UNA MALDITA HISTORIA DE AMOR

CAPÍTULO .39.

- es fin de semana, no pretenderás quedarte encerrado ¿cierto? - una voz chillona sonaba desde el otro lado de la línea, tan agradablemente dulce ante los oídos de Saint.

- no estoy de humor, además las evaluaciones son el lunes. - dijo Saint con el rostro hundido en la almohada, quería escapar con cualquier pretexto y mencionarle las evaluaciones a Christ sería su mejor escape, ya que ella y las evaluaciones son enemigos jurados. 

- entonces, juntémonos para estudiar. - ciertamente, no esperaba ese tipo de respuesta de Christ ¿cuándo se había convertido en alguien que estudia?

- no estoy... -

- Ohm y yo ya vamos por ti, no está en discusión. - Saint fue interrumpido por Christ, sin decir más, la llamada fue finalizada.

- no está en discusión, ¡jump! - Saint suspiró haciendo un puchero, rodando sobre la cama, sería arrastrado a salir, aunque trataba de verlo del lado bueno, por mas que le de vueltas a la situación no le encontraba el lado bueno.

Saint quedó extendido viendo hacia el techo con la cabeza vacía, escuchando los sonidos del exterior, escuchado como las personas de afuera seguían siendo las mismas, viviendo su día a día, la sonrisa y gritos de los niños seguían siendo las mismas, los ladridos de los perros, los gatos en los techos, el claxon de los autos, la música del vecino... todo seguía siendo igual, era un día ordinario, ¿por qué él no podía seguir siendo igual que siempre? tal vez no lo sería, pero haría lo mejor para seguir caminando hasta que el día fechado llegase, hasta entonces, él actuaría como todos, fingiendo que todo sigue igual. Con desánimo, pero con una sonrisa, se levantó de la cama.

Antes de salir de su habitación, se dio el último retoque en el cabello, viéndose en el espejo. Caminó hasta llegar a la sala, en donde se encontraban Sarai y Kinsai.

Vive en una piña debajo del mar

- ¿saldrás? - Kinsai habló al no verlo en pijama.

- sí. - Saint tomó asiento al lado de Sarai,  esperaría al lado de ellas a sus amigos.

Su cuerpo absorbe y sin estallar.

- come, come. - la niña llevó palomitas a la boca de Saint, metiendo a su boca lo que no entró en la de Saint.

- ¿a dónde irás? - indaga Kinsai.

- con unos amigos. - dijo Saint, indiferente a la pregunta.

- yo, yo quiero ir con el hermano Saint. - Sarai habló de inmediato, saltando a los brazos de Saint.

- iré a hacer tareas. - Saint se negó ante el pedido de la pequeña.

- yo quiero ir. - dijo haciendo un puchero. - quiero ver al hermano Zee. - susurró para sí misma cuando Saint se puso de pie para ir a la puerta.

- ¿nos vamos? - habló Christ en cuanto Saint abrió la puerta. Ante la pregunta Saint solo asintió.

- ¿a dónde van? - la voz de Kirán los detuvo.

- iremos a estudiar. - Saint habló sin retroceder.

- estudien aquí. - ordenó Kirán de inmediato.

- señor nosotros... -

- ¿qué? ¿ahora pretenderás ser la novia de Saint? - Kirán interrumpió a Christ, el ataque de Kirán hizo que Christ bajara la cabeza y se encogiera, inmediatamente se agachó, pidiendo disculpas.