Capítulo #33

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Pov, Hebron: 

 Decir que no estoy nervioso es mentir, la verdad es que el solo hecho de visitar a Skye me pone nervioso, nunca antes me había sentido de esa forma con una chica, pero esta sensación de alguna manera me agrada.Estoy en la puerta de su casa y tengo tantos nervios que no sé si tocar o solo entrar, bueno la verdad es que no tengo idea de qué hacer. 

Luego de unos minutos de una lucha mental, decido tocar el timbre. Pasan unos segundo y ella abre la puerta, mis ojos viajan por su hermoso rostro, siento que no la he visto desde hace un año, pero en realidad nos vimos durante toda la semana en el instituto, suena patético, pero cuando estoy con ella algo cambia y no lo puedo explicar.

 -¡Hola! mi papito feo.- Digo sonando demasiado emocionado, me gusta como hace que me sienta, me siento libre de ser yo mismo con ella, sin el tonto miedo a que me juzgue o me critique. El solo hecho de verla me hace sentir emoción y felicidad. Con ella aprendí que no tengo que poner una barrera y mostrar que todo "está bien".

-¡Hola! caballero, pase adelante.- Dice, en una forma muy elegante como si estuviéramos en un palacio británico, la forma en la que lo dice, hace que suelte una pequeña risa, ya que me la imagino con un bigote gigante y un traje. No tengo idea de que me esta pasando. No comprendo en qué momento pasé de ser alguien que no quiere mostrarle sus sentimientos a nadie, a una persona que se sonroja y sonríe con solo ver a una chica o pensar ella.

 Aunque no es cualquier chica, sino que es la chica de la que estoy locamente enamorado, ese día en la playa con ella hizo que sintiera cosas inexplicables, cosas que desde hace un largo tiempo no sentía, perder a mi madre me dejó sin algunas emociones, siempre tenia que sonreír y seguir adelante sin importar lo que pasara, cuidar a Kay me resulto bastante difícil, ya que tenia que hacer un gran esfuerzo por dos personas, tenía que evitar llorar por el bien de los dos, tenía que evitar que alguien nos hiciera más daño. 

 Pero ese día el cual nunca olvidare y siempre marcare en el calendario, ella me regreso mis esperanzas de vivir de una mejor forma, ese 30 de noviembre ella me regreso todo lo que mi madre se llevó con su partida de este mundo.Ella se acerca lenta y tímidamente, abre sus brazos y me da el mejor abrazo que me han dado en la vida, ese abrazo que te regresa las ganas de vivir mejor y seguir adelante. 

Su olor, ese suave toque de vainilla, se queda en mi y hace que toda mi sangre se viaje a mi rostro sonrojándome. Nos abrazamos durante unos minutos, luego ella me dice que me ponga cómodo en el sofá, y me dice que va a traer lo que ella preparó para nuestra noche improvisada.

Y yo que tenía pensado pedir pizza- Pienso, sonriendo mientras ella se va a la cocina. 

Luego de como 5 minutos Skye viene de la cocina con unas bebidas y un plato de nachos, me levantó para ayudarla, ya que viene haciendo malabares con todo lo que trae encima. 

 -Dame, yo te ayudo linda.

 -Gracias, pensé que podía con todo, como siempre.- Dice dándome el plato con los nachos. Nos sentamos en el sofá, luego de poner todo en la pequeña mesita de vidrio que tiene el medio de la sala de estar, ella toma un poco de su bebida, y yo lo único que puedo hacer es observar su hermoso rostros en el cual puedo ver todas sus emociones. 

 -¡Oye! ¿Qué tanto ves? ¿Tengo algo en el rostro? 

 -No, no tienes nada es solo que...- Las palabras se quedan atoradas en mi garganta por un momento, pero después siento que estoy en casa, donde puedo sacar lo que sea sin importar lo que pase. - Es solo que eres demasiado hermosa y no puedo dejar de mirarte, tu rostro es perfecto. 

 Me acerco a ella y le doy un beso, ella me corresponde rápidamente. El beso no es carnal, sino que es dulce, el timbre suena y nos separamos. Skye se para del sofá y a la puerta, luego de unos minutos vuelve con dos cajas de pizza y con una cara obvia de confusión. 

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