Capitulo 16

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Dan POV

Mi cabeza da vueltas mientras intento asimilar donde estoy,  a oscuras, solo entra una débil luz de detrás de una cortina. Con la sien dolorida, intento incorporarme de la cama en la que me encuentro, no estoy en el infierno del edificio blanco, las camas eran muy rígidas. Por un momento de pánico pienso que estoy de nuevo en el orfanato, y el pánico invade mis venas, si estoy en el orfanato, eso significa que jamás volveré a ver a Ana. Me levanto de la cama, y al momento una potente luz se enciende cegándome. Unos tacones resuenan contra el suelo, y pongo una mano para intentar ver a la mujer que viene hacia mí. Es de edad media, pero atractiva, lleva una bata de hospital cubriendo el corto vestido que lleva, provocativa. No puedo parar de pensar en la pelirroja que no sale de mi cabeza, imaginarla con ese vestido seria un pecado.

-          Tu debes de ser Daniel ¿verdad? – de repente veo una mano extendida hacia mi con carisma, su rostro es amable, estrecho su mano extrañado, ¿Dónde estoy?

-          Si. – no soy capaz de articular otra palabra.

-          Bien, tienes que incorporarte rápido a tus clases, es una pena que en viaje de camino te desmayaras – su rostro amable de repente cambia y la veo en su verdadera forma, una vivora asesina – en este internado - ¿internado? – no permitimos ningún tipo de debilidad, ¿me entiendes? El director quiere que todos nuestros alumnos estén en gran forma física. Asi que la próxima vez evita desmayarte por unas simples curvas – la sonrisa vuelve a su rostro – espero que la próxima vez que te vea por enfermería sea porque te ha disparado un mafioso. – tira de mi mano, la cual todavía sostenía con fuerza, y me empuja con una patada hacia la puerta de la enfermería, escondida detrás de una cortina.

Cierra cuando salgo y yo me quedo aturdido, mirando a ambos lados de un pasillo por donde circulan miles de adolescentes vestidos en uniforme.

¿Internado? ¿Dónde narices me he metido?

 

Ana POV

Locos, están completamente locos, nos dijeron que la última etapa de nuestra formación como mutantes era saber convivir con otros humanos, y que por eso nos iban a enviar a una escuela.

Pero estoy en un maldito pasillo en un internado, esperando a que me den mi súper uniforme y me asignen un número de habitación, Hurra.

Juro que los matare.

Lo peor de todo es que no se donde esta Dan, mis otros compañeros están a mi lado, a excepción de Eva que esta en el edificio de los que van a primaria, me siento mal porque la hayan separado de nosotros.

Ed y Maya charlan animadamente, pero yo no paro de morderme las uñas y de recorrer el pasillo de arriba abajo esquivando a gente mientras me como el cerebro.

Lucas me sigue intentando entablar una conversación conmigo.

-          ¿Cuál es tu animal? – casi no le presto atención, pero logro responderle:

-          Tigre.

Sigo caminando y noto como recorre los mismos pasos que yo, ¿Dónde está Dan?

De repente Lucas me agarra de los hombros y hace que deje de caminar, sus ojos están preocupados.

-          Ana, Dan esta bien, ya viste que vino con nosotros en la furgoneta.

Si, claro que lo se, pero ahora se lo han llevado y vete tu a saber donde lo han metido.

Lucas  me sonríe intentando tranquilizarme y por un momento lo consigue.

-          Claro que estoy bien, pringado – la dulce voz de Dan se escucha por detrás de Lucas, y me desinflo como un globo al saber que está bien. Viene caminando con pasos furiosos hacia nosotros, con las manos en los bolsillos, las chicas con la falda del uniforme subida hasta la garganta se le quedan mirando con las bragas hasta los tobillos. Como para no, piensa mis subconsciente, está como un queso, y mas enfadado. – y ahora quita tus sucias zarpas de lo que es mío.

Mátalo, hazlo ya y te ahorraras muchos momentos de vergüenza, venga Ana.

Lucas quita sus manos de mis hombros y fulmino con la mirada a Dan, él viene hasta mi, y me abraza, depositando, al separarse de mí, un beso dulce en mis labios. Creo que voy a explotar.

Me agarra de la cintura y me pregunta.

-          ¿Por qué estamos aquí? – su voz es seca, pero me alegro de verle bien, sonrío.

Una puerta se abre abruptamente enfrente de nosotros, donde esta escrito: Director

-          Creo que la señorita Ana Dubois no es la indicada para decírselo, señor Brooks. – es un hombre joven, poco atractivo, por no decir que es más feo que un cerdo malformado, tal vez sea eso – Si os importa, me encantaría que entrarais todos en mi despacho. Solo tengo que entregaros las llaves de vuestras habitaciones, y los uniformes que debéis llevar.

Miro a Dan y a mis amigos, Maya asiente y todos entramos lentamente en el despacho, como una marcha fúnebre, esperando nuestra muerte. 

Because we canDonde viven las historias. Descúbrelo ahora