Capítulo 7. Vampiros

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Incertidumbre que crece sin saber donde expandir sus ramas abstractas, convirtiendo un poco de miedo en exageración utópica. Transformando el aire respirable en contaminado. ¿Qué es el llanto sin lágrimas? ¿Era posible? Un mundo lleno de mortales inútiles conviviendo con criaturas infernales. Vampiros y Brujos, los peores enemigos del Inframundo viviendo junto con mortales. ¿Qué planeaban los Vampiros? ¿Qué harían los Brujos? ¿Quién era bueno y quién era malo? ¿Quién era Úrsula Bathory? ¿Quién era Peter Stuart?.

Ya había amanecido hace cinco horas, día sábado de verano, ese día hacía mucho sol. Peter aún dormía, su cabello amarillo brillaban por los rayos de sol que entraban por las amplias ventanas. Estos rayos lo despertaron. Tomó asiento en la orilla de la cama, pasó sus manos por la cara, se estiró y se fue al baño, se duchó y comenzó a observarse en el espejo de cuerpo completo que allí había. Era alto 1.85 centímetros, piel dorada, cuerpo definido pero no extra musculoso, delgado, ojos azul celeste, cabello amarillo, un tatuaje negro en su hombro izquierdo, se podía distinguir un circulo con llamas pero era negro y en el centro había claramente una V sobre una B sobre una L, de hecho era un sello especial.

Cuando se pertenecía a una de las tres ordenes existente se le colocaba el tatuaje; casi nadie, hasta ahora sabía el significado de las tres letras. Del lado Brujo existían tres Ordenes, la primera y de más valor; de donde eran los Brujos prominentes y más poderosos era, la Orden del Dragón Blanco, luego venía la intermedia donde estaban Brujos poderosos pero no prominentes, la Orden de Edimburgo, y la última, la Orden del Oráculo, esta era de poderosos. Las tres Ordenes eran muy importantes y convivían en armonía, pero en la batalla de hace 200 años fueron divididas por un ser maligno, un ser tan poderoso que casi, o mejor dicho, llevó a la extinción a todas las criaturas del Inframundo. Fue el causante de que los Vampiros y Brujos ahora se odien a muerte, sí, antes de esa guerra los Vampiros y Brujos vivían en armonía pero por culpa de la división que creó este ser malévolo, ahora se odian.

Después de la Guerra Mundial de Criaturas Inframúndicas (GMCI), este ser desapareció del mundo sin dejar rastro, dijeron que había muerto, de hecho, para Bill y los suyos este ser está muerto, nadie lo recuerda. Esta criatura se llamaba: Ulises Latuff, no era Vampiro, no era Brujo.

Los Vampiros también se rigen por Ordenes y es que cada orden tenía leyes y reglas diferentes. Los Vampiros tenían tres Ordenes también. La más importante era la Orden del Dragón Oscuro, seguida de la Orden de Transilvania y la última pertenecía a nadie. Ningún Vampiro estaba allí, esta Orden era parte de una profecía medieval, la profecía decía:

“Cuando el sol se levante una mañana e ilumine al mortal joven, este creará a la Orden más poderosa, la Orden donde entrará el hijo del Equilibrio. El mortal saldrá de la sangre de un Vampiro, pero él seguirá siendo mortal, y el hijo del Equilibrio perderá sus alas de vampiro para ser mortal y el mortal perderá su vida para ser Vampiro y convertirse en el hijo de la sangre. La Orden mas poderosa de los Vampiros será esa: La Orden del Hijo de la Sangre”.

Nada de eso había pasado así que la dichosa Orden aun no existía. Extrañamente, los Vampiros también llevaban el mismo tatuaje, el circulo de llamas negro con las letras V, B y L en el centro.

Peter, bajó a la cocina por el desayuno y descubrió que estaba solo. Desayunó y se acordó que  Úrsula estaba en sus sueños, un sueño que en realidad no era un sueño.

—Úrsula… ¿Por qué no logro sacarte de mi mente?

Harold llegó a la cocina.

—Hola Harold.

—¿Por qué no puedo nunca sorprenderte?

—Será porqué soy un Brujo?

—En fin. Te vi salir ayer como rayo. ¿Qué pasó?

—Que mi tío… Que Bill, entregó a mis padres y los padres de mis primos a los Vampiros —Dijo sereno.

—¿Qué?

—Sí. Lo escuché hablando con Diego del tema, según lo hizo para protegernos.

—Por eso saliste así ayer…

—Sí, fui a un bar y luego me conseguí con… Úrsula, o solo fue un sueño?

—¿Úrsula la mensajero?

—Sí, pero no estoy seguro si fue un sueño o estuve con ella de verdad —Introdujo sus manos en su cabello mostrando su frustración.

—¿Te enamoraste de ella?

—¡Estas loco! A penas y la conozco… Es hermosa pero no puedo enamorarme de ella, además, es una mortal Harold, tengo 250 años, nunca he sentido nada por los mortales, solo lástima.

—¿Lástima?

—Sí, son tan ingenuos e infelices.

—Gracias por recordar las diferencias entre los mortales y los inmortales.

—No lo digo por ti, amigo, eres un mortal excepcional, los demás son… los demás.


Estaban sentados en los sofás de la sala hablando como dos amigos normales y de pronto hace un temblor casi terremoto. Peter y Harold, corren afuera, los residentes de las demás casas salen también, ya afuera deja de temblar. La gente estaba asustada. La madre de Harold sale asustada revisando a los chicos con las manos de ella en las mejillas de ellos.

—¿Se encuentran bien?

—Si mamá, y tú?

—Bien. Fue fuerte ese temblor.


De pronto, algo fuera de lo normal ocurre, el cielo se llenó de nubes y tenebrosidad, el sol se oculto, comenzaron a oírse risas macabras del cielo. Un grito de una mujer de los mortales alertó a todos, esta mujer señalaba el cielo. Se veía a lo lejos acercarse una bandada de algo, era difícil de distinguir que era, las risas macabras venían de ahí. La bandada de cosa se acercaba, Peter observó y vio a personas aladas, sí, eran Vampiros.

—Harold, ve al sótano con tu madre.

—¿Qué pasa?

—Vampiros —le dijo en silencio.

—¡Vamos, madre! —Corrieron.

Las personas trataban de distinguir que era eso. Peter, llevó su mano al suelo y luego la alzó lanzando una bola roja que subió a las alturas, explotó entre las nubes, convirtiendo las nubes en rojo carmesí. Peter corrió, se sintió acorralado, los mortales también lo hacían, los Vampiros empezaron a lanzar hechizos como los Brujos, estos destruían las casas de los mortales, algunos Vampiros tomaban a los mortales llevándolos a las alturas, le succionaban la sangre en pleno vuelo y luego los lanzaban por todos lados. Los automóviles explotaban cuando los Vampiros disparaban sus bolas de fuego con sus manos, todo comenzó a incendiarse, una Vampira se posó frente a Peter cortándole el paso.

—¿A dónde vas niño? Ví lo que hiciste con tus manos. ¿Qué eres?

—Un enemigo —Dijo un Vampiro que se apareció detrás de ella —Solo eso.

A los dos Vampiros le chorreaba la sangre en abundancia de la boca y sus ojos no eran negros sino rojos. Peter, volteó a verlos pero un tercero llegó y lo golpeó dejándolo inconsciente, Peter cae al suelo y pudo escuchar:

—Déjenlo aquí, hablaremos con Clemente de este asunto…

Vampiros y Brujos. La Profecía Del Equilibrio (Historia Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora