• CAPITULO 35•

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Keigo, Dabi y Kanae salieron del gran edificio del comedor junto a Eri y Aizawa, quienes debían irse pues el héroe tenía trabajo pendiente y no podía seguir posponiéndolo por más tiempo.

Eri quien se encontraba en los brazos del mayor le pidió acercarse más a la grisácea ya que era momento de despedirse.

—No podremos vernos por un tiempo, así que debes portarte bien, ¿Si, Eri? —Habló Kanae con su agradable y cálida voz.

—¡Si! Me portaré muy bien y la próxima vez podremos tomar el té juntas. —Respondió animada mostrando su adorable sonrisa.

—Claro, no puedo esperar por probar tu delicioso té otra vez. —Con suavidad picó la blanquecina mejilla de la menor sonriendo de igual manera.

La menor no pudo contener una carcajada demostrando la felicidad que aquello le provocó y sin delicadeza se lanzó sobre la grisácea abrazándola por el cuello sorprendiendo a Aizawa quien tuvo que acercarse de golpe para evitar que la pequeña se escapara de sus brazos y cayera.

—No lo olvides, Unnie. —Expresó animada antes de poner sus pequeñas manos en el rostro de Kanae y dejar un corto beso en su mejilla sorprendiendo a la cazadora.

—Eri-chan, ¿Quién te enseñó eso? —Cuestionó Aizawa con el amable tono que utilizaba con la menor.

—Ah, Mina dijo que uno besaba a la otra persona cuando esta te hacía sentir feliz. —Respondió Eri.

—¿Es así? ¿Y cuándo oíste eso, querida? —Preguntó Kanae.

—Cuando estábamos en los dormitorios para jugar.

—¿Estaban las demás chicas hablando con ella?

—Sí, pero cuando entré ellas dejaron de hablar de eso.

—Ah, ya veo... —Murmuró la grisácea observando al mayor quien negó suavemente dejando escapar un suspiro.

—Mina debe tener más cuidado con lo que dice. —Reprochó Aizawa— Eso es algo que los adultos pueden hacer, no es necesario que tú lo imites, Eri-chan. Es más educado sólo despedirse cómo Mirio te enseñó.

—¿Sólo los adultos? Ah...lo siento. —Murmuro algo avergonzada antes de volver a posar su vista en él— Entonces... ¿Unnie y Aizawa-sensei pueden hacerlo?

—Si. —Respondió Kanae de forma instantánea sonriendo divertida a la mirada en reproche que le fue dirigida.

—Hirano-san.

—Puedes darle una demostración, ¿No es así Eri-chan? —Cuestionó mirando a la menor— Puedes besarme porque estas feliz o hacerme feliz por besarme.

—Chica astuta. —Murmuró el mayor por lo bajo provocando una ligera risita en la cazadora.

—Vamos, Sensei. —Señaló su propia mejilla— Hazlo y así podrás ir a seguir con tu trabajo.

El héroe dejó escapar un largo suspiro de mala gana antes de acercarse y bajo los atentos ojos rojos de la menor entre sus brazos depositó un suave beso en la mejilla de la grisácea quien sonreía claramente complacida con el éxito de su treta.

—De acuerdo, ahora debemos irnos Eri-chan. —Indicó el mayor.

—¡Ah! ¿Ese es Mirio? —Cuestionó Kanae señalando hacia las espaldas del héroe.

La menor llevó sus ojos hacia la dirección señalada cayendo en la trampa de la cazadora, Kanae sujetó la tela que rodeaba el cuello del hombre de largos cabellos negros y jalándolo de un tirón lo acercó para estampar sus labios contra los de él teniendo que pararse en la punta de sus pies para alcanzar estos.

Cazadora • BNHA x OC•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora