Vampiros y Brujos. La Profecía Del Equilibrio (Historia Terminada)

Capítulo 13. Patry el reservado

Úrsula hablaba con Jennifer de lo bien que la pasaban con aquellos "Mortales" y lo malo que sería si llegasen a descubrirlas. Ella razonaba en su cabeza que pronto tendría que decirle la verdad a Peter, de quién era ella en realidad. Caminaban por unos arbustos y entonces llega David, como ellas sospechaban, Jennifer saltó del susto.

—¡David me matarás del susto!

—¿Matarte por segunda vez? Sería para mí un placer, pero me caes bien, y tú lo sabes. No tienes nada que temer, querida Jenny.

—Sí, a los malditos Brujos que andan sueltos por ahí.

—¿Nos estás espiando, David?— preguntó Úrsula.

—Algo. Clemente quiere asegurarse que ninguno de nosotros esté tratando con mortales, pero veo que Valantan tenía razón— dijo colocando su mirada hacia donde estaban Peter y Harold. Pues también creía que eran mortales.

—Eres nuestro amigo, ¿no nos delatarías?

—Conocen la ley, deberán recibir un castigo.

—Es injusto.

—Deben tener cuidado a partir de ahora, puede que yo no le diga a Clemente, pero si Valantan las consigue... Ella no tendrá piedad. Debo irme.

—Gracias, David— dijo Jennifer.

—No tienes nada que agradecer pequeña— culminó David, y salió a toda velocidad a través del bosque.

—Adelántate con los chicos, pensaré un poco en qué hacer.

Úrsula caminaba a la orilla del lago viendo sus pies, tratando de ver a futuro. De repente en el lago cae algo, era pesado porque chispea agua y llamó la atención de Úrsula. Una mujer hermosa aparece, Úrsula hace para irse pero la mujer le dice.

—Creo que nunca habías visto a una Ninfa.

—¿Ninfa? Se supone que se habían extinto hace siglos.

—No todo lo que te dicen es cierto. Estoy para ayudarte.

—No necesito tu ayuda.

—¿En serio? Estás enamorada de un mortal siendo tu una vampira. Las Ninfas somos buenas con las posiciones. Pídeme lo que quieras y lo tendrás.

—Mí madre me hablaba mucho de ustedes. Decía que eran muy buenas consejeras.

—Así es. Pide lo que sea para ayudarte con tu amor.

—Quisiera que él me amara por siempre y por la eternidad. Y no quiero convertirlo en vampiro.

—Estoy al tanto de todo. Sé que ambos irán a una gran fiesta, bebe ahí está poción, y luego besalo, tienes que beber justo cuando empiece la primera campanada de la media noche, cuando la luna esté en su punto máximo y antes que termine las doce campanadas tienes que besarlo y tus sueños para con él serán realizados.

—¿Beso a media noche? Te recuerdo, no soy una princesa de cuentos de hadas.

—¿De dónde crees que sacó Cenicienta sus zapatillas?.

—Eres rara... Pero confiaré en tí... Ya debo irme— Dijo Úrsula al oír que Jennifer la llamaba. Sale del lugar.

La Ninfa queda sola, esta cambia de aspecto transformándose en la celosa Olivia, ella ríe.

—Que tonta eres, y que fácil eres de engañar maldita, lo que no sabes es que esa poción hará que asesines a Peter...

El día de diversión pasa entre risas y misterios. Definitivamente, la demanda del amor era infinita.