Capítulo 12. El Vampiro sobre la mesa

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Peter, Robert y Harold, estaban llegando a el apartamento de los Stuart, entran y en la sala, justo en la mesa del comedor lanzan al cuerpo del Vampiro. Olivia es la primera en ver la escena, luego llegan Bill y Diego. Bill estaba sorprendido como si lo hubieran descubierto realizando un acto vandálico. Sus labios temblaban al decir:

—¿Cómo es posible?

—No lo sé, explícalo tú— dijo Peter en forma de reto.

—Era cierto. Habían vampiros en la ciudad, ¿Cómo es que...— tartamudeo Diego.

—Y no es sólo este, hay cientos de ellos, acabando con los mortales. Somos los peores Guardianes de Mortales.

—Lo triste es que uno de ellos escapó así que deben saber quiénes son los Brujos— dijo Harold.

—¿Te encuentras bien?— preguntó Olivia al ver a Peter con rasguños, los Brujos no se les regeneraba las heridas como los vampiros.

—Si estoy bien...— ¿Por qué no nos habías dicho que estaban vivos?

—Porque no estaba seguro. Pensé que se trataba de otra cosa.

—Por los dioses Bill, estabas seguro de que ellos habían regresado, es sólo que tal vez pensabas vendernos a ellos como hicíste con nuestros padres. La simple idea demanda deshonra, Bill.

—Es difícil de explicar.

—Contigo todo es difícil.

Entonces comienzan a discutir, algo que se estaba volviendo típico. Mientras discutían, Diego se queda observando a Harold extrañamente, hasta lo olfatio y luego interrumpe la discusión entre Bill y Peter, captando la atención de todos.

—Algo pasa con Harold... ¿Estuviste en la pelea con el Vampiro?

—Estaba viendo desde lejos.

—¿Tuviste contacto con algunos de ellos?

—Si. Ahora que lo recuerdo, él dijo que me había marcado.

—Es cierto, ¿Significa algo?— preguntó Peter.

—Te marcó con un hechizo que solo los Brujos sabemos... Te buscarán donde sea, tú olor los atraerá. Como te la pasas con nosotros tú olor es de brujo y no de mortal, él cree que eres uno de nosotros— Explicó Diego.

—Bien. Pero, ¿Pueden deshacer el hechizo?— todos lo ven— Si pueden, ¿Verdad?

—La único forma de que el hechizo se desvanezca es que mueras— Dijo Diego.

—Te protegeremos Harold. Dormirás esta noche aquí. Mañana veremos qué hacer, avísale a tu mamá... Tratemos de llevar vidas normales, yo saldré a ver qué averiguo... Olivia, deshazte de ese Vampiro desagradable— Culminó Bill retirándose.

Olivia esparce un polvo por el cuerpo del Vampiro, dice varias palabras casi inentendibles, quizá en idioma latín, y entonces el cuerpo se incinera con un ardiente fuego, todo muy rápido, en segundos, no quedó ni cenizas. Los chicos quedaron anonadados con el hecho.

—Eres aterradora, Olivia— Dijo Harold.

—Y eso que no me conoces a profundidad— se retira después de ojear a Peter.

—Okey. Debes descansar Harold. Nosotros haremos guardia. Presiento que tendremos una larga jornada— Dijo Robert.

Diego toma a Peter del brazo deteniendo sus pasos, los demás frenan pero Peter dice:

—Sigan chicos. Luego te alcanzo Harold— ellos se van.

—No quiero que me perdones, Peter. Yo en tu caso me hubiera costado hacerlo. Pero, te suplico que esta amistad que nos une, no se vuelve distante, porque ahora más que nunca debemos estar juntos. Hay vampiros y saben de nosotros, lo más seguro es que batallaremos con ellos o no sé, pero, Peter, quiero que confíes de nuevo en mí...—Diego se quedó esperando respuesta. Peter lo ve y dice:

Vampiros y Brujos. La Profecía Del Equilibrio (Historia Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora