Pasaron un par de semanas, y Flavio se centró completamente en el campus de composición. No se olvidaba de aquella noche en casa de la rubia, pero quería hacerlo. El campus ya había llegado a la mitad, solo quedaba un mes para saber quién firmaría como artista de Warner, y había gente con mucho talento. Les habían hecho juntarse en pequeños grupos para componer, y por sorpresa del mismo Flavio, lo consiguió con total normalidad. Seguramente porque la música era el lenguaje con el que mejor se expresaba, y de eso no cabía ninguna duda.
Y todo el mundo lo notaba, pues aunque solo habían sido tres, era el que más canciones había vendido de todo el campus. Los demás lo veían como ganador del contrato, pero él no quería hacerse ilusiones, y ya se había puesto a buscar alternativas laborales en Madrid por si no le hacían el contrato a él. Se había planteado ofrecerse como compositor para la discográfica, o incluso a otras, pero a él le gustaría poder sacar un disco propio. Por eso, estaba más que centrado, y se pasaba las horas libres que tenía en su piso componiendo más, para llevarlas al estudio al día siguiente y ver que opinión y arreglos le proponían sus compañeros.
Aquel viernes llegó a casa con una idea en mente para otra canción, y fue directo a su habitación para sacarla al piano y escribir las frases que tenía a la cabeza en su libreta. En eso estaba cuando escuchó unos golpes a la puerta antes de que se abriera. Miró a Hugo interrogante, para que le contara por qué lo había distraído.
-Siento interrumpirte, pero si no te lo digo ahora no me acordaré y luego me matarás, y no queremos eso. - dijo. La relación con su compañero de piso era muy buena, Flavio se sentía tan cómodo con él que incluso se permetía hacer algunas bromas que se le venían a la cabeza a veces.
-Bueno, TÚ no quieres eso. - dijo, provocando una risa sarcástica de su compañero. Dejó la libreta en el atril del piano y se giró para mirarle. - ¿Qué pasa?
-Mañana es mi cumpleaños.
-Ah, no lo sabía. Lo tendré en cuenta. - dijo, pensando que se lo estaba pidiendo para que le hiciera un regalo o algo por el estilo. Ahora tenía que pensar en un regalo para Hugo, genial.
-Me alegro, pero te lo digo porque vamos a tener gente en casa para cenar y luego vamos a salir de fiesta. - antes de que Flavio pudiera decirle que ya se buscaría otros planes para no molestar, Hugo volvió a hablar. - Y cuento contigo tanto para la cena como para la fiesta de después. - Flavio cogió aire para intentar decirle que no, pero el rubio lo volvió a cortar. - Y no me puedes decir que no porque es mi cumpleaños. - el murciano suspiró.
-Vaaaale. - dijo alargando la A.
-Prométemelo. - dijo Hugo. - Aunque caiga un meteorito, vas a salir con nosotros. - Flavio soltó una carcajada.
-Lo prometo, saldré. - accedió el moreno.
-Bien, pues ya te puedo decir que no es mi cumpleaños pero sí va a haber cena y fiesta y tú vas a venir porque lo has prometido. - dijo saliendo rápidamente de la habitación de su compañero como si lo fuera a perseguir. Cosa que, por otro lado, el murciano hizo cuando escuchó lo que dijo su amigo después: - Y vendrá Samantha.
-¿QUÉ?
Pero Hugo ya se había metido en el baño y había pasado el pestillo para evitar que el moreno entrara. Flavio se acercó a la puerta y le dio un golpe.
-Me parece muy injusta esta encerrona, no pienso ir. - dijo. Hugo volvió a abrir la puerta.
-Me lo has prometido. - le dijo señalándole con el dedo. Cortó otra vez la inminente réplica de Flavio: - Además, no puedes evitarla toda la vida, Eva es su amiga y yo el tuyo, vais a tener que veros tarde o temprano.
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Encontrarnos
FanfictionSamantha ya no es ella misma. Perder a sus seres queridos la ha destrozado, y necesita volver a encontrarse. Flavio es un chico joven que quiere dedicarse a la música, pero su timidez e introversión le obstaculizan. ¿Quién les iba a decir que un enc...