Flavio tenía 20 años, era de Murcia y era de esas personas que en un incendio sabrían mantener la calma en todo momento. Era tímido e introvertido, tanto que a veces le costaba hacer amigos. No por nada, sino porque creía que si no daba pie a los demás para que cogieran confianzas con él, se ahorraría muchas situaciones incómodas para él. Su condición le había causado muchos complejos. Se había sentido presionado muchas veces a salir más, a conocer a gente que no le apetecía nada conocer, a contar cosas sobre él que no siempre quería contar... Todo esto había provocado que a veces se mostrara como alguien que no era, y eso no le gustaba nada. Sentía que necesitaba ser otra persona para gustar a la gente.
Aún así, Flavio tenía un mundo interior muy complejo. En situaciones en las que quizá no se sentía cómodo, su mente elaboraba respuestas totalmente diferentes de las que salían de su boca, en su mayoría bromas tontas que nunca se atrevía a decir en voz alta. Si lo escucharan, todos se sorprenderían. Su mayor pasión era la música, y había estudiado toda su vida en el conservatorio superior de Murcia. Allí había hecho los mejores amigos que había tenido en su vida, amigos de verdad, e incluso se enamoró y salió con una chica durante casi un año.
Ahora se encontraba en un tren de camino a Madrid, donde su mejor amigo Gèrard se había mudado unos meses atrás, aunque su motivo fuera completamente distinto. Gèrard se había ido a vivir a Madrid para estudiar en la universidad, mientras que Flavio se dirigía hacia allí tras un logro del que pocos podían presumir. Había ganado un concurso en su conservatorio que le aseguraba una plaza en el campus de composición de Warner, durante el cual se fijarían en los distintos artistas para seleccionar a uno de entre todos ellos para hacerle un contrato fijo con la discográfica. Los demás, tenían opción de que les compraran sus canciones, y les pagaban algo durante los dos meses que duraba el campus.
Pensaréis que es un poco contradictorio, que una persona tan socialmente cerrada quiera aventurarse a probar suerte en el mundo de la música. Para Flavio no lo era: en las canciones que componía era el único sitio donde se permitía ser él mismo. Tener que mostrar sus composiciones a otra gente era lo que más miedo le daba, pero sabía que no había otra cosa para él que no fuera la música, por lo que estaba dispuesto a intentarlo.
Iba en el tren escuchando "Nuvole Bianche" de Ludovico Einaudi cuando alguien lo llamó. Era Gèrard, habían quedado en que le esperaría en la estación de Atocha.
-Dime, Gèrard. - contestó Flavio.
-Hola tío. - dijo él. - Estoy ya en Atocha, Hugo ha venido conmigo y así os conocéis y te ayuda a instalarte.
-Ah, ¿está contigo? - Flavio no tenía previsto conocer al que sería su compañero de piso ya en la estación, esperaba conocerlo al llegar al piso, y este cambio de planes a última hora no le gustó, pero no se lo diría a Gèrard.
-Sí, ¿pasa algo?
-No, nada, nada. - mintió. - Creo que en diez minutos llego.
-Vale, hasta ahora. - se despidió Gèrard.
Flavio ya se estaba arrepintiendo de aquello. Hugo era un compañero de la universidad de Gèrard, al que Flavio no conocía de nada. Si hubiera podido, se habría ido a vivir con Gèrard, pero el chico vivía en una residencia universitaria a la que Flavio no tenía acceso porque, básicamente, no era estudiante. Así que cuando Gèrard le dijo que su amigo de la universidad buscaba piso y compañero, Flavio no tuvo más remedio que aceptar, porque lo poquísimo que pagaban de sueldo en el campus de Warner no le daba para pagar un piso para él solo.
Así que en diez minutos estaba subiendo las escaleras mecánicas de la estación de Atocha con su maleta, dirigiéndose al sitio dónde había quedado con Gèrard. Lo vio en una esquina, partiéndose de la risa por algo que le debía haber dicho un chico rubio con el cuello lleno de tatuajes. Flavio dedujo que el chico debía ser Hugo, había hablado con él por Whatsapp de todo el tema del piso y se había fijado en su foto de perfil. Se acercó a ellos.
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Encontrarnos
FanfictionSamantha ya no es ella misma. Perder a sus seres queridos la ha destrozado, y necesita volver a encontrarse. Flavio es un chico joven que quiere dedicarse a la música, pero su timidez e introversión le obstaculizan. ¿Quién les iba a decir que un enc...