Capítulo #35

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Pov, Hebron:


Me despierto porque una luz me da directamente a la cara, además siento un vacío a mi lado. La noche de ayer fue la mejor que he tenido en mucho tiempo, me sentí en casa.

Me levanto y camino hasta la cocina de la casa de Skye y la encuentro haciendo el desayuno, ella lleva un moño y mi camisa que le queda bastante grande. Está cantando Better in Stereo - Dove Cameron, conozco la canción, porque a Kay le encanta la serie de "Liv y Maddie" y siempre está cantando esa canción.

Me acerco lentamente a ella, sin hacer ruido alguno y la tomó por la espalda dándole un abrazo, ella pega un pequeño brinco junto a un chillido y hace que me ría, sus reacciones a mis abrazos o caricias me encantan.

-Me asustaste, siento que se me va a salir el corazón.

-Esa era la idea, linda.- Ella se sonroja, le doy un beso y luego recuerdo la noche que tuvimos y además que recuerdo que me vine como 3 veces dentro de ella y no quiero ese tipo de bendiciones, sé que estamos teniendo un momento romántico, pero no quiero sorpresas de ese tipo.

-Skye tenemos que hacer algo luego de que tomemos el desayuno, bueno yo la compraré.- Ella me ve confundida, pero después entiende de lo que estoy hablando.

-No te preocupes, creo que mi hermana mayor tiene una en sus cosas, la iré a buscar, si no la puedo ir a comprar.- Dice, y se va a buscarla. Me quedo solo en la cocina, observó todo a mi alrededor y me doy cuenta de que me encanta esa sensación de despertarme y tenerla a mi lado, me gustaría hacerlo cada mañana.

Esos sentimientos me asustan un poco, pero luego me doy cuenta de que si quiero que eso pase tengo que comenzar por ganarme su corazón poco a poco. Quien diría que por un reto, terminaría enamorado de esa chica que siempre caminaba detrás de sus libros y que si le decías algo que no le parecía, te contestaría sin importarle nada.

Siempre supe que Skye no era una nerd que se escondía detrás de libros y suéteres, solo odiaba que todos la vieran y que pudieran ver quien es en realidad, ella no es tímida solo odia que los demás la vean y noten que pueden hacerle daño.Y por eso nos entendemos tan bien, y comprendemos que si estamos juntos esa sensación desaparece, sabemos que podemos ser reales y no nos van a buscar por lo que pensemos y hagamos.

-Encontré una, pero creo que está vencida. Lo mejor es que pida una, la farmacia de Lu tiene express. Mi mamá está fascinada con eso, siempre está comprando cosas.-Me quedo en silencio observándola, ella nota que no he dicho nada.

-Dije algo que no te gustó, perdón, es que hoy me siento muy bien y cuando eso pasa mi lengua se suelta y hablo mucho. Siento que estoy donde debería haber estado desde hace mucho tiempo. -Dice rápidamente tratando de que diga algo, camina adonde estoy y se sienta en la encimera al frente de mí.

-Te parecerá raro, pero yo también, siento que estoy en casa y no quiero que esa sensación pase nunca.- Le digo acercándome a ella y quedando entre sus piernas.

-Nunca va a acabar.- Dice para luego darme un beso, ella se separa y con su mano izquierda acaricia mi mejilla y luego une su frente con la mía. -Lo prometo.

Esa promesa tiene un gran efecto en mí ya que mi corazón comienza a latir con mucha rapidez. Nunca había sentido tanta verdad en una promesa sé que ella no va a fallar nunca a esa promesa y yo tampoco lo haré.

-Yo prometo, que nunca volveré a herirte.- Nuestros ojos nunca se separan, sellamos nuestro pacto con un beso. Luego ella me dice que es hora de desayunar y que va a hacer el pedido para que esté aquí rápido.

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