~UN ÚLTIMO INTENTO~

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Los cortos meses de vaciones le habían servido para reflexionar, además que eran un buen pretexto para poder comenzar de nuevo, encontrar la forma de realizar movimientos sorpresas y convertirlos en nuevas experiencias. 

—¡Ya regreso! ¡Ya regreso!—informó a su padrino bajando con rapidez la escalera.

—¡Ey!—Black se había puesto en frente de la puerta para que su ahijado no pudiera salir.

Harry se detuvo en frente de el. Se había  vestido muy casual y llevaba su capa invisible con el.

—Dejame salir—le rogó a su padrino—. Sera rápido. 

—Claro que no. Has estado raro estas semanas. Te encierras en tu cuarto. Te ries solo por minutos. Haces mucho ruido—se empezo a preocupar—. Dime la verdad. ¿Vendes droga?

Harry doblo su capa invisible y la puso en su brazo izquierdo.

—No—le dijo—. Solo estoy ideando planes.

Sirius no estaba convencido. 
—No saldras. Es peligroso que salgas. Muy peligroso y esa capa no te podra ayudar en nada. Solo te hará  invisible. En poca es casi inútil. 

—Yo creo que ser invisible es muy útil.

Sirius fruncio el ceño.
—¿A donde iras? ¿Porque a esta hora? ¿Y si te pasa algo?

—Estare fuera unas pocas horas. Ire a... eh... a casa de los Weasley. Si a casa de los Weasley—mintió  con una sonrisa confiada.

—Ay—suspiró  Black rendido por la insistencia—. De acuerdo pero no olvides volver. Tienes que volver  o tendre que salir a buscarte.

Harry asintió. 
Black se quito de enfrente de la puerta y el azabache salió  rapido de la casa.

Claro que no iba a ir a casa de los Weasley. ¿Que iba a hacer ahí? Los quería, pero no tanto para salir todo emocionado  una tarde solo para verlos.

Claro que no.

Lo que en verdad queria hacer era actuar de manera inteligente, aunque quizá para algunos de manera tóxica. Estos últimos meses y su interacción con Voldemort le había  servido de lección  para darse cuenta que no era bueno el rencor. La vida podia ser corta y debia vivirla al máximo. 

Entonces hace una semana  lo habia decidido. Iría a casa de los Malfoy. El sabia que  eso sería  muy mal visto, que incluso podía terminar peor.  Pero  no iba a arruinarlo esta vez. Claro que no. Aunque sea para poder ganar su amistad.

Desde el inicio de su relación. Había  sido Draco el valiente. Entonces le tocaba ahora a el. Y no lo iba a defraudar.

Se puso  la capa invisible y se dirigió  a una ruta  conocida para encontrarse de nuevo con el autobús noctambulo, era la unica manera de poder llegar hacia la mansión de los Malfoy y de una manera más rapida.

Estuvo unos cinco minutos estirando el brazo, incluso se le empezaba a endormecer.
Al minuto seis un fuerte viento se sintió  en la cara y un enorme autobús  de dos pisos  se detuvo  en frente de el. Del cual bajo un cobrador.

—¡Ay, no se puede ser! ¡Eres tu! ¡Barry!—Exclamo Yoom, el cual era el cobrador del autobús mágico que el año pasado ya había abordado a Harry.

—¿Eres Yoom?—se sorprendió  Harry. Era increible como dos veces podía tocarle el mismo autobús. 

El cobrador se acerco y le palmeo la espalda.

—¿Otra vez te echaron? Que mala onda. No hay solidaridad en este mundo. No hay corazón. 

Harry negó. 
—Solo quiero ir a visitar a alguien.

—Ya decia yo. Ya decia. Por eso sin equipaje.  Sube. Subele entonces, para que no llegues  tarde.

Harry subió  rapido y se sento en una silla que estaba  al costado de una mesa algo sucia y pegajosa.

—Escuche de ti. Barry—le dijo Yoom con una sonrisa—. Fue genial. Muy auténtico. Muy del nivel que acostumbras. 

—El diario el profeta puede exagerar todo.

Yoom se sentó  al costado suyo.
—¿Y a donde  vas por cierto?

—A la mansión  de los Malfoy.

—¡OIES ESO!—exclamo Yoom felíz—. ¡A LA MANSIÓN  DE LOS MALFOY!

El conductor dio un giro en U  demasiado rápido y peligro.
—¡A la mansión  de los Malfoy, mi hermano! ¡Agarrate que  ahi vamos!—grito un voz  desde el asiento del conductor.

Harry miró rápido y  se percató  que era la voz de una cabeza encogida.

Yoom sin embargo seguía  mirando a Harry.
—¿Y porque a los Malfoy?

Harry se sintió  incomodo y algo mareado por el brusco movimiento. 
—Por un amigo—le explicó mientras se acomodaba en el asiento—. Ire a visitar a un amigo.

—Difícil Barry. Difícil—lo comprendió  Yoom—. La amistad es cool, hermano. Un amigo... ya digo yo. Todo normal... todo genial... todo, pero no se agarren de las manos.

—¿Qué?—se extraño.

—Las manos... ¿Tu me entiendes no? Tienen gérmenes o incluso pueden hacerte una promesa. De esas que te matan. Me paso... triste desenlace. Mejor no hablar de eso. Pero fue triste. Muy triste.

Harry se empezó a sentir incómodo y desvío  su mirada a la ventana, ya se estaban acercando a la mansión  de los Malfoy.

—¡Ya falta poco!—exclamó  Yoom poniéndose  de pie y caminando hacia la puerta—¡Parale! ¡Pisa el freno, que nos estrellamos!—el autobús  freno de golpe quedando frente  a frente con un arbol—. Listo. Bien echo.

Harry salió  rapido  del autobús, le pago al cobrador y se despidió  de el con un gesto de mano.

—Cuidate, Barry. Nos vemos—se escuchó su voz mientras se alejaba con el autobús. 

Always-Nuevo inició.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora