•CAPITULO 49•

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La obscuridad cubría los cielos nubosos mientras la lluvia caía sin piedad sobre los tejados y las amplias calles de la ciudad donde se deslizaba con prisa.

La madrugada se había hecho paso junto a la calma y silencio del descanso ajeno permitiendo que la paz reinara en aquella fría noche.

Una paz que no duró por mucho más tiempo.

El silencio tan tranquilo ayudó a que el ruido de la estruendosa explosión se expandiera haciendo eco en las calles de la ciudad despertando a cientos, alterando a muchos y poniendo en alerta a todos los héroes que lograron reaccionar al sonido quienes rápidamente se dirigieron al lugar cuando la policía informó la ubicación varios minutos más tarde.

Dabi, el cazador de negros cabellos desordenados despertó de golpe por el fuerte ruido y la vibración que sacudió al edificio obligándolo a rodar por la cama para cubrirse de los trozos de cristal que saltaron en diminutos tamaños hacia todos lados.

Una vez volvió a reaccionar por aquel sorpresivo ataque se levantó de golpe y abrió la puerta de su habitación frunciendo el ceño de inmediato por la imagen que lo hizo detenerse.

Todas las ventanas de su apartamento habían explotado y la pared encargada de dividir su hogar del apartamento de Kanae se encontraba notoriamente agrietado haciéndolo maldecir rápidamente pues los bellos de sus brazos se habían erizado cómo cuando el frío golpea tu piel en pleno invierno.

Sin embargo, por la habilidad que Dabi poseía no era algo común que este sintiera frío, aunque la lluvia continuaba cayendo y el viento soplaba, no era suficiente, el frío que el chico estaba sintiendo subir por su columna no venía de afuera, venía del apartamento de al lado.

Se acercó a su mesita de noche y abrió el cajón de golpe tomando rápidamente una pequeña caja negra realmente gruesa para así dirigirse a la salida mientras la abría.

Esta tenía dentro un arma similar a una pequeña pistola y tres objetos de forma cilíndrica, acomodando uno en el área del cargador se acercó a la puerta siguiente.

El chico solo debió empujar suavemente la puerta del apartamento de Kanae para que esta cayera de golpe hacia dentro haciéndolo apretar la mandíbula.

Con precaución entró al lugar y el claro y fuerte sonido chispeante le dio la bienvenida junto a la baja temperatura que la negra e imponente aura producía en todo el apartamento, el muro que separaba la habitación de la chica de la sala apenas se mantenía firme, pues había perdido varios trozos permitiéndole a los ojos azules observar a su compañera a través de esta.

Dabi cerró sus ojos con fuerza por unos segundos.

Sus manos reforzaron el agarre del arma inconscientemente mientras mordía su labio inferior amenazando con hacerlo sangrar en cualquier momento.

Y es que a pesar del fuerte sonido que producía el aura en el lugar el desgarrador llanto de Kanae era cada vez más notorio al acercarse haciendo que su estómago se apretara por las emociones que esto provocaba en él.

Agitó su cabeza con fuerza buscando concentrarse, pues él no era importante en ese momento.

A pesar de los cortes que estaba recibiendo en su cuerpo desde que ingresó al apartamento el chico ni siquiera reaccionaba, ignorándolo se acercó un poco más al muro hasta poder observar de mejor manera el cuerpo de su compañera a través de este y elevó sus brazos apuntando el arma hacia la grisácea.

—Por favor...te lo suplico.

Dabi dejó escapar un largo suspiro al maldecir notando cómo ésta abrazaba su propio cuerpo con fuerza y suplicaba en una voz tan temerosa que hacía a los azules ojos temblar ligeramente sin poder imaginar lo que estaba ocurriendo en su perturbada conciencia.

Cazadora • BNHA x OC•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora