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Mi orgullo

-Entonces, tú firma aquí conforme rescindes el contrato de alquiler. - le dijo a Hugo el notario que había contratado el casero de Flavio y Hugo para cambiar el contrato, señalando un espacio en el papel que había encima de la mesa. Después se dirigió a Flavio y Samantha. - Y vosotros dos firmáis este nuevo contrato conforme ahora el alquiler del piso va a vuestro nombre. - señaló otro espacio en las copias que tenían cada uno delante.

Samantha miró a Flavio con una sonrisa, contenta por lo que estaba a punto de hacer. Cogió el boli y firmó en las dos copias, la suya y la que se iba a llevar el notario, y después se lo pasó a Flavio para que hiciera lo mismo. El chico también sonrió y trazó su firma junto a la de su novia.

-Perfecto, pues ya estaría. Muchas gracias. - dijo el notario, entregándoles a Samantha y Hugo sus copias y guardando las del propietario en su maletín.

Con esto finalizaban los trámites de los alquileres de piso, puesto que un par de días antes habían hecho lo mismo en el piso de Samantha. Era jueves 4 de abril, y aquel fin de semana se iban a Murcia a que Samantha conociera a la familia de Flavio. Desde aquella llamada fracasada con su padre, en la que Flavio le comunicó que tendría un bebé, había vuelto a hablar con él varias veces, y al final entendió que el chico no cambiaría de idea y decidió aceptarlo.

Con los papeles de los pisos firmados, solo quedaba hacer la mudanza. Durante aquella semana tanto Samantha como Hugo habían empezado a sacar sus pertenencias de sus pisos para traerlos a su nuevo hogar, y tenían previsto estar completamente instalados en dos semanas. Para aquel entonces, Samantha ya estaría en la séptima semana de su embarazo.

Flavio, por su parte, sacaba la colaboración con Belén Aguilera al día siguiente, y tres semanas después de eso su primer disco en solitario saldría a la venta. Sus seguidores en redes no habían hecho más que aumentar, sobretodo después del anuncio de la colaboración, y ya rozaba los cien mil. Los rumores de relación con Belén habían continuado hasta que aquella misma semana Flavio colgó una foto con Samantha en su Instagram. No dijo nada de su embarazo, era una foto en Beniarrés que les había sacado Débora. Salían mirándose a los ojos de una forma que lo decía todo. De pie de foto, el murciano escribió "nadaninadiecomoTÚ".

Cuando el notario dejó el piso se quedaron Hugo, Flavio y Samantha en el comedor. El cordobés abrazó a sus dos amigos.

-Estoy muy feliz por vosotros illo. - comentó abrazando a ambos y haciéndoles reir.

-Gracias Hugo. - dijo Samantha entre risas.

-Yo me voy a trabajar, ¿os venís luego al bar a tomar algo? - propuso el rubio. Flavio miró a Samantha buscando su aprobación. Cuando la encontró se dirigió de nuevo al cordobés.

-Venga, vale. - accedió.

Hugo se fue y quedaron en que se cambiaban y se iban para allá. Samantha puso un mensaje en el grupo de todos, que hacía tiempo que no quedaban, y para su sorpresa se apuntaron todos. La chica se fue a la habitación que ya compartía con Flavio a buscar algo que ponerse. Escogió unos vaqueros altos que pronto no le valdrían y una blusa blanca de cuello picado, que pensó combinarlo con una chaqueta de cuero negra. Estaba sacando las prendas del armario cuando Flavio entró en la habitación.

-Cariño, acuérdate que mañana voy a ver esa plaza de ese párking de la calle de atrás. - le dijo, acercándose también al armario a buscar ropa para él.

-Sí... - dijo ella con un suspiro. Todavía no habían encontrado plaza de párking para el coche de Samantha, y por el momento lo dejaron aparcado en una zona de aparcamiento gratuito que quedaba bastante lejos de su casa. Eso empezaba a preocupar a Samantha, pues no le gustaba tener el coche tan lejos durante tanto tiempo.