Always-Nuevo inició.

~HERMANA~

En la sala común de los leones, la calidez de la chimenea ponía de muy buen humor a Ron y  Hermione.

Ambos jóvenes no podían creer la conversación que estaban teniendo.

—Fueron muchos años, crecimos juntos—hablaba Ron echado de largo en el sofá—. Pero es imposible recordar con una sonrisa, ya estaba harto de vivir en la sombra de el.

—Exacto y eso es lo que el no comprende—dijo la castaña—.  Fuimos pacientes pero nuestro limite se excedió.

—Y sabes... No perdimos ni ganamos nada, mas bien nos hemos puesto a salvo. Ese Potter  coquetea mucho con la muerte.

Hermione le dio la razón con una leve asentada de cabeza.

En ese preciso momento alguien ingreso por el hueco del retrato, era una joven que resaltaba por la belleza de su rostro, su largo cabello estaba amarrado en un moño alto y no parecía de muy buen humor, tal vez disgustada por algo personal.

Se acercó sin titubear hacia Ron y con los brazos cruzados empezó a desahogar su malestar.

—Eres un cabeza hueca, lo que hiciste no tiene perdón—le dijo sin causar ni el más leve asombro—. Todo estaba bien y llegas y lo arruinas.

—Primero que nada, ten cuidado de como me hablas, Ginny—le respondió con el ceño levemente fruncido—. Soy tu hermano mayor y aunque no te agrade merezco respeto.

La joven pelirroja entre cerro los ojos mientras fruncía los labios.

—Por favor—se rió Hermione—. No me digas que es por Potter.

—Ustedes son realmente despreciables—escupió con rabia Ginny—. El les dio su confianza y ustedes lo tratan peor que un perro.

Ron resoplo cansado.
—Ya te olvidarás de ese mimado, niñito del director—le dijo a su hermana—.  Habrá muchos mejores que el.

—¡Tu no sabes nada!—le grito bajando sus puños a la altura de su cadera y  apretandolos con fuerza—. Yo siento algo por el y ahora con tu maldita doble cara me has arruinado. Harry jamas confiara en otro Weasley.

Rob y Hermione se miraron con una expresión de burla y luego al mismo tiempo se rieron de los sentimientos de Ginny.

—¿Enserio, hermanita?—se siguió burlando Ron—. Bien sabemos que lo único que te importa de Potter es su fama y esa desagradable cicatriz que tiene.

—No es necesario que finjas, Ginny—le aconsejó Hermione con una sonrisa nada amable—. Mejor ve con esa típica santidad a otro lado, o mejor engatusa a Thomas, es mas fácil. No pierdas tu tiempo con Potter. 

No iba a permitir que ellos le hablaran de ese modo, por ese motivo y con completo enojo, la pelirroja dio media vuelta y salio de la sala común. Dejando que Ron y Hermione se envenenaran con su propio veneno.

Un veneno que no tardo mucho en esparcirse.

—¿Puedes creerlo?—dijo Ron a la castaña—. Ginny aun no pierde las esperanzas.

—Por lo menos te librarás de ser familia de ese—le dijo con una sonrisa

—Creo que debí decirle algo mas a Ginny—se puso a pensar—. Con eso ya se hubiera olvidado por completo de Harry.

—Eso ya no importa—comento la castaña relajándose en su asiento—. Deja que sola se saque las vendas de los ojos.

Ron asintió con una sonrisa y cerro los ojos para disfrutar del calor de la chimenea.

Estaba tan relajado, cuando de pronto sintió una tremenda cachetada en toda la mejilla izquierda. Despertó gritando y asustado.

La mitad de su rostro estaba ardiendo, y en frente tenia a los gemelos que con una expresión le dejaban bien en claro que ya se habían enterado de todo.

Atrás de ellos seguía sentada Hermione que fingía que el tema no era con ella.