Capítulo #31

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POV, Skye:

Siento miedo cuando me acerco a él, tengo miedo de que me odie. Lo que hizo no estuvo bien me trató como un objeto, pero reconozco que él mismo me lo confesó y creo que eso me agrado un poco, no digo que estuviera bien y que lo he perdonado pero verle así y recordar como lo traté me hizo saber que me comporte como lo que siempre prometí no convertirme. Cuando llego a donde él está abrazando a la chica llamada Lena, siento mucho más miedo.

-¿Hebron, podemos hablar?- Le digo con voz temblorosa y con un poco de nerviosismo, él levanta la mirada y sus hermosos ojos azules conectan con los míos y la poca valentía que reuní se derrumba. Él suelta a la chica y ella se da vuelta, siento que la he visto antes pero no se donde es muy bonita.

-Hebron, voy a ir al baño.- Dice ella, me sonríe y desaparece por el pasillo. Nos quedamos en silencio viéndonos el uno al otro, yo no puedo dejar de ver sus ojos azules que están rojos por llorar, su cabello que está perfectamente desaliñado que lo hace ver más guapo de lo normal.

-Necesitamos hablar muy bien.- Le digo, y vaya que necesitamos hablar.-Si, que te parece si nos vamos.- Dice con una voz bastante ronca por llorar.

-¿Adonde quieres ir?

-Tengo el lugar perfecto para nosotros.- Dice, estira su mano hacia mí, la observó y sé que si la acepto mi vida va a cambiar nuevamente, pero tengo la buena sensación de que ahora todo ya va a estar bien. Sin pensarlo más, tomé su mano y corremos a la salida, corremos por el estacionamiento hasta su camioneta. Mientras viajamos ninguno de los dos dice nada, Hebron solo sacó su celular para avisarle a Lena que se había marchado del Instituto.

Después de unos 20 minutos de viaje llegamos a una playa que está como escondida, no hay ninguna persona en toda la playa, nos bajamos de la camioneta y caminamos hasta llegar donde está un árbol una de sus ramas tiene la forma de perfecta para sentarse en ella y ver el mar, obviamente nos sentamos en esta. Luego de unos minutos viendo la playa y estando en completo silencio él quita la vista de la hermosa playa y la deja en mis ojos. Cuando él me ve directamente a los ojos siento como si pudiera ver mi alma, a veces me incomoda tener contacto visual con los demás pero con él todo es distinto.

-Perdóname, por haber cagado lo poco que teníamos. Pero este mes lejos de ti, el ver como me evitabas me hizo darme cuenta de que estoy locamente enamorado de ti, no sé qué me hiciste pero no puedo dejar de pensar en ti.- Dice, él acaricia mi mejilla derecha mi piel se siente un poco fría bajo su tacto.

-Hebron, perdóname por tratarte de esa forma en el estacionamiento, estaba enojada.-Digo con todo la sinceridad del mundo y un poco de pena, luego de irme ese día pase con pena por una semana me sentí una persona horrible.- No quería humillarte de esa manera solo me deje llevar por mis impulsos.

-No tienes de que disculparte, yo tuve la culpa nunca debí haber apostado en primer lugar y mucho menos haberte tratado como lo hice todos estos años, pero ahora me doy cuenta de que lo hacía porque quería llamar tú atención, desde que te vi por primera vez en la escuela algo de ti me llamo la atención, pero nunca fui capaz de aceptarlo hasta ahora, que me di cuenta de que eras mi verdadero amor.- Dice, yo ya me encuentro llorando sus palabras me llegan al corazón. No puedo más y me acerco a besarlo, pero él me detiene como sus ojos nunca dejan los míos se que no lo hizo por no querer besar, él rápidamente se explica:

-Yo también quiero besarte, pero quiero que iniciemos bien. Quiero ganarme tu corazón, además más tarde tendremos tiempo para hacer eso y mucho más.-Ver con la seguridad y la sinceridad de con la que me habla me hace llorar un poco más.

-No llores, no por favor. Es lo último que quiero verte hacer ya no quiero que llores más por mi culpa.- Dice acariciando mi mejilla, me besa la frente y me abraza. Nos quedamos abrazados por un largo tiempo hasta que él se mueve un poco y me dice que va a sacar algo de la camioneta. Él regresa con una manta y la pone en la arena bajo una palmera, nos sentamos y nos abrazamos. Se siente la paz entre nosotros y eso me agrada demasiado, creo que desde hace un largo tiempo no tenemos paz.

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