Capítulo 4. Sobre la Ciudad

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La noche era clara, no había luna. La ciudad estaba relativamente tranquila. En la cima del Empire State, se veían dos sombras, dos figuras. Eran dos jóvenes. El más joven tenía en su mano derecha una escoba; ambos la tenían, vestían ropa normal. El más joven abrió la boca para hablar.

—A ver, Peter ¿Qué dirás mañana en la entrevista?

El chico llamado Peter, llevó su mirada al piso, con una sonrisa de lado, respondió:

—Soy Peter Stuart, tengo 20 años, bueno realmente tengo 250 años, soy inmortal, de la Orden de Edimburgo, comenzaré a envejecer cuando tenga 1000 años porque nada es eterno o perfecto. Vivo con mi tío Bill, mis dos primos Diego y Robert, y una amiga de la familia, Olivia, ella babea por mí pero yo la veo como a una hermanita— el otro chico que escuchaba hace una risita que frena las palabras de Peter, éste lo ignora y prosigue— Todos trabajamos en una empresa de publicidad donde mí tío es el dueño, esta empresa se llama Carpe Diem. Aunque nadie lo sabe, mi tío Bill, mis primos, Olivia y yo somos… Brujos. Somos los únicos que existen mezclados con los mortales. Hace 200 años hubo una batalla donde todas las razas se extinguieron y del mundo sobrenatural somos los únicos. Los Duendes, los Elfos, los Faunos, los Minutaros, los Licántropos y nuestros enemigos; los Vampiros, ya no existen, y nosotros seis, nos mantendremos así en secreto hasta nuestra muerte.

—Sabes una cosa, si dices eso en la entrevista mañana, seguro que mi tío te mata.

—Quisiera algún día decir eso y dejar de ocultarme.

—Deberías escribir una novela Peter, los mortales te pagarían muy bien por eso ¿Cómo le llaman a ese género?

—Fantasía.

—Bien, escribe una novela de fantasía que al final sería una historia real.

—Si ellos supieran que la fantasía no existe, que todo es real.

—Es mejor así Peter… Ya vámonos, mi tío debe estar furioso. Otro día que llegamos tarde a los entrenamientos por tu culpa.

—¿Por mi culpa? Veamos quien llega primero.

Ambos se lanzan en picada por el enorme rascacielos, rosando su fachada. Peter, dio un grito de emoción, ya estaban llegando a la acera llena de peatones, reducen la velocidad y vuelan a centímetros de las cabezas de las personas, los mortales no los podían ver, solo sentían una fuerte briza pasar que les arrancaban los sombreros, les movía las chaqueta, les volaban el periódico y volteaban los paraguas.

Los jóvenes brujos ahora volaban sobre los autos rebasándolos a todos, Robert comenzó a volar al lado de un automóvil donde iba un perrito con la cabeza afuera a través de la ventana, el animal lo ve y comienza a ladrarle, una niña lo introduce dentro del automóvil y dice:

—Ya señor Zayn Malik, ¿A quién ladras?— Ella observó y no vió nada, el perrito seguía histérico, ella cerró la ventana del auto. Peter, se acerca y dice a Robert:

—Que infantil eres, Robert.

Así, alzan el vuelo y después de quince minutos, llegan a la azotea de un teatro. Allí esperaban los demás, Bill le enseñaba algo de defensa a Olivia, Diego observaba en el medio muro, él estaba sentado; detrás estaba el vacío. Los chicos aterrizan perfectamente, colocan las escobas a un lado donde estaban las demás. El hombre que aparentaba 40 años, ve un reloj de pulsera que tenía puesto y dice soltando a Olivia:

—La impuntualidad no es bien vista en el mundo de los brujos.

A Peter le molestaba que su tío hablara como si existieran más brujos, cuando en realidad eran los únicos, aparte una vez al mes entrenaban defensa personal, hechizos y esas cosas. Esa noche estaban afanados, su tío les exigía de más, Bill les dice a los retardados:

—A parte de mostrarle a Olivia un poco de defensa personal, les enseñé un potente hechizo, cargado de mucha electricidad y no lo hemos convocado así que pensaba… ¿Quieres ayudar Peter?— le estira la mano, Peter la toma. Bill lo lleva al centro, luego se retira y le dice a Olivia— Adelante Olivia.

Olivia Smith, se coloca frente a Peter, como a diez metros y dice con voz audible:

—¡Weberio!— Ella alzó las manos llevándosela atrás y luego con velocidad las llevó adelante apuntando a Peter. De sus manos salió una luz azul como si fueran relámpagos acompañados de rayos, toda esa potencia golpea a Peter lanzándolo a cincuenta metros, golpeándolo contra una pared, rompiendo algunos ladrillos. Olivia sale corriendo a ayudarlo, ella lo levanta.

—Lo siento Peter— dijo preocupada.

—Un Weberio sobre un vampiro implica debilitarlo para luego acabarlo— habló Bill.

—Dentro de poco seremos nosotros mismos los acabados— dijo Diego desde su muro. Bill lo vió con su típica mirada asesina— O sea, de qué vale aprender todo esto si no tenemos a un combatiente real. Me parece una pérdida de tiempo.

—Digo lo mismo, primo— Apoyó Peter.

—Nos mantiene cuerdos, nos recuerda que tenemos poderes que los mortales ignoran.

—Igual tío, de nada vale.

—Bill tendrá sus razones— dijo Oliva con su voz ronca y tétrica.

—Gracias Olivia, eres la única que está de mi lado, mis sobrinos me aborrecen.

—Además, es divertido— dijo ella dándole un leve golpe a Peter en su brazo.

—Bien. Hagamos un combate: Peter y Diego, Olivia y Robert conmigo.

—Prepárate primito, te derrotaré— dijo Diego, éste chico aparentaba 22 años y su hermano Robert 16 años, mientras Olivia, aparentaba 18 años.

Todos se ponen a una distancia de diez metros, y empiezan a lanzar hechizos con sus manos. Estos brujos utilizaban su propia energía vital para hacer sus hechizos y sacarlos por sus manos lanzando bolas azules, amarillas, verdes, entre otras, cada color representaba un hechizo diferente. Después que memorizaban el nombre del hechizo, no era necesario decirlo, solo pensaban y listo. Así estuvieron allí durante un rato hasta que Bill se distrajo observando el cielo y se detuvo, e hizo que todos se detuvieran.

—¡Deténgase!— se quedó agudizando el oído como para escuchar algo a la distancia y luego dice— Bien, hora de irnos.

—Ya que me estaba emocionando— se quejó Diego.

Todos agarraron sus escobas y suben alejándose. Peter fue el último en salir porque observaba hacia donde su tío había agudizado el oído y donde después había clavado la mirada. Robert lo llama desde las alturas:

—Vamos Peter, que va a llover— Peter sale.

Volaron hasta llegar a una cómoda casa en una urbanización, entraron por el patio trasero, cada quien llevaba su escoba para sus respectivas habitaciones.

En plena ciudad de Nueva York, en la avenida más concurrida donde caminaban muchas personas que aún le daban vida a la iluminada calle, sucedía algo. Eran las diez y media de la noche, un mortal cargado de carpetas y papeles, caminaba con el paso acelerado pues las primeras gotas de la lluvia caían ya, de pronto su suerte cambió, algo lo agarró pasando las manos de ese algo por debajo de sus brazos elevándolo a las alturas, todo fue muy rápido, los papeles y carpetas cayeron al suelo. Las personas que vieron todo gritaron y corrían, otros señalaban a las alturas donde se habían llevado al hombre. En un alto edificio, en el helipuerto, lanzan al hombre aún vivo, éste cae un poco desorientado, logró ver a un hombre parado frente a él, que lo veía con mirada de ansiedad, el hombre dobla su cuello a un lado para verlo desde otro ángulo, los ojos de éste hombre eran negros como la noche.

—¿Quién eres?— preguntó asustado el hombre mortal levantándose del suelo; la lluvia caía más fuerte. El hombre misterioso corrió a una velocidad que se perdió de vista. Unas risas comenzaron a sonar desde un rincón oscuro, eran risas de un hombre y una mujer, risas maniáticas. Una mujer hermosamente bella, salió a la luz junto a un muchacho, ella era alta y esbelta, piel muy blanca y vestía ropa gótica de cuero, mientras el muchacho era musculoso, alto y cabello amarillo, ambos tenían los ojos negros.

—Si me van a robar, tengan, aquí está todo— dijo el mortal entregando la billetera, anillo y reloj, el hombre comenzó a caminar hacia atrás al ver a los extraños acercándose. Tropezó con algo, dirigió su mirada al piso, allí estaban dos cadáveres, el hombre se detiene.

—Fueron los primeros de la noche— habló la chica.

—Y faltan como veinte— dijo ahora el hombre al lado de ella.
El hombre que había subido al mortal apareció de nuevo, éste era un joven como de 19 años, y dice:

—Es hora de cenar, Derek y Sofí tienen un pequeño problema con un mortal.

—Okey— los tres salen a alta velocidad hasta donde estaba el hombre mortal, la primera en clavar sus filosos colmillos en el cuello fue la hermosa chica. El hombre mortal dio varios chillidos antes de morir.

En ese mismo edificio, en la fachada, estaba un anuncio de publicidad muy grande e iluminado, en él se distinguía perfectamente a la vampiresa hermosa, en el anuncio, la mujer usaba un vestido ajustado rojo de diseñador, llevaba un paraguas en la mano izquierda y en la derecha tenía una rosa blanca, el anuncio de publicidad decía: “El diseño encantador de una rosa, no es comparable con el diseño encantador de una mujer” Más abajo decía el nombre de la diseñadora: «Carolina Herrera» y en una esquina del anuncio decía : «Empresa Publicitaria Carpe Diem»

Bill, sabía que no estaban solos, él sabía que sus temibles enemigos estaban en algún lugar del mundo. De hecho, el cuarto de Bill, estaba lleno de cientos de libros acumulados durante 180 años y es que claro, la habitación de Bill tenía incluida una biblioteca grande. Bill había oído hablar de Vampiros después que la batalla terminó hace 200 años, pero sus investigaciones daban negativo y lo que investigaba era historias creadas por la imaginación de los mortales. Pero en el año 1910 , en París, confirmó y vió a un vampiro real, Bill le dio muerte de inmediato, esto no lo sabían sus sobrinos ni Olivia, en 1931 volvió a enfrentarse a otro vampiro, una mujer, cuando trató de sacarle información a está, ella murió debido al combate que tuvo con Bill. Desde entonces, vive confundido, los mortales siempre hablaban de estas criaturas y de otras pero, todo resultaba ser falso, escribían libros y creaban películas que trastornaban a Bill impidiendo que las investigaciones de éste Brujo se vieran entorpecidas por fanáticos mortales. Lo que él no sabía era que sus peores enemigos estaban allí mismo en la ciudad de Nueva York, vivos, y con más poder que antes. Los Vampiros se ocultaban igual a los Brujos.

¿Qué pasará cuando estas dos razas se encuentren? ¿Cuándo los Vampiros descubran que sus enemigos viven?

Vampiros y Brujos. La Profecía Del Equilibrio (Historia Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora