Always-Nuevo inició.

~BAILE DE NAVIDAD~

El baile de Navidad se acercaba y eso significaba una complicación nueva para Harry. La profesora Minerva Mcgonagal le había dejado en claro cual era el primordial motivo del baile, el cual es una parte tradicional del Torneo de los tres magos.
Y los mas importante de todo, era que debía invitar al baile a una señorita... Una joven.

Al baile sólo irán los alumnos de cuarto en adelante, por lo que la vergüenza de bailar mal frente a todo el colegio no se iba a ser realidad.

Una vez las clases se terminaron, no perdió mas tiempo y corrió hacia la sala común de Gryffindor.
Cuando ingreso por el cuadro de la dama gorda, se sintió algo incómodo, esto debido a que muchas señoritas lo miraron con una sonrisa y se sonrojaban.

Intento ignorarlo, subió las escaleras, ingreso al dormitorio y busco con desesperación el espejo que le había obsequiado su padrino.

Solo podía ver su propio reflejo, pero sabia que eso era momentáneo.
Se sentó en su cama y empezó a llamar a Sirius en voz alta.
Solo demoro diez segundos para que el animago respondiera.

“Oh... Cachorro. Dejame adivinar. Estas en problemas” tenía el espejo muy cerca de su ojo izquierdo, el cual era de un hermoso color gris.

—¿Como lo sabes?

“Porque normalmente soy yo el que te busca” cambio la posición del espejo a su otro ojo, eso incomodo a Harry.

—Sirius... ¿Estas bien?

“¿Que? ¿Que te hace pensar eso?”

—Solo veo tu ojo. ¿Estas que lo haces a propósito?

“Mm...” volvió a cambiar la posición a su otro ojo “Tuve un accidente. Kreacher no entendió mis instrucciones y pues... El maldito quemo mi ropa”

—Lo siento... —murmuró Harry y cerro los ojos recordando que era lo que tenía que decir—... Okey...¿en que estaba?... ¡Ah!—exclamo y abrió ambos ojos con horror—. Necesito pedirte un gran favor.

“Ladra”

—Eh... ¿Que?

“Que hables... Ya sabes. Mi animago es un perro y... Olvidalo, continúa”

—Como sabes, fui yo quien compro todo lo que estaba en la lista. Pero... Se me olvido una cosa, en realidad no se me olvido. Lo ignoré porque no creí que en realidad seria necesario.

“¿Cual?”

—Necesito una túnica de gala.

“Oh...”

—La profesora dice que es mi obligación  ir al baile que organizaran, porque soy un campeón y tanta estupidez.

“No te preocupes, eso es fácil. Te la compro y te lo mando”

—Gracias, también tengo que pedirte otro favor... En realidad un consejo.

“No digas mas. Se que necesitas invitar a una chica al baile y te da miedo, te meas”

—No se que hacer—le dijo desesperado—. No quiero invitar a nadie, pero tampoco puedo ir solo porque parecería un imbécil.

“No se vería bien que vayas solo... Hoy mismo invita a una chica, si esperas mucho se hará más complicado”

—Pero ellas son tan raras, se ríen...

“No son raras, Harry. Solo se emocionan, debe ser el sueño de muchas ir con un campeón. Solo acercate, sin miedo, e invitala”

—¿Y si dicen que no?

“¡Harry James Potter Evans! Tu padre era el hombre mas perseverante del mundo y tu madre la mujer que mas le negó una cita. Solo acercate a una chica y dile: Ey tu... Si tu. Sale conmigo, en la noche para el baile”