, las bodas son así. - ¿De dónde sacaba esta niña de cinco años esta lógica?

No le quedó mas remedio que salir de la cama e ir a vestirse a otra habitación.

- ¿Que pasa? ¿Por qué esa cara? - preguntó su hermano que lo vio ir por el pasillo.

- Fui echado de la cama por tu hija. Se ha quedado con mi esposo. - se quejó con el adulto y sonaba más como un niño a quien le habían quitado su juguete favorito.

- Bienvenido al club, ella suele hacer eso conmigo también. - sonrió su hermano.

Fue a vestirse y prepararse para dar el paso más importante de su vida, bueno en resumen había cometido una locura hace unos meses en Las Vegas, se había casado con un extraño y casi ni lo recordaba, pero haría que este día fuera memorable.

Tenía guardada una gran sorpresa para su esposo, se había estado preparando para este día, en el jardín donde la ceremonia se llevaría a cabo, todo estaba hermoso, su familia y sus amigos mas cercanos ya estaban aquí, solo faltaba la persona más importante en su vida, la persona que haría completo su mundo, la persona que lo había hecho creer en una clase de amor que no exigía nada a cambio, solo daba, entregaría su vida entera a compensar ese amor, todo empezaría en este momento. Este momento en que vería a Gulf, su gran amor, caminar por el pasillo hacia él para comenzar una vida juntos hasta que la muerte los separe.

Lo Aprendí de Ti 💔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora