Cazadora • BNHA x OC•

•CAPITULO 47•

—Aggh, esto es tan molesto.

Dabi ladeó ligeramente su rostro para observar de reojo a la responsable de aquellas palabras.

La grisácea quien sobaba lentamente su cuello por el dolor reposó su cabeza contra el hombro del chico a su lado, la calidez del cazador la atraía sin remedio cuando su cuerpo estaba así de agotado y es que luego de su hazaña contra la mazmorra su cuerpo estaba teniendo una difícil batalla para lograr recuperarse.

—Vuelve a recostarte entonces, debes descansar.

El índice del ojiazul se posó en la frente de la chica empujándola ligeramente para que esta volviese a posar su espalda en la cama.

—Mmmn! —Se quejó de mala gana resistiendo el movimiento al sujetarse del brazo ajeno.

—No luches, no hay razón para que no sigas durmiendo. —Soltó en un inexpresivo reclamo.

—La hay.

—¿Y eso es?

—Quiero pasar algo de tiempo con ustedes, por supuesto. —Sonrió con sinceridad a la incrédula mirada azul.

—Vaya cuento.

Kanae soltó una suave carcajada por las palabras de su malhumorado compañero, comprendía su preocupación por su estado el cual sin importar cuanto expresara que no era su culpa no funcionaría para hacerlo relajarse, pero no podía evitar causarle gracia aquel frío semblante cuando sus cálidos dedos aún estaban enlazados con los suyos repartiendo suaves caricias en el dorso de su mano.

Los celestes ojos se mantuvieron en la cabellera negra que cubría parte del rostro de Dabi impidiéndole mirar los orbes azules cuando este volvió su vista al frente para observar la ciudad a través de los ventanales.

No era difícil adivinar la clase de pensamientos que había en la mente de su sobreprotector compañero en esos momentos.

Pero no podía permitir que continuaran.

—Sólo no vuelvas a ponerte en peligro frente a mí, este cerebro no razona cuando se trata de protegerte. —Soltó la chica en su suave y amigable tono al señalar su propia cabeza dejando escapar una inocente sonrisa cuando le dieron una mala mirada.

—A este punto empiezo a creer que no razona, en general. —Murmuró negando despacio— No importa quién esté frente a ti.

—Wah...que duro eres.

—No lo repitas.

La chica frunció ligeramente sus labios hacia un lado antes de desviar su mirada pues no estaba dispuesta a obedecer aquello.

Dabi notando esto frunció el ceño de inmediato y llevó su mano libre al rostro ajeno obligándola a mirarlo nuevamente.

—Lo digo enserio, no te arriesgues de ese modo, ni por mí, ni por nadie.

—Es imposible. —Soltó sin dudas, pues no había forma de que se arrepintiese de lo ocurrido.

El cazador, frustrado, apretó la mandíbula al escucharla.

—Podrías haberte vuelto la cena de esas bestias, Kanae. —Respondió lentamente dejando que su tono de voz bajara a medida que su humor empeoraba.

—Lo seré si eso te mantiene a salvo. —Admitió sin vacilar.

—Basta. —Expresó cortante.

No podía seguir escuchando tal insólitas declaraciones.

La chica soltó un largo suspiro ante el pesado ambiente que su conversación estaba formando, negó despacio y volvió a posar su atención en la mirada azul a la vez que sus manos sujetaban el antebrazo del chico quien aún mantenía su rostro bajo su agarre.