Nuestra cita

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Flavio era un nudo de nervios. Tan solo eran las diez de la mañana y ya se había tomado tres cafés. Por la noche los nervios ya le habían impedido dormir. Estaba sentado en las gradas que había en el estudio de Warner, donde aquel día finalizaba el campus de composición. En unos minutos entrarían los productores por la puerta y les dirían quién había ganado el contrato discográfico. En la sala había prensa y diversos medios de comunicación. Firmar con Warner significaría entrar directamente en el panorama musical español, y eso generaba cierta expectación. A Flavio eso le ponía aún más nervioso. 

Pero ese no era el único motivo por el que Flavio estaba tan alterado. Aquella misma noche tenía su primera cita con Samantha. La chica le había insistido en que fuera aquel día, porque si ganaba podrían celebrarlo y si no lo hacía le serviría para despejar la mente. Ella estaba convencida de que ganaría, pero él no lo tenía tan claro. Miró a sus compañeros a su alrededor. Había una chica bajita, con el pelo rizado que tenía mucho talento. Se llamaba Anne, y había compuesto unas canciones preciosas. Tenía un estilo muy propio y una voz muy dulce. Otro chico, Javy, era una apuesta más que válida. Una de las canciones que había escrito sería un éxito de ventas, Flavio lo sabía, porque era un temazo. Además tenía ese acento andaluz que tanto gusta en España. Y como ellos había muchos más. Aquella habitación desbordaba talento. 

Flavio estaba inmerso en sus pensamientos cuando la puerta del estudio se abrió. Entraron Manu y Noemí, los directores del campus, con sus libretas y sus cosas. Flavio se llevó una mano en el pecho porque creía que se le saldría el corazón. Los dos directores se sentaron en el suelo y Manu le hizo un gesto a Noemí para que empezara a hablar. 

-Bueno chicos, pues esto ha llegado a su fin. - empezó. - Antes de nada, queremos felicitaros por el trabajo hecho durante estos dos meses. Ha sido espectacular veros crear esas obras de arte, tenéis muchísimo talento, todos. - dijo. Los chicos se pusieron a aplaudir. - Pero por desgracia, solo uno puede firmar con Warner hoy. Esto no significa que la discográfica no se vaya a interesar por vosotros en un futuro, o no tan futuro, pero este campus de composición solo puede tener un ganador. Y bueno, supongo que estaréis nerviosísimos, así que no os hacemos sufrir más. - Noemí pasó su mirada por todos los compositores, y seguidamente miró a su compañero. - ¿Manu? - el hombre asintió, se levantó y también les miró. 

-Bueno, pues nuestra decisión está tomada. - dijo. Flavio sentía calores en todo el cuerpo. - Por su creatividad, por sus letras, por su música, por su voz única, por su increíble talento... - con eso podría referirse a cualquiera de los presentes, pensó Flavio. - Hemos decidido otorgarle el contrato discográfico a... ¡FLAVIO! - gritó. 

Todas las miradas se posaron en él. En un primer momento el murciano no respondió, ni siquiera tenía claro si había escuchado bien su nombre o había sido producto de su imaginación. Pero cuando Javy se acercó a él para abrazarle, supo que estaba ocurriendo de verdad. Había ganado el contrato con Warner. Se levantó, sin salir de su asombro y se acercó a Manu y a Noemí, que le felicitaron. 

-Bienvenido a Warner, Flavio. - le dijo Manu. 

-Gracias. - logró decir él, mientras intentaba no quedar ciego por los flashes de las cámaras presentes que no dejaban de dispararse. 

Noemí le guió hasta una mesa donde había un documento. Ya sabía lo que ponía en el contrato, se lo habían hecho leer a todos para que en caso de ganarlo no tuvieran que firmar sin saber las condiciones. Le tendió un boli sonriendo, y le indicó donde tenía que firmar. Flavio pensó un segundo: poner su firma allí significaría un cambio radical en su vida. Pero era su mejor opción para dedicarse a lo que le apasionaba, era su vía para llegar al sitio que le pertenecía: la música. Así que sonrió y firmó. 

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