CAPÍTULO .18.

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Había pasado días y días estresada pensando en su plan perfecto, la noche anterior había concluido con su plan y ahora se encontraba feliz tarareando una canción mientras cepillaba su cabello. Su rostro estaba iluminada con una sonrisa, una sonrisa especial que la hacía deslumbrar. Bajó corriendo y se despidió de su madre para irse, del mismo modo al auto en donde su padre esperaba por ella, con rumbo a la escuela.

- ¡daddy, estoy lista! - dijo Bow al entrar al auto, al abrocharse el cinturón de seguridad, su padre prendió marcha.

- este día estas radiante. - dijo su padre mientras conducía. Bow agradeció el cumplido, mientras se acomodaba el cuello y el corbatín.

En el recorrido de su casa a la escuela, Bow seguía tarareando la  misma canción que tarareaba desde que amaneció, claramente, su estado de ánimo estaba elevado. Al llegar a la escuela se bajó del auto, agitando la mano despidiéndose de su padre que se dirigía a estacionar el auto.

- ahora... a esperar. - dijo con un destello en sus ojos mientras se sentaba cerca del gran portón, en la entrada, esperando que llegara su presa. Estaba sentada y seguía tarareando felizmente con una sonrisa, pero su semblante decayó, arrugando la frente cuando vio a lo lejos al par de hermanos acercarse tomados de la mano.

"pronto no tendrás esa estúpida sonrisa" - pensó al ver a Saint sonreír. Al tenerlos cerca, esbozó su mejor sonrisa, no le costó trabajó, puesto que era común en ella, y con alegría hipócrita, brincó acercándose a ellos.

- ¡hola, chicos! - dijo sonriente. Saint respondió al saludo con la misma emoción, pero Zee lo hizo con seriedad, queriéndose marchar de inmediato, sin cruzar más palabras con Bow. 

- entrem... -

- ve tú, quiero hablar con Zee. - Bow interrumpió a Saint, mientras tomaba la mano de Zee, separándola de la de Saint.

- pero... -

- por ahora no te lo quitaré, solo quiero hablar con él. - volvió a interrumpir, guiñando un ojo.

- Saint, Christ está dentro y tiene un parcial, ve y ayúdala antes de que las clases empiecen. - dijo Zee con calma, Bow había estado en serenidad durante más de una semana y no se le hacía raro si ella quisiera hacer algo ahora, su tranquilidad era la que lo atormentaba. 

- dile que si no pasa la prueba me tendrá que pagar por las siguientes clases. - dijo con una sonrisa al ver la inquietud en Saint. 

A Saint le pareció extraño la actitud que ambos tomaron en ese instante, se llenó de curiosidad, pero no quiso indagar en ese momento, aunque la curiosidad mató al gato, Saint no temía morir. Saint se marchó en encuentro de Christ.

- Zee. - Bow llamó, pero Zee solo metió las manos al los bolsillos. 

- Zee. - volvió a llamar sin respuesta alguna. - ¡ZEE! - gritó enfurecida.

- ¿que quieres? - respondió con desgana, no esperaba nada bueno en Bow. 

- te di muchos días... ¿lo pensaste bien? ¿me elegirás a mi? - dijo con una sonrisa, meneando la mano de Zee, que todavía no soltaba. Zee sonrió pensando en cuan rápido puede cambiar una persona, unas para bien y otras, pues... en la caprichosa de Bow. 

- creo que el tiempo es suficiente para tomar una buena decisión. - continuó.

- deja de soñar. - Zee se suelta con frialdad del agarre de Bow. - pide algo que sea posible de hacer. -

- te quiero a ti. - dijo Bow decidida.

- eso es imposible, nunca te elegiría. - Zee también estaba decidido.

 - ¿esa es tu última palabra? - dijo con el ceño fruncido, viendo cómo Zee permanecía en silencio, al parecer, hermético en su respuesta. Zee, por una extraña razón, al escucharla sintió escalofríos.

- sabes quien le consiguió la plaza a tu padre ¿cierto? - dijo cruzando los brazos, el juego había empezado.

- sí, el director. - Zee estaba confundido, eso no tenía relación con lo que estaban hablando. - ¿y eso qué tiene qué ver? - preguntó y Bow sonrió.

- pues, fue mi daddy y con solo pedírselo, puede ser despedido y ustedes expulsados de la escuela, nadie querrá contratar a alguien que tiene a hijos aberrantes y nadie querrá monstros en su escuela... así que piensa muy bien lo que harás. - dice ladeando la cabeza, con una sensación de empoderamiento, sintiéndose la fiera más grande frente a su indefensa presa y efectivamente, Zee se quedó paralizado, sintiéndose el ratoncito pequeño frente al imponente león, sintiéndose tan inútil al no haber relacionado los apellidos antes. Si esto llegaba a ojos y oídos de su padre, sería una locura.

- amk... - Zee quedó mudo y eso satisfizo a Bow.

- además tengo el video. - susurra sonriendo con malicia.

- puedo colgar el video en las redes sociales para ver si a pesar de eso Saint sigue con su estúpida sonrisa, si no fuera por ti, ya lo hubiese hecho, mancharía tu imagen y no quiero tener un novio con la reputación por los suelos... borraré el video si me eliges a mí, pero si no, yo no pierdo nada con difundirlo. - Bow colocó con satisfacción la cereza al pastel.

- estoy dispuesto a jugar en tu juego, pero sin tonterías, nunca esperes amor de mí, que no llegaré a amarte, fingiré hacerlo, confórmate con eso. - Zee habló sudando frío, no quería hacerle daño a Saint, pero resultará matándolo si seguía evitando los caprichos de Bow.

- ¡genial! - Bow dio un brinco de alegría mientras aplaudía, por fin Zee sería suyo, el amor... con el tiempo nacería.

- no inteste nada contra Saint ni contra mi padre. - dijo Zee, sintiéndose derrotado.

- eso depende de ti, en como me trates. - Bow abrazó a Zee, aferrándose a él con intensidad.

- he cambiado de parecer... no quiero compartirte con Saint y con nadie, termina con él. - Bow impuso. - si lo quieres a salvo, mantente alejado de él. -  

- ¿algo más? - dijo Zee de forma sarcástica, pero la niña se lo tomó en serio.

- sí... tendrás que contestar a mis mensajes y llamadas, pasarás las tardes y fines de semana conmigo, me llenarás de detalles, serás cariñoso y me amaras. - dijo fantasiosa.

- de acuerdo. - Zee puso los ojos en blando, ya bastante enojado con los caprichos Bow. - entremos. - dijo Zee al escuchar el timbre sonar.

- Zee, toma mi mano y dame un beso. - pidió ruborizada.

- ¿es necesario? - Zee quiso negarse, Bow estaba cruzando los límites, pero los límites los ponía ella ahora.

- no dudaré en difundir el video. - dijo arqueando la comisura.

Zee tomó la mano de Bow y con titubeo se acercó a su rostro, no queriendo tocar sus labios, que se le hacia indignante hacerlo, se desvió hacia sus mejillas y besó, pero Bow con la mano que tenía libre, lo tomó de la cabeza y se acercó a sus labios, besó, moviendo sus labios con pasión, sintiendo el calor y aroma de Zee, se sintió completamente alegre, pero Zee correspondía con desdén. 

- nunca podrás darme lo que Saint me da. - dijo Zee al apartarse del beso, limpiándose los labios.

- lleva mi bolso. - dijo tirando con ira su bolso hacia Zee.

- empecemos con el juego mañana... hoy hablaré con Saint. - dijo devolviendo el bolso y sin más se dirigió a su salón de clases, dejando sin importar, a Bow parada en la entrada.



UNA MALDITA HISTORIA DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora