CAPÍTULO .12.

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Al apartarse de Christ, Zee caminó entre la multitud de estudiantes que salían de los salones, al llegar al suyo, lo encontró vacío o excepción de Saint. Saint estaba recostado a la pared con los brazos cruzados esperando por él, parecían preocupado, pero en realidad estaba enojado, ¿la razón? Zee se había saltado la clase sin avisarle.

- no pensaba llevarme tus cosas a casa. - habló molesto, aunque sí pensaba hacerlo.

- me voy. - se acercó a su lugar y tomó su bolsa para retirarse.

- ¿no preguntarás? - Zee corrió a ir a tomar su bolso e ir detrás de Saint.

- no. - si preguntaba o no, Zee se lo diría.

Zee se abalanzó sobre Saint para abrazarlo por la espalda y susurró: - sabes que te quiero ¿cierto? - besó el hombro de Saint.

- ¿todavía quieres ir por la hamburguesa? - Zee preguntó sin apartarse de Saint. Por supuesto que quería, pero permaneció callado. - yo pago, quiero que conozcas a Christ. - continuó.

- ¿quién es? - preguntó Saint, nunca había escuchado ese nombre.

- vamos, que nos está esperando. - Zee caminó abrazado a Saint, estaba feliz, por fin sus penas se habían ido.

- "¿Christ?... ¿quién será? esto no me gusta nada." - Saint caminaba pensativo, había olvidado por completo que Zee estaba en busca de su supuesta novia.

- ¿dónde estará? - se preguntó Zee al estar afuera y no ver a Christ por ningún lado.

- se habrá cansado de esperar y se fue... vamos a casa. - Saint solo quería ir a casa, no quería conocer a nadie, la sensación amarga en su interior no se lo permitía.

- ¡Zee! - la chica llamó desde el otro lado de la calle. - chicas, no vemos. - se despidió y en seguida corrió hasta en donde ellos estaban.

- ahí está. - dijo Zee e inmediatamente Saint fijó su mirada en Christ, viendo cómo esta se acercaba a ellos con una paleta en la mano.

- hola. – Christ saludó sonriente a Saint, pero Saint saludó tímidamente, manteniendo la guardia, permaneciendo detrás de Zee.

- ella es Christ. - Zee habló a Saint. - él es mi hermano, Saint. - habló a Christ.

- ¿quién es ella? - susurró al oído de Zee, viendo de reojo a la chica.

- ella es quien irá a conocer a papá. - habló Zee, dándole un poquitito de paz a Saint.

- soy su novia. - habló Christ, entrando en el papel de novia. - ¿nos vamos? - Christ tomó a Zee de la mano. Saint se apartó precipitadamente.

- Christ, solo frente a papá. - Zee habló apartando a Christ.

- ¿él... lo sabe? - preguntó viendo a Saint, este sonrió y asintió. - ja, ja, ja, me lo hubieras dicho... - con una risa fingida golpeó el hombro de Zee, llevando su mano a la parte trasera de su cuello, susurró: - que vergüenza. - sonrió.

Aquella reacción hizo sonreír a Saint, aunque tenía una sensación rara, la misma que tienen los niños al tener un juguete nuevo y desechan al juguete viejo, así se sentía Saint, el juguete viejo que pronto sería desechado. Saint bajó la mirada.

- vamos. - dijo Zee. Comenzaron a caminar y Christ comenzó a hablar sobre sus horribles calificaciones y agradeció por la ayuda que le brindaría Zee. Sin poder callar a Christ, llegaron a McDonald's.

- iré al baño. - Zee dejó su bolso sobre el asiento y se fue, dejando a Christ y a Saint solos. Al ver a Zee desaparecer, Christ fijó su mirada sobre Saint.

- ¿qué? - preguntó Saint tomando una papita.

- ¿conoces al novio de Zee? - preguntó sin más.

- ¿qué? ¿estas interesada en Zee? - Saint puso los codos sobre la mesa mirando a Christ.

Ella negó.

- me interesa su novio. - Christ sonrió al ver el semblante confundido de Saint.

- aquí no hay moscas, pero cierra la boca... no es lo que piensas, mira, te explico. - habló acomodándose.

- quizá suene raro, pero yo nunca he visto a una pareja gay y... pues, quiero conocer al novio de Zee. - Christ sonrió.

- deja de soñar, nunca lo conocerás. - esas palabras fueron como una patada para Christ, sin importar Saint siguió comiendo. La sensación que había tenido al ver a Christ momentos atrás, se había esfumado.

- no sé quién es peor, si tú o Zee. - Christ frunció el ceño.

......


Haberle avisado a papá por medio de un mensaje de WhatsApp, que Christ, la novia de Zee, iría el sábado por la noche a casa, a Saint le parecía mala idea, tomar un asunto serio como algo tan trivial, definitivamente preocupaba a Saint, lo vio de reojo y Zee parecía despreocupado. Engañar a papá, darle tutorías a Christ y las pruebas, volverían loco a Saint.

- ¿estás seguro que funcionará? - esa pregunta había estado rondando por la cabeza de Saint, no lo dejaba concentrarse.

- no te preocu... ah, ah, ah. - Zee estaba relajado, concentrado en el videojuego.

- ¿cómo es que le enseñarás? - Saint estaba realmente preocupado por la situación, pero al parecer, a su estúpido hermano le daba igual.

- ella vendrá a casaaa ah, ah... o iremos con ella a la bi-blio-te-caaaa. - Zee sí que estaba concentrado en la partida.

Saint perdió la poca paciencia que le quedaba, enojado, tumbó a Zee sobre la cama y lo montó.

- ¿por qué no estas preocupado en lo absoluto? - preguntó viendo con seriedad a Zee.

Zee sonrió y rodó sobre Saint, cambiando la posición, miró a sus ojos luminosos, acomodó su cabello y con una sonrisa, contempló su belleza.

- deja de mortificarte, que todo irá bien. - sin más, Zee se acercó para besarlo, un beso suave y delicado, despertando a las mariposas, sintiéndolas revolotear en su interior.

Saint rodeó el cuello de Zee con sus brazos, enredando una mano entre su cabello intensificó el beso, introduciendo su lengua en la cálida boca de Zee, encontrándose con la lengua ajena. Envolvió la cintura de Zee con sus piernas, aferrándose a él.

- mi partida. - Zee chilló apartándose de Saint de un brinco.

- Zee. - un susurro decepcionado se escuchó.

- je, je, ya había perdido. - Zee ignoró a Saint.

- Zee. - Saint insistió. - mírame. -

- yo... - Zee seguía evitando el contacto visual con Saint. - he escuchado que eso entre herma... -

- estoy cansado de escuchar a todo el mundo y hacer oídos sordos a mi propia voz, a la mierda con eso... yo sé que tienes miedo, por eso yo seré el de abajo, por favor solo ignora todo y mírame. - Saint tomó el rostro de Zee entre sus manos e hizo que lo mirara.

- "perdóname por enamorarme de ti". - no lo lamentaba, no se arrepentía, no lo hacía, incluso si volviera a nacer, definitivamente se volvería a enamorar de Saint.

- papá podrá escucharnos. - dijo, cambiando de tema y quiso apartarse de Saint.

- un beso más, uno más. - pidió Saint, impidiendo que Zee se alejara.

- bien, solo no muerdas, no quiero dormir con los labios hinchados y mantén tus manos tranquilas. -Zee se volvió a acercar a Saint.




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UNA MALDITA HISTORIA DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora