CAPÍTULO .2.

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- ¡¿Saint, podrías apurarte?! - dice Zee tomando su bolso y se dirige a la puerta, apurando a su hermano, quien se había pasado horas frente al espejo arreglando su cabello.

- ¡me voy! - grita Zee, quien siempre, desde que tiene memoria, había llegado tarde a cualquier lugar a causa de Saint.

- papá, me voy, te veo en la noche. - Zee se despide cuando ve la puerta de Saint abrirse.

- Zee, por favor cuida bien de Saint. - pide Kirán.

- te lo prometo. - asiente Zee, era esa su respuesta cuando su padre le pedía cuidar de Saint. - aunque... él ya es lo suficientemente grande para cuidarse solo. - dice viendo a Saint y arqueando las cejas.

- bromeo. - dijo Zee al ver que la sonrisa de Saint decayó. - vamos, se nos hará tarde. -

Ambos chicos salieron de su casa, dirigiendo sus pasos a la escuela. Pero uno de ellos se veía decaído, Zee vio de reojo que Saint caminaba cabizbajo y pensativo.

- tropezaras si no vez en donde pisas. - habló Zee. - ¿qué sucede contigo? - preguntó al escuchar un suspiro de Saint.

- ammm... nada. - dice Saint acercándose a Zee para caminar a su lado.

- ¿crees que puedes mentirme? - habló Zee. - y no me digas que estas emocionado que es mentira. - agregó.

- emm... pues, es algo estúpido en realidad. - dijo Saint viendo al frente, evitando ver a Zee.

- todo lo que nos rodea es una estupidez, solo depende del cristal en donde mires... dime. - dijo Zee con la cara seria.

- bueno, ¿estás cansado de mí, soy un estorbo para ti? - preguntó Saint sin dejar de caminar, aunque para Zee fuese una estupidez, para él no lo era.

- lo sabía. - dijo Zee, rodeando el hombro de Saint con su brazo. - lo decía de broma, no lo tomes con seriedad. - sonrió.

- pero hay verdad en cada mentira. - dijo Saint, apartando a Zee.

- ¡hey! cuidaré de ti, incluso cuando se torne fastidioso para ti. - dijo Zee pellizcando las mejillas de Saint. - lo siento, no creí que lo tomarías en serio. -

- olvídalo. - dijo Saint.

- ¡oh! ¿cómo haré para que mi hermanito ya no esté enojado conmigo? - dijo Zee colgándose del brazo de Saint.

- quítate. - dijo Saint, intentando apartar a Zee, pero no pudo, por lo que solo pudo sonreír.

- lo siento, no lo vuelvo a hacer. - dijo Zee ladeando la cabeza.

- bien, bien.... ¡bien! - gritó al no poder apartar a Zee.

Zee dejó el brazo de Saint, riendo por la linda reacción de este. Caminaron hasta llegar a la gran puerta que daba al interior de su nueva escuela.

- vamos. - dijo Zee al ver a Saint soltar un suspiro, Saint asintió y entraron, caminaron en medio de la multitud, esperando encontrar la oficina del director.

- estas caritas son nuevas ¿son los chicos nuevos? - se acercó a ellos, al parecer una profesora.

- sí, estamos buscando la oficina del director, ¿podría guiarnos hasta ahí? - habló Zee.

- ¡por supuesto! - dijo con entusiasmo. -síganme. - diciendo, comenzó a caminar. - ustedes son los hermanos... ¿cómo era? - susurró, hablando con ella misma en voz alta. - estamos aquí. Para cualquier cosa, avísenme ¿okay? - habló, dejando a los chicos frente a la oficina que buscaban.

- parece agradable. - dijo Saint, llamando a la puerta. Entraron al obtener la autorización.

- ¡están aquí! - fueron recibidos por el director. - ¿cómo están, chicos? Kirán me ha hablado demasiado de ustedes. - continuó.

- ¿conoce a papá? - preguntó Zee.

- sí, somos viejos amigos. - dijo el director. - es hora, los llevaré a su clase. - dijo al escuchar el sonido del timbre.

Ambos caminaron detrás del director en silencio, respondiendo solo a las preguntas del hablador director.

- aquí es, clase tres. - dijo mostrando el salón de clases. El director llamó al profesor que estaba dentro del salón.

- ellos son los hermanos Pruk, Saint y Zee Pruk, estarán en esta clase. - dijo al tener al profesor frente a él. Ambos chicos hicieron una reverencia.

- tomen asiento. - indicó el profesor, mandándolos dentro para hablar con el director.

- ¿adelante o atrás? - preguntó Zee al llegar a los asientos vacíos.

- atrás, así podré copiarte. - dijo Saint sonriendo, Zee negó con la cabeza y tomó asiento.

- hola, mi nombre es Ohm. - dijo extendiendo la mano, un chico sentado a la par de Saint.

- Saint... -

- Zee, mucho gusto. - dijo Zee agarrando la mano del chico, impidiendo que Saint lo hiciera.

- daremos inicio a la clase con una pequeña retroalimentación... - la voz del profesor se hizo sonar.

La clase dio inicio, pero en todo el transcurso, Zee estaba atento sobre las miradas que aquel chico dirigía sobre Saint.

- eso es todo por hoy. - dijo el profesor culminando con su clase y se retiró.

En cuanto el profesor se retiró, un par de chicas se pusieron de pie y se acercaron a Saint.

- hola, soy Alin. -

- y yo Bow. - ambas chicas se presentaron.

- amm, yo... Saint. - dijo Saint.

- ¿son hermanos? - preguntó Alin señalando hacia Zee.

- sí, sí lo somos. - dijo Saint. Zee no se movía se su lugar, pero sí estaba atento ante aquella conversación.

- déjame adivinar quien es el mayor. - habló Bow. - él. - dijo señalando a Zee.

- sí. - el rostro de la niña se iluminó ante su acierto. - aunque, en realidad es mayor por minutos. - dijo Saint, queriendo alejarse de Alin sin ser grosero, ya que ella estaba tocando su cabello.

- ¿qué quieres decir con minutos? - preguntó Bow. - espera... ¿son gemelos? – preguntó, sorprendida al ver que Saint asentía.

- pero, pero no se parecen en nada. - dijo Alin.

Se asustaron por el chirrido que hizo el asiento de Zee, cuando este volteó. - no somos los primeros ni los únicos, hay demasiados así. - dijo Zee mirando fijamente a Alin, ya estaba irritado por aquellas chicas.

- ya veo quien se llevó la dulzura y... - dijo Bow haciendo una mueca.

- tu hermano da miedo. - Alin susurró al oído de Saint, acción que hizo que Zee la fulminara con la mirada.

- no estés celoso, tu también tienes lo tuyo, Saint es lindo y tú eres sexy. - dijo Bow, arqueando la comisura de su boca.

- ¡hey! ¿qué les parece ir por la tarde al terreno baldío cerca del río? - preguntó Ohm desde su asiento. - así podremos conocernos mejor. - agregó.

- me suena bien. - dijo Bow y Alin asintió. - ¿qué opinas? - preguntó a Saint.

Saint dirigió la mirada a Zee, quien parecía estar enojado.

- ¿quieres ir? - preguntó Zee e inmediatamente Saint sacudió la cabeza asintiendo.

- iremos. - dijo Zee con seriedad.

- bien, llevaremos a otros amigos. - dijeron las chicas antes de retornar a su asiento.

Zee se puso de pie y se acercó a Saint, pasó su mano sobre el cabello de Saint, justo en donde Alin había tocado.

- Zee. - habló Saint.

- nunca más dejes que vuelva a tocar tu cabello. - dijo Zee antes de volver a su asiento, en cuanto un profesor entró.


UNA MALDITA HISTORIA DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora