Because we can

Capitulo 9

Un suave balanceo me mece, noto que algo duro y caliente toca mi mejilla y cuando alargo la mano, debajo de mi palma noto el latido de un corazón, que bombea sangre casi con desesperación.

Mi cabeza palpita, un dolor fuerte se establece a medida que me despierto en mi sien izquierda.

Medio dormida me acurruco contra esa  cosa calentita e inspiro fuertemente con la nariz el olor que desprende, subiendo más arriba hasta rozar un cuello con la piel desnuda, me restriego contra ese pecho masculino como un gato en celo.

Benditos sueños.

El olor me es familiar, pino, y en cuanto sospecho de quien se trata abro los ojos con sorpresa.

Grito y le pego a Dan en la cara como puedo, y él me suelta por la sorpresa.

Mi culo golpea el suelo y hago una mueca de dolor, aunque no lo parezca partirse en culo duele

Estamos en un pasillo eterno.

-          ¿Pero se puede saber que haces, mujer? – dice mirándome desde arriba.

Me froto el pompis dolorida, con lágrimas en los ojos.

-          ¿Qué hacías tú? – le reprocho con el dedo.

Veo como se agacha hasta estar de cuclillas a mi lado, sus malditos ojos azules me miran recriminatoriamente.

-          ¿tú qué crees? – esta demasiado cerca

-          Que me llevabas a una habitación oscura para violarme – digo con un tono de seguridad total.

-          Claro… - dice mirándome como si fuera eso – era justo eso lo que hacía – de verdad que este tipo sabe usar demasiado bien el sarcasmo.

De repente todo el dolor que sentía se esfuma cuando veo a detrás de Dan aparecer a un tigre, me levanto gritada y empiezo a correr desesperada huyendo, pero cuando doy dos pasos, una mano me agarra de la capucha negra y me mantiene quieta.

Miro hacia atrás sonriendo y maldigo cuando veo a Dan serio.

-          ¿Enserio?

-          ¿Enserio qué? – pregunto sin dejar de mirar al tigre.

-          ¿Qué si de verdad pretendías huir de mi y de mi compinche de violaciones tan patéticamente?

-          ¿Tu compinche de violaciones? – digo con miedo, si Dan pretendía dejarme sin virginidad a lo mejor conseguía despistarlo con un acertijo en plan : oro parece plata no es, ¿adivina adivinanza? Pero si son dos me va a costar más.

Dan gruñe desesperado.

-          El tigre, Ana – esta empezando a cabrearse, se lo veo en la cara y no me gusta. – estaba hablando del tigre.

Me giro de nuevo hacia delante, intentando ignorar que Dan me tiene todavía cogida de la capucha.

Empiezo a desabrocharme la chaqueta bajando la cremallera silenciosamente, pero Dan lo nota y gruñendo de nuevo me echa sobre su hombro como a un saco de patatas.

Grito sorprendida y le pego en la espalda con los puños.

-          Suéltame orangután – digo desesperada.

-          Golpeándome con esos puños tan pequeños no vas a conseguir nada, enana – debajo mía, noto como vibra su cuerpo cuando ríe.

-           

Me sacudo intentando que me suelte, pero me agarra del trasero, manteniéndome quieta.

Dan empieza a caminar de nuevo, y el tigre nos sigue como un perrito fiel, mirando como mi cabeza cuelga con el pelo cayendo como una cascada en dirección al suelo.

Me rindo, este cavernícola no atiende a razones.

-Afronta tu destino pelirroja, esto tenía que Pasar algún día. – juro que lo asesinare despiadadamente – y no sabes cuánto lo deseo...

*** 

¿Les esta gustando la historiaa?? 

Espero que sii :3

Votad y comentad guaposos, pronto subire el siguiente. 

Cova-