Sus pies se entumecieron, no podía moverse, sus oídos se hicieron sensibles ante los gritos de Saint, quiso girar y abrazarlo para nunca soltarlo, aferrarse a él, justo como él lo hacía, decirle que todo estaría bien, besarlo, secar sus lágrimas y nunca separarse de él, pero Zee reaccionó cuando escuchó a voz de su padre.
- vete ya. - habló su padre, ya no sentía el calor del cuerpo de Saint en su espalda. Volteó y vio que su padre lo estaba sosteniendo, apartándolo de él para que él se marchara, ver a Saint llorar, intentando zafarse de su padre mientras lloraba, Zee sintió romperse.
Salió corriendo, dejando atrás a Saint gritando entre llanto, su corazón se desgarró al escuchar los gritos desesperados de Saint, escucharlo llorar, simplemente no lo soportaba... corrió hasta estar fuera de la casa y se limpió las lágrimas para poder ver bien, pero menuda sorpresa la que se llevó.
- ¿usted? - dijo con asombro cuando vio al director de su escuela recostado sobre el auto.
- sube, te llevaré a casa. - dijo Burat abriendo la puerta trasera para que Zee entrara. Zee entró, sintiendo que iba justo a la muerte.
- ya que Bow y tu son buenos amigos, creo que no habrá problemas al vivir juntos. - Burat habló mientras ponía el auto en marcha.
- ella fue ¿cierto? - dijo Zee cabizbajo, apretando los dientes por el coraje y desespero por haberle fallado a Saint.
- ella solo estaba preocupada por sus amigos. - Burat sintió pena por Zee al ver las redondas lágrimas caer por sus mejillas.
- sí, claro. - dijo Zee chasqueando la lengua. Burat habló, explicando los cambios que sucederían de ahora en adelante, pero eso no le importaba a Zee, así que lo ignoró, en su cabeza seguía la imagen de Saint aferrándose a él, haciéndole doler su corazón.
- baja, entremos. - de pronto habló Burat, Zee no sintió llegar por estar hundido en sus pensamientos.
- ¿es todo lo que trajiste? - preguntó al ver el pequeño bolso que Zee llevaba en sus brazos.
- Kirán me enviará el resto. - Zee explicó, caminando detrás del director.
- bienvenido, siéntete como en casa. - Burat habló al entrar.
- ¡hola! - Bow agitó su mano poniéndose de pie en cuanto vio a Zee, pero este solo rodó los ojos.
- ¿está lista la habitación de Zee? - Burat preguntó a su empleada doméstica.
- sí, señor. - respondió.
- ve y acomódate. - Burat se dirigió a Zee.
- querido, ¿tienes hambre? ¿quieres que te prepare algo? ¿qué es lo que te gusta comer? - preguntó Waan, esposa de Burat, madre de Bow.
- sí, pide lo que quieras, te aseguro que la cocina de mi mami es muy deliciosa, te va a encartar. - dijo Bow sonriente, acercándose a Zee.
- gracias, usted es tan amable, a diferencia de su hija... - dijo Zee con desprecio hacia Bow.
- ella lo hizo por tu bien, lo que ustedes estaban haciendo está mal. - dijo Burat al ver ira en la mirada de Zee, mirada que intimidó a su pequeña, haciendo que ella bajara la cabeza.
- con todo respeto, usted no es nadie para decirme lo que está bien o mal, en vez de preocuparse por hijos de otras personas, preocúpese por la suya porque la está metiendo en la boca del lobo, ahora que estoy enfadado con ella no me vería mal follarla cuando ella se me insinúe. - dijo Zee con enfado.
- sé que estás enojado, pero cuida tus palabras. - Waan se exalta al escuchar a Zee hablar de esa forma.
- Bow ¿no les has dicho por qué lo hiciste? - Zee ladea la cabeza sonriendo, esperando una respuesta, pero Bow no dijo nada. - déjame hacerlo por ti. - continuó.
- Zee, no... -
- su hija es una zorra. - Zee habló ignorando a Bow. - ella nos expuso a Saint y a mí, porque yo no accedí a follarla... me estuvo rogando por semanas que la hiciera mía, pero al no conseguir nada, ella mostró el video... ahora que estoy lejos de Saint, no me haré del rogar. - dijo Zee con una sonrisa en el rostro.
- no hables así de mi hija. - dijo Waan frunciendo el ceño, enojada por aquellas palabras ofensivas hacia su hija.
- no dije nada que no fuese cierto. - habló Zee despreocupado.
- ¡no te quiero en mi casa, fuera de aquí! - dice Waan enfurecida.
- ¿acaso cree que quiero estar aquí? me asfixia este lugar. - Zee habló caminando hacia la puerta.
- ¿Zee, a dónde vas? ve a tu habitación. - Burat habló, deteniendo a Zee.
- guíalo a su habitación. - dio la orden a su empleada. A Zee no le quedó de otra más que seguirla, escuchando a la enojada señora de la casa.
- pero ¿qué haces? ¿has siquiera escuchado lo que dijo sobre tu hija? - Waan habló enfurecida a Burat.
- atacar a Bow, es lo que él quiere, solo está enojado. - Burat intentó calmar a su esposa, era natural que Zee se comportara de esa manera, ya que fue apartado de la persona que ama y arrastrado a un lugar extraño en contra de su voluntad.
- esta es su habitación, si necesita algo no dude en pedirlo. - dijo aquella joven mujer del servicio.
- gracias... oiga. - Zee habló, captando la atención de la mujer. - ¿cuál es la habitación de Bow? - preguntó Zee, pero ella quedó en silencio, no creía prudente decirle por lo que había dicho hace unos instantes.
- no importa, lo averiguaré. - Zee guiña un ojo antes de entrar y recostarse en la puerta.
- Bow, te odio, juro hacerte llorar. - susurró deslizándose sobre la puerta, se sentía agotado, devastado, sin ganas de seguir.
Zee no pegó un ojo en toda la noche, preocupado por Saint, ¿Kirán le habrá explicado? ¿podrá soportar vivir por mucho tiempo sin Saint? y lo grave del asunto ¿podrá soportar vivir bajo el mismo techo con Bow? las preguntas no salían de su mente, daban vueltas y vueltas constantemente, pero siempre la luz se encuentra al final del túnel y él caminaría hasta ella, en donde encontraría a Saint para nunca volver a separarse de él.
Al entrar el sol por su ventana se levantó de la cama de mala gana, se sentía vacío y no era hambre, era la necesidad detener a Saint cerca y abrazarlo, sin él al lado había un frío inmenso carcomiendo sus huesos.
Recorrió la casa, conociendo los alrededores, caminó has el jardín, pero quiso regresar corriendo a su habitación cuando vio a aquella familia reunida en la mesa tomando el desayuno.
- Zee, ven y siéntate. - habló Bow a lo lejos cuando vio a Zee llegar.
- Ubon, sírvele a Zee. - Burat ordenó a la mujer de pie al lado de ellos.
- que espere hasta cuando terminemos, no lo quiero en mi mesa. - habló Waan. A todo esto, Zee chasqueó la lengua y rodó los ojos, era ridículo permanecer de pie allí por lo que decidió irse.
- Zee ¿no comerás? - Zee ignoró la voz de Burat y siguió con su camino hasta su habitación en donde se encerró. Minutos después tocaron a su puerta, ante tanta insistencia Zee decidió abrir.
- joven, baje y tome el desayuno. - escuchó en cuanto abrió la puerta.
- no quiero comer junto a ellos. - Zee se negó.
- si desea le traigo el desayuno a su habitación. - propuso, ya que era su deber servirle la comida a Zee.
- Ubon ¿cierto? - Zee preguntó y ella asintió. - ¿ustedes dónde comen? - continuó.
- en la cocina. - respondió.
- entonces comeré en la cocina. - dijo Zee sonriente, honestamente, su estómago rugía.
- ahí solo comemos los sirvientes, pero usted no debe. - dijo Ubon sorprendida, negando con las manos.
- ¿por qué no? no soy más que un arrimado en esta casa. - dijo Zee encogiéndose de hombros. - ¿me guías a la cocina o la tendré que buscar por mí mismo? - Zee salió de su habitación y comenzó a caminar.
- no, no... por aquí. - Ubon dijo enseñándole el camino.
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UNA MALDITA HISTORIA DE AMOR
Fanfiction... escucha ... ... esto es una verdadera tragedia ... NOTA: 👀 ❇️ lee con responsabilidad. ❇️ capítulos cortos. ❇️ ¿actualización? no lo sé 🤷 ❇️ siéntete cómodo y disfruta.