En todo el recorrido la niña había estado callada, titubeaba en querer decir lo que tiene en mente, se siente realmente nerviosa. Llegaron a la tienda y compraron las bebidas y seguía tímida en decir lo que sentía.
- déjame ayudarte. - dijo, queriendo tomar una de las bolsas en las manos de Zee.
- no, yo puedo solo. - Zee negó con amabilidad. - gracias. - sonrió y continuó caminando.
- ¡Zee! - Bow habló, haciendo que el nombrado volteara a verla.
- tenía planeado hacerlo de otra manera, pero en realidad nunca tenemos ni un momento a solas y entiendo que esta será mi única oportunidad. - explicó con timidez, jugando con sus dedos y moviendo un pie. Bow tenía en claro que Zee no se apartaba de Saint por absolutamente nada y esa oportunidad había sido arreglada por Alin, Ohm y ella, por lo que no debía desperdiciarla.
- los chicos esperan por las bebidas. - habló Zee, queriendo evitar hablar a profundidad con la chica. Zee vio en Bow nerviosismo, ella aspiró hondo con la cabeza gacha, tomando valor.
- Zee, tú me... gustas, me gustas mucho. - habló haciendo contacto visual con Zee.
A Zee le sorprendió la actitud de Bow, mas no la confesión, Bow siempre demostraba tener un carácter fuerte, dominante y carismática, siempre con una sonrisa, pero en ese instante se veía tan vulnerable, el rubor se dejaba ver hasta en sus orejas.
- y quisiera invitarte a una cita... - continuó.
- lo siento, Bow. - dijo Zee sin dejar que Bow terminara de hablar, tal vez un poco grosero, pero no le importaba.
- lamento no poder corresponder a tus sentimientos, ya tengo a alguien a mi lado. - Zee habló teniendo la imagen de Saint en mente. - lo siento. - dijo antes de continuar caminando.
Bow estaba preparada para el rechazo de Zee, pero nunca pensó que fuese tan doloroso, aun peor, saber que ya una persona estaba con él, sintió su corazón escogerse en su pecho, un nudo doloroso en la garganta y como si fuese poco, sus lágrimas querían salir.
- no... no pasa na-nada. - intentó hablar sin titubear y aparentar que no estaba afectada.
- camina, los chicos nos esperan. - habló Zee, viendo como Bow se había congelado en aquel lugar. Bow esbozó la mejor sonrisa que pudo y corrió hasta alcanzar a Zee.
- Zee, ¿te puedo pedir un favor? - habló caminando al lado de Zee. Zee permaneció en silencio, por lo que Bow lo interpretó por un 'sí'.
- no dejes que este incidente afecte nuestra amistad. -
.
.
.
.
.
.
- y me dijo que, aunque haya reunido todo el valor para confesarse, no se arrepentía de nada si nuestra amistad seguía intacta, me pidió que esa situación no afectara nuestra amistad y actuáramos como si nada pasó... ella no me interesa por eso para mí no pasó nada y al parecer a ella también le da igual. -
Zee acaricia el cabello de Saint, quien está sentado sobre su regazo, abrazándolo con el rostro sobre su hombro.
Aparentemente, la situación con Bow preocupaba demasiado a Saint, por lo que al llegar a la escuela dejaron sus bolsos en el salón y Zee tomó a Saint de la mano y lo llevó al viejo salón del tercer piso y ahí se quedaron abrazados, recibiendo y dando caricias, ignorando el sonido del timbre para el cambio de curso. Afortunadamente, nadie solía concurrir a ese piso, ellos lo sabían bien, ya que no era la primera vez que iban.
- ¿hace cuanto paso eso y porque no me lo dijiste? - habló Saint al oído de Zee, haciendo que este sintiera un escalofrío recorrer su espina dorsal.
- no hace más de dos semanas y no te lo dije porque no quería que te preocuparas. - Zee ladeó su cabeza para poder rozar su mejilla contra la de Saint.
- eres un idiota. - dijo Saint mordisqueando el lóbulo de la oreja de Zee.
Saint besó la sien, el pómulo y la mejilla de Zee, con intención de llegar a sus labios, soltó un pequeño quejido cuando Zee lo apartó en el momento en que lo iba a besar. Zee soltó una risita burlona al escuchar el quejido de Saint que parecía más un gemido.
- pareces un cachorro. - dijo Zee al ver a Saint hacer un puchero. - solo... no muerdas. - Zee se acerca y toma los labios de Saint, humedeciéndolos con cada roce que hacía, dentro de las bocas se estaba dando una batalla entre las dos lenguas, una batalla para ver quien dominaba la situación.
Saint aprovechó estar a horcajadas sobre Zee, por lo que comenzó a moverse de adelante hacia atrás, haciendo que ambos miembros se rozaran con la ropa de por medio. Al sentir el roce, algo dentro de los pantalones se despertó.
Las manos, que en un principio estaban en el cuello de Saint bajaron a la espalda, dejando en su recorrido suaves caricias, bajó aún más, hasta llegar al hermoso trasero de Saint, acarició y apretó, haciendo que este gimiera.
Al apartarse del beso, Saint sacó cada botón de la camisa de Zee, miró admirado el pecho descubierto de Zee, como si fuese la primera vez, con sus manos acarició desde el abdomen hasta sus pezones, sonrió ya que al parecer Zee era sensible con los pezones. Besó las clavículas hasta bajar a su pecho, de paso, dejando pequeños chupetones.
Ese viejo salón se llenó de sonidos obscenos, de gimoteos y sonidos de besos, mientras dos cuerpos se deseaban a morir.
Zee, con manos temblorosas por la excitación, sacó un... dos... tres botones de la camisa de Saint, al llegar al cuarto botón, Zee se detuvo, sorprendido a Saint.
- debemos parar. - habló con la voz entrecortada, viendo el colorido rostro de Saint.
- Zee. - Saint susurró con deprimo. Zee lo miró con tristeza, pero ¿qué podía hacer cuando una voz dentro de él le gritaba 'para'?
- recuerda en donde estamos. - dijo, volviendo a colocar los botones en la camisa de Saint.
- ¿tu... no quieres? - habló Saint cabizbajo. - creo que soy el único. - dijo al no escuchar a Zee hablar.
- ¿de qué hablas? claro que quiero, por supuesto que lo hago, solo que... aquí no. - dijo levantando el rostro de Saitn, al verlo todo agitado y excitado, sonrió y dejó un pequeño beso sobre sus labios.
- claro que te deseo, ¿cómo no podría hacerlo? - abrazó con fuerza a Saint. - tengo miedo, tu eres mi santuario y no quisiera mancharlo ni arruinarlo, solo quiero cuidarte y no hacer nada indebido... solo quiero verte sonreír. - habló dejando besos sobre el cabello de Saint.
- no me sueltes. - dijo Saint al sentir a Zee dejar de abrazarlo. - necesito calmarme. - continuó y abrazó a Zee sin decir nada más.
- me sigue preocupando papá. - Saint habló después de un largo silencio, esta vez con su respiración tranquila.
- ya no pienses en ello, recuerda que tengo una novia. - sonrió.
¡¡¡gracias por leer!!!
ESTÁS LEYENDO
UNA MALDITA HISTORIA DE AMOR
أدب الهواة... escucha ... ... esto es una verdadera tragedia ... NOTA: 👀 ❇️ lee con responsabilidad. ❇️ capítulos cortos. ❇️ ¿actualización? no lo sé 🤷 ❇️ siéntete cómodo y disfruta.