- dame una razón para no hacerlo. -
- Saint y yo estamos casados. - palabras simples, con gran peso, no quería aceptar ese hecho, no quería hacerlo, pero ¿qué podía hacer cuando la esperanza se había marchado ya? esperanzas de que sus sospechas de un matrimonio no fuesen ciertas.
- alardeas demasiado, eso ya lo sé, ¿crees que no me daría cuenta con semejante anillo? Ni siquiera en eso se dignaron a disimular. - ante las palabras de su padre Zee se vuelve a sentar, al parecer no quedaba nada, más que estar a la defensiva, con garras y dientes, de ser necesario.
- respóndeme sinceramente... - dijo Kirán después de un suspiro. - ¿por qué él, por qué no otra persona, hay miles de personas afuera por qué tiene que ser precisamente tu hermano? - preguntó, queriendo escuchar razones, quería entender y comprender en qué parte había fallado como padre.
- el amor no es como pedir comida en un restaurante, no eliges a quien amar. - esa parte Zee la tenía clara, ya que ni él mismo entendía sus sentimientos hacia Saint, simplemente lo amaba con locura.
- si tu madre estuviese aquí, yo... -
- agradezco que es Saint quien está aquí y no ella. - interrumpió a su padre, era lo que realmente sentía, porque no se imaginaba una vida sin Saint, lo terrible que sería estar al lado de una mujer, al lado de su madre, sin esperanzas de conocer a la persona que le daba razones para vivir.
- ¡pero ¿qué dices?! - dijo Kirán alterado.
- papá, tú ya has pasado por ese dolor, el dolor y el miedo de perder a la persona que amas, ese sufrimiento, esa soledad que conlleva... te lo pido, de hombre a hombre, por favor, no me separes de Saint, no me mates en vida. - dijo Zee con sinceridad, poniéndose de pie.
- te lo suplico. - dijo cayendo de rodillas, inclinando su rostro ante su padre.
- levántate. - Kirán habló con seriedad al verlo permanecer por tanto tiempo de rodillas, pretendiendo no ser afectado por las acciones de Zee, pero Zee hizo caso omiso, se levantaría si su petición era aceptada.
- te dejaré estar con él, respetaré tu decisión si cumples con lo que pido. - Zee levantó la mirada, esperando escuchar a su padre.
- siéntate, hablemos de hombre a hombre. - indicó Kirán. Zee de inmediato hizo lo que su padre le ordenó, ansioso por escucharlo. Kirán tomó aire y habló.
- me duele hacerlo, pero me duele más ver a mis hijos sufrir y no hacer nada... pueden estar juntos, pero no ahora, sino hasta que terminen la universidad, primero terminen la escuela por separado y si el amor que proclaman es verdadero, al terminar la escuela váyanse a vivir juntos si quieren, les depositaré dinero mensualmente, con eso no hay problema... renunciaré a ti como mi hijo, está en ti aceptar, si te quedas, te quedas como mi hijo y olvídate de Saint, él será tu hermano, solamente tu hermano. Pero si te vas, te vas siendo un desconocido para mí, nunca te aceptaré como mi yerno, serás el novio que el suegro detesta y repudia, el novio que se robó a la preciada hija... podrán visitarme o llamarme, pero no te quejes de la manera en que te trate. - Kirán habló bajo la atenta mirada de Zee, Zee no interrumpió, no habló, no se movió, incluso no respiró, solamente escuchó.
- ¿por qué eres tan duro? - cuestionó, no entendía a su padre, ¿por qué él no podía simplemente aceptarlos? ¿por qué tener que esperar tanto? no lo entendía...
- esa es mi postura, la tomas o la dejas, la decisión es tuya. - agregó Kirán, sin intenciones de responder a su pregunta.
- acepto. - dijo sin titubeo, ya que padre no daría más explicaciones.
- dame tu móvil, borra tus redes sociales y créate otras. Antes de que terminen la escuela, no pueden hablarse, verse ni escribirse, por ninguna red social ni por medio de terceros, no tendrán contacto alguno hasta el final, pero si rompes las reglas, el trato se anula y te atienes a las consecuencias. Si tanto desean estar juntos, no les será fácil. - dijo extendiendo la mano para recibir el móvil de Zee.
.
.
.
.
.
.- mantener mi palabra... - susurró, teniendo presente las palabras de su padre, pero ¿valía la pena hacer larga la espera si el resultado sería el mismo? ¿por qué esperar tanto?
- ¿señor juez, puedes bajar la condena hasta los diecinueve años? - pidió, sentado al lado de Saint, sintiendo que, en el transcurso para terminar la universidad podrían pasar más tragedias.
- imposible. - Kirán se negó, cruzado de brazos.
- ¿a los veinte? - insistió.
Kirán permaneció en silenció, dejando salir un suspiro. - veintiuno. - no dijo nada más.
- ¿escuchaste eso? la condena ha bajado. - Zee habló, besando las manos de Saint. - le hará feliz saberlo. - dijo Zee con alegría, pero Kirán no dijo nada, manteniendo su semblante enseriado.
- porque le dijiste, le explicaste ¿cierto? - preguntó Zee frunciendo el ceño, sin apartar la mirada de su padre.
- ¿por qué haría tal cosa? - Kirán habló, prometió explicarle a Saint, pero no lo hizo, había sido descubierto en su mentira.
- dijiste que lo harías. - Zee estaba molesto, había sido engañado por su padre. - ¿qué pensará Saint de mí? creerá que fui cobarde y lo abandoné. - agregó. Kirán apartó la vista, reacio a entender razón.
- papá, tienes que hacerlo, eso es jugar sucio. - Zee explicó, habían acordado llevar a pie las reglas, pero al parecer fue tonto de su parte al creer que su padre también las cumpliría.
- no lo haré... vete, no quiero que te vea. - dijo, poniéndose de pie, queriendo apartarlo de Saint.
- jugarás sucio ¿eh? con que así son las cosas. - dijo Zee apartando la mano de su padre sobre su hombro.
- es mi juego, son mis reglas y solo yo puedo jugar sucio, tú no. - dijo, temiendo en que Zee también tuviese cartas bajo la manga.
- ¿por qué? - preguntó Zee, no entendía a su padre, ambos habían estado de acuerdo, pero ¿por qué Kirán faltaría a su palabra cuando siempre cumplió lo que prometió?
- porque para que valga la pena tienes que trabajar por él, nadie que valga la pena es dócil, sé que es tan solo un capricho de ustedes, ¿qué pasa cuando ese capricho se acabe? sentirán pena el uno por el otro. Si él te ama, esperará por ti ciegamente, si no, él te olvidara, esto es solo para probar su amor, tal y como prueban el oro. - explicó Kirán.
- ¿por qué no puedes entender que...? -
- aquí el adulto soy yo, aquí el que da ordenes soy yo, tu solo obedeces porque eres un niño. - Kirán interrumpió a Zee, no quería ceder más a peticiones de Zee. - vete ya y no des problemas. - agregó.
- puedo vivir solo, lejos de esa gente. - Zee no quería permanecer bajo el mismo techo que Bow, quería escapar de ahí, pero no quería romper las reglas, más bien, llegar a un acuerdo con Kirán.
- no, de ninguna manera, me siento más tranquilo teniendo a quien te vigile. - dijo Kirán.
- tu tranquilidad es mi tormento. - dijo haciendo un puchero, no quería tentar su suerte, había logrado bajar la "condena" al menos eso era suficiente.
- vete, te mantendré al tanto sobre la salud de Saint. - habló Kirán.
Zee se pone de pie, acaricia la cabeza de Saint y sonríe. - mi amor, feliz cumpleaños. - dijo depositando un suave beso sobre los delicados labios de Sanit, se apartó el escuchar a su padre toser.
- me voy... te amo. - susurró y volvió a besar. Se apartó de Saint, no quería hacerlo, pero era necesario.
- Zee. - al llegar a la puerta escuchó a su padre llamarlo, por lo que quedó parado, sosteniendo el pomo de la puerta.
- feliz cumpleaños. -
ESTÁS LEYENDO
UNA MALDITA HISTORIA DE AMOR
Fanfiction... escucha ... ... esto es una verdadera tragedia ... NOTA: 👀 ❇️ lee con responsabilidad. ❇️ capítulos cortos. ❇️ ¿actualización? no lo sé 🤷 ❇️ siéntete cómodo y disfruta.