Always-Nuevo inició.

~ULTIMA PRUEBA~

Aquella visita fue como una brisa suave para Harry, nunca imagino lo feliz que iba estar al verlo. 

Canuto, quien no había llegado solo, no dejaba de ladrar constantemente como una mascota que extrañaba a su dueño,  movía la cola con mucho entusiasmo sin importarle las miradas divertidas de los alumnos y menos la mirada molesta de un hombre que se estaba acercando a ellos. 

—Debí llevarte a castrar—susurro Remus deteniéndose en la mesa de los leones—. Tenias una cita con el veterinario.

Canuto lo miro y ladro tan fuerte que término asustando a unas alumnas de las mesas cercanas.

Harry sonrió e intento tranquilizar al animago acariciándole las orejas.

—Yo de ti no lo acariciaría mucho Harry—le recomendó Lupin tomado asiento—, se revolcó encima de una bolsa con contenido dudoso.

El azabache retiro rápido su mano y miro a otro lado para evitar ver los ojos furiosos de su padrino, que por los gruñidos que hacia, daba la sensación de querer morder a Lupin. 

Las visitas para Harry no solo se trataban de los mejores amigos de su padre, también los Weasley habían decidido ir a animarlo. El señor y la señora Weasley lo saludaron con mucho entusiasmo, el único de sus hijos que estaba cerca de ellos era Percy, el cual solo estaba presente para cubrir la ausencia del señor Crouch, por lo cual ignoro de todos los modos a Harry.

~•~

Después de un cálido almuerzo, Dumbledore decidió dirigir a los invitados al campo de quidditch para presenciar la tercera y última prueba
del Torneo de los tres magos.
Los campeones en cambio tenían que seguir al señor Bagman hasta el estadio.

Harry se levantó de la mesa mucho más animado, se despidió con una mirada de los señores Weasley, y luego volteo para ver a Remus y Canuto.

—Supongo que ya es hora—les dijo con una sensación confiada, el estar cerca de ellos le daba fuerza.

Remus asintió.
—Estaremos atentos a todo lo que pueda pasar—le dijo—, y Harry... Sin importar lo que pase, solo preocupate por ti.

El azabache asintió entendiendo a que se refería Lupin. No quería que su instinto de héroe saliera en los momentos menos adecuados. Después de  rascar la cabeza de Canuto salió del Gran Comedor, con Cedric, Fleur y Krum.

~•~

Cuando Harry lo vio, era increíble, el campo de quidditch estaba totalmente irreconocible. Había un seto de seis metros de altura, el cual lo bordeaba. También había un hueco justo delante deellos: era la entrada al enorme laberinto. El camino que había dentro parecía oscuro y terrorífico.

Cuando las tribunas se llenaron, la profesora   McGonagall les dijo a los campeones—. Si tienen dificultades y quieren que
los rescaten, echad al aire chispas rojas, y uno de nosotros irá a salvaros, ¿entendido?

Los campeones asintieron con la cabeza. Harry en cambio no pudo evitar preocuparse con la recomendación, no quería ni pensar en los obstáculos a los que debía enfrentarse.

Después de unos cortos minutos, el señor Badman presento a los campeones con referencia a su puntaje calculado, debido a que Harry tenia el mejor puntaje fue quien ingreso primero.

Ya dentro del laberinto, logro oír dos silbatos mas, eso representaba que dos campeones habían ingresado también. Por lo tanto decidió no perder tiempo y apresuro el paso.

Elegir un camino no le fue tan difícil, se dejo llevar por su instinto, le llevo minutos darse cuenta que el camino que había escogido parecía completamente desierto, lo cual era muy ventajoso en ese momento.