Capítulo 11. Reunión de Vampiros

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Nueva York, minutos después. La mansión más tétrica jamás vista, mansiones como éstas solo se ven en Transilvania, pero en Nueva York estaba esta, bastante oculta entre las montañas boscosas. El gran portón tenía lo que parecía ser el apellido de la familia que ahí habitaba; Fredrickson, la tenebrosidad reinaba en el lugar, las Gárgolas parecían tener vida, eran como si observarán todo.

Decenas de Vampiros llegaban al patio de la casa y empezaban a entrar a la mansión, estaban molestos, algo les había salido mal. Todos vestían muy gótico, resaltaban los colores negros, vinotinto, rojo, verde y gris. Se estaban reuniendo en un gran salón donde había un largo comedor, todos tomaban asiento. El último en entrar fue Clemente. En el salón habían como cincuenta vampiros. El hombre se sienta en la cabecera del comedor, los ve a todos y dice:

—Mis queridos hijos. Mis queridas hijas. Tan bellos y relucientes. ¿Qué pasó en Seattle?

—Que lo explique Patry, es quien sabe_ dijo alguien.

—A ver Patry, habla.

Resulta que el chico no estaba en el salón.

—Creo que no ha llegado—dijo una mujer.

—Como siempre los hermanitos Bathory haciendo de la suyas— comentó Valantan.

Detrás de la puerta se escuchaban risitas de alguien que venía corriendo, la puerta se abre y aparece dos vampiros, Jennifer y Patry, todos los ven, ellos dejan de reírse, y el chico dice:

—Señor disculpe la tardanza.

—Justo de ti hablábamos Patry, ¿Y tú hermana?—preguntó el viejo.

La hermosa Úrsula entra por la puerta, hace una pequeña risita y toma asiento.

—Que irrespeto para con mi padre. ¿Tolerará esta deshonra mi señor?

—No Valantan. Pero necesito que Patry me explique qué pasó en Seattle... Adelante Patry.

—Queridos amigos. Mi señor. Ruus, está muerto.

Todos se sorprenden, hasta Úrsula, pues nadie sabía del enfrentamiento que tuvo Patry con los Brujos.

—¿Cómo ha sido eso posible?— preguntó David.

—Fuimos atacados por Brujos.

Sólo la palabra Brujos faltó para que todos los presentes comenzaran a gemir de dolor, rabia y temor.

Clemente no se sorprendió y dijo:

—No es de sorprendernos. En la última guerra ellos fueron los únicos sobrevivientes. Y estamos aquí porque uno de ellos nos ha revivido.

—¿Quiere decir eso que hay que agradecerles?

—No Úrsula. Pero no hay que subestimarlos. He oído hablar de una familia en particular, que está en Nueva York, pertenecen a una de las órdenes más poderosas, la Orden de Edimburgo. ¿Fueron ellos los que asesinaron a Ruus?

—No estoy seguro, solo se que eran tres hombres muy poderosos.

—¿Cómo lograremos conseguirlos?— preguntó Valantan.

—Marqué a uno de ellos.

—¡Perfecto, Patry! Toma a Carlos y den con su paradero.

—Por supuesto, mañana en la noche empiezo con la búsqueda, esa batalla me ha dejado un poco débil y malhumorado.

—Ja, y venías riéndote con estas...— se mofó Valantan.

Úrsula solo la vió con ganas de partirle el cuello, pero al notarlo, Clemente se adelantó y dijo.

Vampiros y Brujos. La Profecía Del Equilibrio (Historia Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora