~OTRO AÑO MÁS~

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Despertó en donde menos queria  despertar: en la enfermería del colegio.  
No tenía  ninguna lección, ya nada le dolía, pero suponía que los magos adultos pensaban lo contrario debido a los constantes cuidados  que había recibido. En la mesa que estaba a su costado había  diferentes  frascos de medicina magica. Incluso algunos de los cuales jamás  había logrado escuchar. 

Se sentó  en la cama despacio para evitar alertar a la enfermera. 
Y su mente rápido pensó  en Dumbledore, necesitaba averiguar donde estaba y si había  logrado escapar del ministro.

Salió de la cama para ir a preguntar a la profesora Minerva si sabia algo de él. Pero ya no hacia falta, el viejo Albus Dumbledore ingresaba a la enfermería  con una sonrisa.

—Profesor, pensé  que no podría estar en Hogwarts, después de...

—Lo dejare fácil. He vuelto y no pienso irme nunca más—le respondió mientras se acercaba a la cama donde se encontraba—. El mismo Fudge considero  que era adecuado volver.

—¡Voldemort! ¡Profesor, el...!

Dumbledore asintió borrando un poco la sonrisa del rostro.
—Es un comienzo muy grande el poder aceptar que el ha regresado. Muchos magos que se negaban a creerlo me temo que no tendrán  más dudas.

—¿Porqué? No entiendo... usted llegó  a donde yo estaba. Yo no le dije nada... usted...

—Creo que te mencione que dentro de Hogwarts  hay cuadros  que me resguardan la seguridad de los estudiantes. 

Harry asintió. 

—En el ministerio es lo mismo. Algunos cuadros comparten diferentes localizaciones. A uno en particular le pareció  extraño que Harry Potter no este presente en la fabulosa  broma que habian creado los gemelos.

Harry aunque no perdonaba del todo a Dumbledore y aun por momentos desconfiaba  de el por el tema de Ron y Hermione. No pudo evitar sentirse aliviado de que el viejo director estaba bien y había ido en su rescate. Su presencia  había servido de todos modos. 

—Entonces volvera... sera  director de nuevo. Y la cara de sapo...

—Dolores Umbridge. 

Harry no continuó. Tenía demasiada rabia el tener que hablar de ella y más porque  sabia que el director a pesar de todo la trataria con algo de respeto.

—¿Sabe porque fui al ministerio?

—Si—respondió el director—. Y me temo que ya lo debes estar comprendiendo.

—Es una profecía. Lo que Voldemort  buscaba. ¿Porque?

—Porque  aquella profecía es el comienzo de todo. Es la que marco tu vida, su vida y la de todo el mundo mágico. 

Harry quería  conocer todo, por lo cual dejo que el director le explicara. Desde la conexión entre la profecía guardada en el Ministerio y el asesinato de sus padres 16 años atrás. Como el Señor Tenebroso solo oyó la parte inicial de la predicción, la cual anunciaba el nacimiento de un niño capaz de destruirlo. Creyendo que se trataba de la familia Potter decidió  acabar con todos. Pero al intentar matar a Harry, el sacrificio de Lily impidió el homicidio  y produjo el rebote de la maldición asesina, lo que redujo a Voldemort a ser poco más que un espectro.

~º~

Harry por ordenes de Dumbledore decidió quedarse más tiempo en la enfermería.  Pero lo tranquilizó, diciendole que Sirius ya sabía  de su recuperación y todos estaban calmados.

Sin embargo Harry no solo se preocupaba por el, tambien en su mente estaba Draco y esperaba que su padre  no estuviera herido o incluso  algo peor.

—Dobby—llamó. 

El elfo apareció  rapido, estaba  vez tenia puesto en la cabeza un extraño gorro de bebé color crema.

—Harry Potter, señor, que bueno verlo. Dobby sabía  que Harry  Potter estaría  bien. Lo traje a la enfermeria, señor.

—Gracias dobby—le dijo con sinceridad el azabache—. Se que eres un gran amigo.

Dobby sonrió y sus saltones ojos se llenaron de lágrimas de felicidad.

—¿Podrías hacerme un último favor?

Dobby asintió. 

—Necesito hablar con Draco. ¿Podrías  ir por el?

—Dobby lo hara señor, pero dudo que el señor Draco Malfoy quiera verlo. Dobby supo que Lucius  Malfoy esta preso en azkaban. Dobby siente pena por el, señor. Dobby no queria que eso le pasara a su antiguo amo, señor. 

Harry se quedó en silencio, antes esa noticia  sabia que era mejor no hablar con Draco, o podría  empeorar todo. Debía  darle su espacio.

~º~
Después de finalizar las clases, Harry otra vez se encontraba en la estación  a punto de irse a la casa de los Black. Empezo a buscar de manera  disimulada a Draco pero no podía  verlo  en ningún lugar.

—Otro año finalizado—le saludaron los gemelos, se habían acercado a el—. ¿Qué tal te fue en los TIMOS?

—No tengo la menor idea—se sinceriso Harry—. Estoy seguro que tendré Troll en todos.

—Descuida, estamos seguros que te fue bien—le comento George quitandole importancia

—¿Que tal les fue con la broma? Me olvide de buscarlos. No los encontraba por ningún  lado y además  estaba preocupado en esos TIMOS.

—Nos fue bien. Si—le dijo Fred

—¿No recibieron un fuerte castigo, verdad?

—No—rió George—. Nada de eso. Nos expulsaron en realidad.

Harry se asusto al escuchar lo que había  ocasionado.

—Pero sin pena. Nosotro no  lo lamentamos—le dijo Fred—. El último  año no es necesario.

—Solo es necesario si quieres  trabajar para el ministerio. En fin, Harry fue un placer. Ahora debemos  irnos, solo quisimos saludarte.

—Gracias por venir—les dijo  Harry—. Creanme que me hacía  falta.

Se despidió  de los gemelos y tirando de su baúl  salio del andén.

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