Always-Nuevo inició.

~LARGAS VACACIONES~

-Varias semanas después-

El solo tener que pasar pocos días en la casa de sus tíos se convertían en momentos realmente desagradables, no apreciaba ese lugar y menos en días tan calurosos.

Sirius le había prometido que después de una semana con los muggles, volvería al numero doce de Grimmauld Place.
Pero esa semana de estancia, se empezó a alargar de una manera exagerada, a tal modo que en algunos momentos parecía frustrante.

Por ese motivo, existían varios momentos en que Harry deseaba salir volando por la ventana de su habitación, o agarrar sus maletas e ir caminando hacia la casa de su padrino.
Tenia su baúl listo y muchas monedas para pagar al autobús Noctámbulo, y aunque los deseos de alejarse de los Dursley fueran mayores, no podía hacerlo y menos sin recibir alguna señal aprobatoria de Sirius.

Por lo cual, Harry no tenia de otra que estar pendiente de todo tipo de noticias, tanto buenas como malas. Del mundo mágico y mundo muggle.
Le había escrito a su padrino dos veces por semana y cada respuesta que recibía era muy confusa, seria, como si el mismo Sirius no lo respondiera.
Por lo que decidió dejar de enviarle cartas.

Cuando se cumplió el mes con los Dursley, un tiempo que parecía eternidad. Se daba cuenta que los días eran muy monótonos y repetitivos, una rutina muy aburrida.
Todas las mañanas prefería estar en su habitación, por las tardes esconderse detrás de la ventana y encontrar la manera de escuchar las noticias, las cuales tenía prohibido por el complejo nervioso de su tía.   

Un día, siendo las tres de la tarde, Harry ya cansado de los mismos comentarios absurdos de sus tíos sobre la magia, decidió alejarse de la casa y caminar sin rumbo previsto, con el único propósito de no pensar sobre el regreso de Voldemort y como el mundo mágico se negaba a aceptarlo.

Aunque sentía que no era  lo mas recomendado en ese momento, deseaba mantener la mente ocupada, tal vez mirar a las personas e imaginar por los distintos problemas que deben estar pasando.

No le tomó mas de cinco minutos alejarse de la casa de sus tíos.
Caminaba y caminaba sin prestar mucha atención a lo que pasaba detrás de el. Su primo quien al verlo salir distraídamente, se había propuesto a seguirlo con el solo motivo de intimidarlo y conseguir un castigo muy duro para Harry. 

Cuando el azabache logro llegar a un pequeño parque que se encontraba desolado debido al calor, se detuvo cerca de una banca de madera, se sentó y respiro pesadamente, se sentía realmente fastidiado por el sol, y todo aumento al oír las muy reconocidas pisadas de Dudley, el cual siempre arrastraba los pies.

—¿No deberías ir en busca de un niño para golpear?

Dudley se detuvo a unos pocos metros de el, mirando de manera rápida los bolsillos de su primo, adivinando en cual podría estar escondida su horrenda varita mágica.

—¿Porque no te recogieron como el año pasado?—le preguntó a Harry con una  mueca de burla e incredulidad—. ¿Porque no te fuiste con esos anormales?

—Veo que tu mami no te enseño que es descortés responder con otra pregunta. Y como respondiste con dos... Eso te hace el doble de estúpido.

Las manos de Dudley al instante se cerraron, aguantando las ganas de cerrarle la boca a Harry con un solo golpe.

—Solo hablas por que tienes eso contigo—gruño—. Haber levantate y repite.

Harry dibujo en su rostro una sonrisa. Había logrado irritar a su primo con mucha facilidad.

—Si a “Eso”, querido Dudley,  te refieres a la magia...

Harry se llevo una mano al bolsillo derecho y saco su varita mágica.
La miró con una sonrisa, en ese momento estaba muy deseoso de meterse en problemas, tal vez de esa manera Sirius aprendería que no debe dejarlo con los Dursley.