CAPÍTULO .40.

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- Bow, hagas lo que hagas no caeré en tu juego. - una vez más estaba discutiendo con Bow, la escena se repetía cada día, ella se acercaba y él se alejaba.

- me tienes harto. - dijo saliendo de la habitación.

- está en mi habitación. - habló Zee al ver a Ubon tocar la puerta de la habitación de Bow.

- la cena está servida, los señores esperan. - dijo Ubon antes de ir a la habitación de Zee.

Zee se dirigió al comedor y sin decir ni una palabra, tomó asiento. No mucho después, llegó Bow, con el ceño fruncido, enojada, a punto de explotar por el mal rato que le había hecho pasar Zee.

Todos en aquella mesa comenzaron a comer en completo silencio, Bow miró a su padre, luego a su madre, tomó aire y habló.

- estoy embarazada. - el silencio de aquella mesa fue interrumpido por la voz de Bow. Las miradas se posaron sobre ella, un líquido derramado sobre la mesa, una chuchara cayendo sobre el plato y uno tosiendo.

- ¿qué? - preguntó Waan con un suspiro, con el cuerpo tiritando.

- yo... - 

- vaya manera para arruinarme la cena, Bow, no es buen momento para hacer bromas. - habló Burat enfadado, volviendo a tomar la cuchara que se la había caído. Zee rápidamente tómo agua para pasar la comida.

- no sé qué hacer, él me dijo que abortara, incluso me dio píldoras abortivas. - dijo Bow al borde del llanto.

- ¿qué? - Waan volvió a preguntar, con lágrimas recorriendo sus mejillas.

- ¿de qué carajo estas hablando? - Burat azotó la mano contra la mesa, asustando a Bow. - ese maldito me va a escuchar, ¿cómo osa jugar contigo? - habló furioso.

Zee se levantó de aquella mesa, dispuesto a retirarse, ya que eso era asunto de Bow y sus padres, él no tocaba ni una pieza de esa melodía.

- ¿Zee, por qué te vas? ¿incluso ahora te atreves a huir? - habló Bow cuando vio a Zee ponerse de pie. Zee la miró con el ceño fruncido, no entendiendo sus palabras.

- mamá, daddy, perdónenme... Zee y yo mantuvimos una relación en secreto, él es el padre del bebé que espero. - dijo Bow cabizbaja, escondiendo su rostro, curiosamente satisfecha.

- ¡Bow! eso es mentira, di la verdad. - Zee dijo confundido, viendo a Bow encogida, sollozando. - ella miente. - se dirigió a Burat. 

- Bow, no juegues con esto ¿es cierto lo que dices? - Waan preguntó.

- madre ¿cuándo te he mentido? - dijo Bow, soltando lágrimas, intentando no reír.

- ¡eso es mentira, en todos estos años, yo nunca he puesto un solo dedo encima tuyo! - gritó Zee con frustración, viendo al rededor, viendo como sus palabras eran inútiles, era luchar contra la corriente.

- ¿cómo te atreves a llamarme mentirosa? te aprovechaste de mí, del amor que te tengo. - Bow habló llorando.

- Bow... -

- ya es suficiente. - Burat habló, interrumpiendo a Zee. - jugaron a ser adultos, ahora se comportan como tal. - dijo levantándose de la mesa, bufando, se retiró.

- mamá ¿qué voy a hacer? - preguntó Bow, llorando a su madre, esta se acercó y la abrazó, consolándola.

- Bow, ve y tráele a tu padre al tipo al que le abriste las piernas, pero a mi no me jodas. - habló Zee apoyándose sobre la mesa.

- ¡¿cómo te atreves?! - Waan gritó.

- me atrevo porque ella me da asco y porque no soy el padre de ese niño. - sin más, salió hecho furia de aquel lugar.

UNA MALDITA HISTORIA DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora