Capítulo 5. Úrsula

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En un alto rascacielos, en el centro de Nueva York, en el piso 43, 44 y 45 funcionaba la empresa de publicidad Carpe Diem, su dueño Bill Stuart, era el director general, luego venía el subdirector quien era Diego Stuart, el fotógrafo y diseñador gráfico era Robert Stuart, Comunicador Social era Olivia Smith, y Recursos Humanos, Peter Stuart. Esta era una empresa muy prospera que tenía años en el mercado, fue una idea de Bill para mantenerse ocupados y no levantar sospechas.

Ya la noche de misterios había pasado, había llegado el día típico de trabajo, en los tres pisos de Carpe Diem todos corrían de un lado a otro, había mucho trabajo esa semana. Peter, esperaba en su amplia oficina a una persona que entrevistaría esa mañana para el puesto de mensajero. Las paredes de la oficina eran de cristal con una vista hermosa a la ciudad, estaba un escritorio moderno, con una computadora, dos carpetas amarillas, todo estaba muy limpio y ordenado, al fondo se apreciaba un mueble de diván gris, estaban en una esquina una planta con flores naranjas y cerca de la puerta se encontraban unos muebles vino-tinto, formaban una pequeña sala con una mesita de centro, en las paredes se veían unos cuadros coloridos abstractos.

Peter, estaba impaciente, veía a cada momento el reloj de pared, pues él no usaba reloj de pulsera y su celular lo tenía apagado. Él vestía formal, un traje gris, camisa blanca y corbata azul cielo, volvió a ver el reloj, eran las nueve y media (9:30 am), toma el teléfono de oficina y marca a la secretaria.

—Margaret, ¿por qué está tardando tanto?

—Me llamaron de la recepción señor, viene subiendo.

—¿Qué has sabido de la entrevista?

—Está pautada para las once señor (11:00 am), le dije cuando usted llegó.

—Si lo sé, estoy nervioso— Colgó la llamada. Se levantó y ve a través de la ventana con las manos cruzadas, al momento la puerta se abre, entró una chica, él voltea a verla.

—Si. ¿Qué desea?

—Vengo por la entrevista, me dijeron que lo buscara a usted; Peter Stuart.

—Oh… Pasa, toma asiento. Disculpa, esperaba a un chico.

—Bueno, si quiere puedo irme— Dijo ella cabizbaja, o ¿solo fingía?

—Ven, toma asiento.

Ambos se sientan. Peter se estaba sintiendo incómodo con la mirada de la chica, sus ojos verdes hipnotizaban.

—Me das tus documentos— Ella le entrega una carpeta. Él la revisa y lee— Úrsula Bathory, 19 años… No tienes mucha experiencia en el área. ¿Cómo relacionas a alguien que tiene experiencia en diseño de interiores, con mensajería?

—En diseño de interiores uno tiene que ir a todas partes, así que conozco mucho la ciudad y eso lo necesita saber un mensajero, así como levantar cosas pesadas y atender las exigencias de mis jefes. También tengo algunos secretos que me hacen más eficientes— Sonrió con picardía.

—Bien Úrsula, te pondremos a prueba durante una semana, quiero que me sorprendas.

—Me gustaría saber más de su empresa.

—Excelente— Se pone en pie para dar la apariencia de emprendedor—Carpe Diem es una empresa familiar, fundada en 1990 por mi tío Bill Stuart. Le hacemos publicidad a cientos de marcas importantes y a famosos, entre otros. Si quedas en el puesto estarás trabajando para una buena empresa con buenas personas y con un buen sueldo.

—Gracias, eso es lo que me motiva— se ríe. Tocan la puerta.

—Adelante— Entra un chico joven, era algo hípster.

—Buenas. Peter, llegó el equipo para la entrevista.

—¿Tan pronto?

—Si. Ellos quieren arreglar detalles dentro de la oficina, colocar las cámaras, luces y esas cosas técnicas.

—Bien— ve a Úrsula y se sonríe de lado— Harold lleva a la señorita a su lugar de trabajo y muéstrale qué hará.

—¿Me acompañas?— Ella se levanta, agradece a Peter y salen. El equipo de la entrevista entra a la oficina.

Úrsula, era una chica jovial, algo tímida, alta, medía tal vez 1,80 centímetros, delgada, piel blanca, cabello castaño corto, le caía delicadamente por sus mejillas, ojos verdes profundos, realmente hermosa. En el momento de la entrevista vestía informal, pantalón azul, camisa negra, una bufanda y algunos accesorios.

Harold la llevó al call center en el piso 44, allí estaban como cincuenta cubículos, con sus escritorios, computadoras, cajas y papeles, en esa área había mucho movimiento, muchos hablaban, los teléfonos sonaban. Harold la lleva al fondo de la sala donde había una puerta de madera, abren, entran, allí estaba una mesa de madera, en el centro de ese salón se veía un letrero que decía ‘Mensajería’, una mujer como de 40 años los recibe, allí habían más personas. Esta mujer era negra.

—Hola, Harold.

—Hola, Stella. Te presento al nuevo mensajero.

—Es una chica. Estamos mejorando cariño.

—Si. Está en semana de prueba.

—¡Excelente! Pasa, te presentaré al equipo —Harold se retira, en la sala habían solo hombres, Stella y ahora Úrsula, eran las únicas chicas.

—Chicos acérquense… ¿Cómo es tu nombre cariño? —Le preguntó discretamente. Ella bajando el rostro algo apenada dice:

—Úrsula.

—Okey. Úrsula, será nuestra nueva compañera, está en semana de prueba, queremos ayudarla.

—¿Por qué es chica? —Le preguntó quejándose un chico. Ella respondió:

—Porque lo que tengo en medio de las piernas es diferente a lo que tienen ustedes —Muchos se ríen del hombre.

—Bueno, muy bien nena, por fin tengo apoyo, estos trogloditas y yo seremos tus amigos. Colócate el uniforme. ¿Richard te vas con ella a entregar los paquetes?

—Encantado —Dijo colocándose una gorra con el logotipo de la empresa, que básicamente era algo sencillo.

—Okey. Richard te mostrará como trabajamos aquí.

Úrsula, se coloca el uniforme y sale junto a Richard. En el estacionamiento suben en una minivans blanca, recorren la ciudad, mientras seguían, Richard le explicaba su trabajo, parecía ser un buen tipo. Entregaron varios paquetes y ya a las once y media (11:30am) estaban de vuelta a la empresa.
Úrsula hablaba con algunos chicos allí en la mesa, estaba perdiendo la timidez y quería conocerlos. Stella llega diciendo:

—Úrsula, en el cubículo 19 esta un paquete, bájalo a la oficina del señor Peter, pero con cautela que tiene una entrevista.

—Okey —Respondió.

—Stella, ese paquete pesa demasiado —Habló un chico. Úrsula le dice:

—No te preocupes, lo podré llevar —Úrsula sale, todos ven cuando toma el paquete sin ningún problema, el chico que habló quedó boca abierta, Stella le golpea la punta de la gorra y le dice:

—Te ha ganado.

—La vi tan débil.

Úrsula, baja el paquete, en la oficina de Peter había mucha gente. En los muebles estaba sentado Peter y la entrevistadora, habían cámaras y camarógrafos, el director, productores y otros. Un hombre al ver que Úrsula entraba con el paquete, sale rápido a ayudarla pensando que ella no podía, lo que era liviano para ella, para él era pesado.

Úrsula, se iba pero escuchaba a Peter hablando y eso la obligó a quedarse, dirigió su mirada a él y se concentró. Peter se concentró en ella también.

La entrevistadora le pregunta a Peter:

—¿Qué te hace ver tan joven, Peter?

—Hablas como si fuera un viejo, solo tengo 20 años, creo que eso me hace ver tan joven— Se ríen… él había apartado su mirada de Úrsula cuando respondió a la entrevistadora.

—Peter, eres el joven más codiciado por las chicas en la ciudad y ellas quieren saber ¿cuál es la poesía, verso o palabra que más te gusta?

—Son muchas, pero diré una en especial. “Ya no quiero ver, ni regresar a mi ayer. Quiero correr y me canso de solo volver. Trato de olvidar lo que no se olvida. Si busco en el cielo, el sol de mi se va”.

—Wow, muy profundo, ¿son tuyas?

—No. Son de un escritor, se llama Kenser López.

—¿Qué te transmiten esas palabras?—Peter volvió a ver a Úrsula.

—Lujuria, ira, superación y un deseo vehemente de querer explorar lo desconocido.

Una chica se acerca a Úrsula y le dice:

—¿Cierto que es hermoso?

—Muy hermoso… —dice sin pensarlo y añadió luego— ¿Q-Qué? No, n-no me parece hermoso. Además odio a ese escritor—. Sale del lugar.

Pasa ese día, y el otro, y el otro. Ya no era lunes, ya era jueves.
Peter y Úrsula, se dirigieron la palabra ocasionalmente, pero siempre se topaban en el ascensor, o en los pasillos. Ella estaba trabajando muy bien y tenía a los chicos sorprendidos. Ese día jueves fue lluvioso, faltaban cinco minutos para las cinco de la tarde (4:55 pm) y Peter veía la televisión en su oficina, las noticias eran estas:

“Hemos recibido información de Protección Civil Nueva York, donde nos dicen que una especie de Murciélago gigante probablemente africano, está en la ciudad. Varias personas han confirmado esto al ver a la supuesta criatura raptar a sus presas y llevarla a lo alto de los edificios donde son devorados. El alcalde de la ciudad: Clemente Fredricson, dijo en una entrevista esta mañana: ‘Esto es un comunicado de emergencia. Nos enfrentamos ante una criatura totalmente desconocida. Si es un Murciélago, este tiene que ser enorme para que pueda con una persona adulta y elevarla a las alturas. No queremos caer en pánico ni sacar conjeturas, pero ya han muerto decenas de personas sin contar los desaparecidos. Seguiremos investigando’. Dentro de un par de meses, el alcalde realizará un fiesta para recaudar fondos para las familias de las víctimas que hasta ahora va en aumento…”
—Esto es grave. Le contaré a mi tío Bill.

Vampiros y Brujos. La Profecía Del Equilibrio (Historia Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora