Always-Nuevo inició.

~ENCUENTRO~

La impresión de lo vivido no solo se quedo para el mismo, en pocas horas algunos maestros se llegaron a enterar de la presencia del señor Crouch, como de la delicada salud que tenía.
 
Harry no podía guardarse más esa información y quiso comunicarse con la única persona que podía aclararle algunas dudas.
Así que después de que el director le quito la vista de encima, llego a la sala común de los leones, subió rápido hacia su habitación y agarro el espejo mágico que estaba sobre su cama. Incluso las manos le temblaban de lo ansioso que estaba.

—Sirius... ¿Estas ahí?—dijo en voz alta y el rostro de su padrino apareció, se le veía algo cansado— Tengo que decirte algo de suma importancia.

“En pocas palabras. Es chisme ¿verdad?”

—Si. Del bueno.

“Ladra sin miedo”

—Hace pocas horas estuve hablando con el señor Badman, de algunas cosas... Sin importancia... Pero luego apareció el señor Crouch, estaba decaído, se veía flaco, algo enfermo. Decía que quería advertir a Dumbledore de algo. Luego mencionó a Bertha Jorkins, y parecía pensar que estaba muerta. Insistía en que tenía la culpa de unas cuantas cosas... mencionó a su hijo.

“Mm... Los rumores son ciertos...”suspiro con pesar “Bertha esta muerta...”

—¿El tiene un hijo? Porque no lo sabia...  No tiene la cara de ser padre.

“Tubo uno... El Murió”

—¿Como así?

“Veras... No soy muy admirador de Crouch. Más bien lo odio un poco. Cuando estuve en azkabam, su único hijo llego, lo apresaron, murió a los pocos días”

—Pero... No lo entiendo ¿Porque? 

“Harry, el hijo de Crouch era, según las malas lenguas, un mortifago. Y como papá crouch no quería quedar mal ante todos... ni siquiera negó o afirmo que su hijo estaba en malos pasos. Al parecer su silencio era peor”

—Tal vez eso lo atormentaba... Sabes, siento un poco de lastima.

“¿Donde esta el?”

—El profesor Dumbledore pidió que sea llevado a San Mungo. Snape lo hizo.

“Bueno, por lo menos esta bien, solo espero que su diagnostico no se lo guarde el ministerio”

—Bueno si... ¿Y tu? ¿Que haciendo?—de un momento a otro se mostró curioso por las actividades que realizaba su padrino. 

“En realidad forme un club, estamos en reunión ahora. Somos dos miembros aun...”

—¿Y de trata la reunión?

“Por eso hicimos la reunión. Para saber de que tratarla.”

—¡¿Que?!—se extraño—. ¿enserio crees que sea buena idea? Suena a un plan perverso.

“Si... En realidad todo fue una escusa para que alguien no me dejara solo... Y menos ahora que sabe donde guardo mi licor, el sabe demasiado. Debo ocultarlo... Descuartizarlo”

Harry guardo silencio y solo asintió. La conversación con su padrino ya se estaba poniendo rara.

~•~

Esa misma noche, no soporto más la curiosidad de saber que había pasado con el señor Crouch, si había tenido alguna mejora.
Por eso necesitaba comentarle todo a Ojo Loco. Sirius le había recomendado hablar con el cada vez que se sentía ansioso, desconfiado o curioso.

Mientras bajaba las escaleras, se percato de un ruido, alguien mas había salido de la sala común de los leones. Se detuvo y volteo para saber de quien se trataba: Eran los gemelos Weasley... Ambos cuchicheaban entre si con una carta entre sus manos, parecían ocultar algo delicado.  

Aunque quería hablar con Ojo Loco, Harry mejor prefirió esperarlos y averiguar que estaban planeando hacer, pues todo lo que hacían los gemelos era de interés.

—No lo se... Lo que menos queremos son problemas...—susurraba uno de los gemelos a su hermano—... Pero tampoco podemos quedarnos con los brazos cruzado...—llegaron al escalón donde se encontraban el azabache y se detuvieron al instante cuando lo vieron,  quedando en un silencio pesado e incómodo que a los pocos segundos acabo.

—¿Que onda con ustedes?—le preguntó Harry con una pequeña sonrisa cómplice.
 
Fred entre cerro los ojos. 
—Es un secreto...—le susurro místicamente—... Algo de importancia. Tu no dirás nada y yo no diré nada.

Harry rió al imaginarse las múltiples situaciones en la que estaban metidos los gemelos.
Los acompañó hasta la lechuceria mientras conversaban sobre el mejor y mas rápido método de hacer dinero.

—•—

Algunos días habían pasado y mientras esperaba que la fecha de la tercera prueba se acercara.
Harry había notado un comportamiento muy extraño en algunos profesores, pero el caso mas particular era el de Ojo Loco, el cual parecía mas ansioso y paranoico de lo normal. 
Sus clases se habían convertido en un campo de guerra, siempre gritaba cuando alguien hacia algún movimiento, le alteraba incluso el leve  ruido de un insecto.

Aunque era algo incomodo, el director no había recibido queja de los alumnos, por lo que Harry considero era solo su imaginación, por lo que prefirió ignorarlo y considerarlo normal del comportamiento del ex auror, debido a sus duras experiencias.

Pero una mañana todo se puso más raro, sin que el mismo se pudiera dar cuenta, en la clase de Adivinación y mientras se concentrada en ignorar la muecas burlonas Ron, su mente dejó el aula y tuvo un sueño muy peculiar.

Le hubiera gustado que nadie se diera cuenta, pero por la gravedad y el dolor en la frente término en la enfermería, siendo visitado por Albus Dumbledore, quien se mostraba curioso por lo sucedido. Pero Harry se negó a comentar lo que en verdad había visto en su sueño.
De cualquier forma. ¿Como podía explicarle al director? No era fácil decir que había visitó a Voldemort torturar a alguien por un error garrafal.

No quería preocupar a nadie, y menos saber la razón por la cual podía soñar, ver y sentir las acciones de Voldemort.
La sola idea de que tuviera algún tipo de conexión con el, le desagradaba.

•••

Después de un tiempo, el muy deseado momento había llegado, los campeones se encontraban muy ansiosos, y apesar de la que la última prueba iba a realizarse en pocas horas, las clases aun se seguían dando.

Después de desayunar en el gran comedor, los campeones fueron a la sala de al lado, Harry parecía ser el único que no comprendía, hasta que escuchó por parte de la profesor de transformación que las  familias de los campeones estaban invitadas a la última prueba y que tenían la oportunidad de saludarlos y darles aliento.

Como Harry no esperaba a nadie, prefirió no moverse. Era mejor quedarse donde estaba a sufrir una vergüenza por no tener algún familiar que fuera a verlo.

Estaba por agarrar su varita y retirarse del gran comedor cuando un grito de la profesora llamó su atención.

—¡¿Quien trajo a este perro?!

Harry totalmente perplejo, dirigió su mirada hacia la sala de al lado, ¿Ese perro era Sirius?

Fuertes ladridos se escucharon hasta donde el se encontraba, de repente la puerta de la sala se abrió de golpe y un enorme perro lanudo corrió con fuerza hacia el.