15. Siempre hay una primera vez.

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Habían pasado varios días desde aquel momento que habían tenido en el sofá de su casa, cualquiera diría que las cosas deben estar a flor de piel, pero ese no era el caso para Gulf, se encontraba en la oficina que usaba cuando debía trabajar en la compañía de su familia, completamente perdido en sus pensamientos.

Después de aquel beso no había vuelto a tener contacto de ese tipo con Mew, su ahora esposo mantenía sus distancia, no es que no lo valorara, solo pensó que después de todo lo que pasó ese día habían avanzado, Mew se había puesto celoso a causa suya y el flotaba en una nube, lo cual sólo duro unos días hasta que volvieron a su rutina.

Su graduación estaba cerca y al terminar sus estudios tendría que asumir las responsabilidades de si familia, aunque lo que él más amaba era volar, lo cual haría este día, extrañaba mucho pilotar su pequeño Jet, así que terminaría todo rápido e iría a la pista.

- Oh Gulf hijo ¿ya te vas? - su padre lo detuvo cuando salía de la oficina.

- Si papá, ya terminé. - respondió impaciente.

- ¿Por qué la prisa hijo? ¿vas a verla verdad? - preguntó sonriente su padre.

- Si papá, la estraño mucho. - lo dijo con mucho anhelo.

- ¿A quién extrañas? - una voz muy familiar preguntó a su espalda.

- ¡Mew! ¿Qué haces aquí? - Gulf estaba sorprendido, Mew no le había dicho que vendría a la compañía de su familia.

- Yo lo invité, quería tener una conversación con mi yerno. - su padre le guiño un ojo.

Gulf observaba como Mew iba vestido, se veía simplemente delicioso, no quería que su mente lo traicionada y pensar nuevamente en ese beso, pero no podía evitarlo.

- ¿Que te parece si llevas a tu esposo a conocer al amor de tu vida? sinceramente ella también debe extrañarte. - al escuchar esto de su padre Mew levantó una ceja y Gulf se sonrojó visiblemente.

***
Gulf lo condujo a una pista de aterrizaje donde se encontraba una avioneta, sabía que a su esposo le gustaba volar, pero verlo en acción sería excitante, así que subió con él.

Se semtaron en los lugares del piloto y copiloto, Gulf parecía en su elemento, conocía todo acerca de este avión en particular, cada control y cada palanca, era como si hubiera nacido para ello, se veía tan cómodo.

- En serio amas esto ¿cierto? - preguntó Mew observando cada movimiento y la expresión de su rostro, estaba realmente feliz.

- Si, amo volar y de niño ya estaba familiarizado con los aviones debido al negocio familiar, ahora lo hago por diversión. - su voz sonaba de verdad emocionada y Mew estaba feliz de ser parte de esto, de presenciar este pequeño momento.

Desde aquel beso en el sofá se encontraba buscando la manera de acercarse a Gulf sin que pareciera un acosador, se estaba enamorando de estos pequeños momentos que compartía con él, verlo sonreir era maravilloso, cada pequeña cosa lo fascinaba.

Antes para él todo era sexual y pensaba que Gulf quería lo mismo, pero descubrió que este hombre no quería ser tratado como un objeto y lo más sorprendente de todo es que él también quería algo más que eso, lo había ofendido en el pasado e iba a remediar eso.

- Prepárate, estamos despegando. - la voz de su esposo se escuchó por el intercomunicador que llevaban puestos como orejeras,

Pudo ver como se alejaban del suelo y todo se volvía más pequeño a medida subían.

- Esto es increíble. - le dijo anonadado por la vista y no se refería a lo de abajo, si no a Gulf quien pilotaba muy bien el avión pequeño, se veía tan serio con el ceño fruncido, sus gruesas cejas lo hacian ver mas sexi de lo que era.

- Si lo se ¿apuesto a que nunca habías estado en la cabina de un avión? - su sonrisa lo desarmó.

- Nunca. - le respondió.

- ¿Apuesto a que nunca has tenido sexo con un piloto? - su diablillo esposo le guiñó un ojo.

- No, nunca. - susurró. - Pero siempre hay una primera vez. - agregó acercándose a su rostro, había mantenido la distancia estos días porque quería darle a Gulf espacio, lo deseaba y quería hacerle el amor, si, así era no quería simplemente sexo con el piloto, quería poseerlo, hacerlo temblar en sus manos y besarlo hasta que gimiera pidiendo más, pero tampoco quería que se sintiera usado.

Gulf fijó su mirada en sus ojos por unos segundos y luego volvió a concentrarse. - Dame tu mano te mostraré como hacerlo. - le dijo después de un carraspeo.

- No creo que sea buena idea. - le dijo, pero Gulf ya tenía su mano agarrada y la dirigía a una de las palancas.

- No te preocupes, es el tren de aterrizaje, estamos por aterrizar, fija tu mirada al frente y yo te guiaré. - así lo hizo, a medida el avión perdía altura la palanca se movía hacia adelante, la mano de Gulf sostenía la suya y la adrenalina hacia a su corazón saltatse varios latidos ¿o era por otra cosa?.

- ¿Qué te pareció? - preguntó Gulf una vez el avión se detuvo.

- Eso fue increíble. - le dijo sorprendido, no era como conducir un auto, esto era más complicado y requería más concentración, su esposo era increíble.

Cuando se giró a ver a Gulf este le observaba y sus miradas se quedaron prendadas la una a la otra, por un segundo perdió el hilo de sus pensamientos.

Gulf desabrochó ambos cinturones y se levantó de su asiento, iba a hacer lo mismo, pero lo siguiente que hizo lo tomó completamente desprevenido. Gulf lo detuvo con una mano y se sentó a horcajadas sobre su regazo, lo abrazó poniendo sus manos alrededor de su cuello, lo besó, un beso que llevaba días esperando, anhelando, lo deseaba y el toque de sus manos lo hacía volar.

Mew puso sus manos en su cintura y fue bajando hasta sus caderas a medida el beso se intensificaba, el baile de sus lenguas lo tenía mareado, su esposo es un gran besador y un excelente amante, quería estar dentro de él de nuevo y con urgencia, pero tendría paciencia, todo lo que podía hacer ahora mismo era darle a Gulf lo que deseaba.

Cuando sus manos subían por su espalda por debajo de la ropa, Gulf detuvo el beso en busca de aire.

- Por favor dime que tienes un uniforme de piloto. - susurró pegando su frente a la de él.

- No, pero mi toga de graduación se le parece. - con un casto beso Gulf se levantó del lugar donde estaba dejándolo deseoso, anhelante y con la ausencia de su peso sobre su cuerpo, ya quería verlo en esa graduación, y le quitaría ese traje, pieza por pieza, o tal vez no, pero la de fantasías que cumpliría ese día y se aseguraría de que su esposo disfrutara de cada una de ellas.

Lo Aprendí de Ti 💔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora