•CAPITULO 21•

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—No quiero dejarte ir...

El susurro en su oído provocó un escalofrío a lo largo de toda su columna y sin remedio alguno una sonrisa se escapó de sus labios rosados al negar despacio, su cuerpo se sentía tan cálido al estar recargada sobre el torso del contrario mientras este la rodeaba por la cintura manteniéndola bien sujeta y cerca de él.

Kanae apreciaba la vista que entregaban los ventanales de la nocturna ciudad, bajó su mirada hacia las manos sobre su abdomen y repartió lentas caricias en estas sonriendo al girar uno de los anillos que el chico utilizaba, el único diferente.

Cada uno de sus dedos llevaba un anillo dorado algo grueso encargado de potenciar sus habilidades, excepto el dedo índice de su mano derecha.

Llevaba un anillo gris adornado en el centro por una franja de un brillante y llamativo color celeste el cual habían diseñado exclusivamente para él pues los detalles le hacían recordar a la mujer entre sus brazos.

La chica se mantuvo absorta unos minutos en el pequeño objeto hasta que el roce de la nariz contra su nuca la distrajo haciéndola separarse un poco para poder voltear lo suficiente y ver su rostro.

—¿Tanto te gusta? —Preguntó el chico sonriéndole con dulzura.

—Mm. —Asintió sonriendo antes de posar su cabeza en el hombro del contrario observando su rostro aún— me gusta mucho.

—¿Yo o mi nueva y bella adquisición? —Preguntó divertido acariciando la rosada mejilla de la chica con delicadeza.

Kanae cerró los ojos ante el tacto inclinándose inconscientemente hacia este mientras sus labios se curvaban en una sonrisa. No había nada que la reconfortara más que el calor de aquellas caricias que la hacían sentir completa e inmensamente feliz.

—El anillo me gusta. —Comentó en su suave tono algo divertida por la expresión del contrario.

—¿Y yo? —Acercando más a su rostro depositó un suave beso en la frente de la chica— ¿Te gusto? —besó la punta de su nariz— ¿Me quieres? —Sonriendo con diversión volvió a depositar un beso esta vez en su mejilla— ¿Me amas? —Susurro suave tras unos segundos de silencio juntando sus frentes.

—Siempre lo he hecho... —Afirmó en un tono algo avergonzado que no pudo ser escondido en su suave voz, había expresado su amor más de mil veces y aun así no lograba dejar de sentirse cohibida cuando los rojizos ojos la miraban con tal atención.

La sonrisa se formó en los labios del mayor al notar su timidez, escuchar esa respuesta en el melodioso tono de voz que la chica poseía siempre lo hacía sonreír encantado y la felicidad crecía en su interior a cada momento.

El chico acunó el rostro de la menor entre sus manos observando los celestes y brillantes ojos que atraparon por completo su corazón.

Cuando una cálida sonrisa adornó el rostro de la chica frente a él fue imposible no acortar la distancia en un suave beso deseoso por expresar el gran afecto que ambas almas compartían.

—Te amo...No importa qué, eres y serás lo más preciado que guardo en mi corazón, Luna mía.

Kanae sintió como su estómago revoloteaba por las palabras que tantos años había añorado escuchar, aún después de los meses la situación seguía pareciéndole un sueño, cada vez que las sinceras palabras cargadas de cariño llegaban a sus oídos sus ojos amenazaban con ceder sólo por la inmensa felicidad que su pecho no era capaz de soportar.

La sensación de las grandes manos rosando sus mejillas para limpiar sus lágrimas la hizo sonreír algo avergonzada, realmente no le gustaba llorar sin remedio, pero hacerlo por la felicidad que sentía podía ser la excepción.

Cazadora • BNHA x OC•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora