HEBRON

Capítulo #42

Pov, Hebron:

 Resumir los siguientes días es fácil. Estrés, dolores de cabeza, lágrimas, recuerdos, abrazos, terapias, sentimientos encontrados, solo son algunas de las cosas que atravesaron por todos nosotros, en una semana. La normalidad estaba regresando y eso me gustaba, que tres familias estén tan unidas no solo hace que todos tengamos esos sentimientos de pertenencia y seguridad, sino que en algunas vidas tenga por fin normalidad. 

Los rayos de sol, me despegan de mis pensamientos. Veo por la ventana desde mi habitación. Los colores celestes están más que perfectos, veo el reloj que está en la mesa de noche que marca las 9:45 a.m marcando un sábado de perfección como lo llama Kay el cual los ama. Un movimiento en la cama llama mi atención. Unos shorts de Batman salen por debajo de la cobija, llevo mi mano a ellos y alcanzó a tocar algo tiene una forma interesante. 

 —No pierdes tiempo, no me toques el culo. Y déjame dormir, tus ronquidos no me dejaron descansar.-Dice Skye saliendo de entre las cobijas con su rojizo cabello hecho un alboroto, sus ojos grises buscan los míos. Toma mi mano y la coloca en su mejilla.

-Buenos días.- Su sonrisa hace que mi corazón se comience a derretir. -Buenos días mi patito feo. -A veces te quiero romper la cara, pero luego recuerdo que te seguiría viendo guapo con ese aire misterioso. 

-Mi novia amaneció muy agresiva este día.- Sus ojos se conectaron con los míos y su sonrisa se hizo más grande que nunca. 

 -Se escucha lindo cuando dices eso, jamás pensé que llegaríamos a esto, jamás pensé escucharte decirme algo más que "Niña horrorosa". 

 -Yo tampoco, pensé que nos odiaríamos toda la vida y que tu tarde o temprano me darías algún veneno o me venderías a los Yakuza, pero lo que sé es que siempre fuiste Mí, niña horrorosa.- Skye se coloca sobre sus codos, esto sin cortar la conexión de nuestros ojos. 

-Todavía te puedo vender, creo que me vendría bien un poco de dinero.- Skye salta sobre mí, su cuerpo en esa pijama toda infantil está sobre el mío y en vez de estar caliente, siento seguridad, su sola presencia hace que todo lo malo se vaya. 

-Te amo.- Sus palabras hacen que mi corazón se vuelva loco. 

-También te amo. Beso, sus labios, con la mayor delicadeza. Ella no tardó en corresponder, sus brazos enrollan mi cuello y mis manos van a sus caderas, nuestros labios tienen un ritmo tan dulce, que tengo en sentimiento que somos parte de una de esas películas románticas que Lena tanto ama. Un toque en la puerta, nos toma por sorpresa. 

-Skye, ¡¿ya estás despierta?- La voz de Marg, al otro lado de la puerta ya se me hace tan normal, durante toda la semana ella ha estado aquí, papá y ella de verdad se merecen, ella lo ama y su mirada dice todo eso que las palabras no dicen. Aunque se comprometieron, decidieron por la situación de Lena y su familia aplazar la boda hasta las vacaciones de verano. 

- Sí, ya estamos despiertos. 

-Buenos días, chicos voy a hacer unas compras, me llevaré a Kay, Hebron tu papá no está, fue con Lena a la terapia de su madre y Skye tu loca madre dice que pases ahora en la tarde, ya que mañana se van para New York y regresan el jueves para la navidad. Bueno, chicos me vooooy.- Las pisadas de Marg se escuchan, ella baja por las escaleras y cierra la puerta con llave, luego de eso el sonido del automóvil se escucha. 

 -Bueno, nos quedaremos hoy aquí todo el día, eso decreta el rey.- La mirada de Skye está perdida en la nada, poco a poco se va sentando en la cama, mi piel siente lo frío de nuestra separación. 

-¿Qué tienes?- Dije llamando su atención, ella me dedicó una sonrisa torcida. -Perdón, es que cuando mi tía mencionó New York, recordé la universidad y que ya casi comienza la entrega de resultados.