Capitulo 28

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-          Ahora si que estoy completamente seguro de que quieren matarnos – dice Ed cuando llevamos tres horas caminando por el bosque.

-          ¿No lo pensabas antes? – pregunto irónica.

-          No es que no lo pensara… - está caminando por detrás mía, a la cabeza van Leo y Lea que se orientan mejor en este bosque.

-          Pero aun tenías esperanzas, ¿verdad? – acaba Lucas por él.

Lleva a caballito a Eva, que se ha dormido hace un rato.

-          Si – susurra el puma – de alguna manera pensaba, que si les demostramos que valemos para esto nos dejarían en paz… supongo que me equivocaba.

Me giro repentinamente y camino hacia atrás mientras le reprocho:

-          ¿Demostrar que valemos para que, Ed? – no lo entiendo – claro que no valemos para ser domesticados. Eso es lo que ellos quieren, que seamos un experimento sumiso y bueno, que acepta todos los tubos que le meten por la boca, y que no sufre dolor con sus juegos. Ja – me ponen enferma – nosotros no somos animales sumisos, primero de todo se les ha olvidado que somos humanos, y que los humanos no pueden ser esclavizados. Y segundo han trabajado con especies muy peligrosas.

-          Definitivamente han hecho una mala combinación.

Oigo a Dan al final de la fila, donde camina cabizbajo. Su torso todavía va desnudo, yo me he puesto la camisa de franela roja que me ha prestado Leo, él se ha quedado con una simple camiseta con las mangas cortadas.

-          Eso es – dice Lea – de alguna manera creo que es por nuestros animales.

-          Creo que jamás pensaron que podían llegar a ser verdaderamente parte de nosotros – Lucas se rasca la nuca con incomodidad.

Un silencio pesado se instala entre nosotros mientras las pisadas de todos parecen una.de alguna manera tiene razón, el animal en mi interior lo siento tan real como si fuera tan fácil sacarlo a la luz, que solo necesitara pestañear.

-          No podemos volver al internado – dice Lea – y unos científicos locos nos quieren matar. Creo que es la vida que todo adolescente quiere.

Eso nos saca una sonrisa, el aire se siente ya bastante pesado a causa de la humedad que dejo anoche la lluvia, como para que encima ellos nos quiten las risas.

Ya han hecho bastante con poner mi vida patas arriba como para arrancarme a mis amigos de cuajo. No entienden con quien se van a enfrentar ahora. No somos simples experimentos que han escapado, como ratas que se han ido a vivir a las cloacas.

No.

 Nosotros seremos la muerte que les atormentará para siempre.

Cuando las albas del día empiezan a desvanecerse, buscamos refugio.

El frio es tan alto a estas horas de la noche, que todos nos transformamos y nos acurrucamos en piña para darnos calor. El sueño no tarda en vencernos, y cuando despertamos por la mañana, seguimos en la misma posición: todos tragándonos la sucia melena de Leo.

Me estiro como un gato mientras el resto de la gente se despierta a mi alrededor, y me sobresalto cuando siento unos dientes mordiendo mi cola.

Es Dan, que se acerca lentamente hasta que se sienta a mi lado, frotando su suave pelaje contra mí.

Me transformo a humana y acaricio ese pelo negro que cubre todo su cuerpo, suave y duro. Sonrió al ver como el vuelve a su forma humana con lentitud, tomándose su tiempo, y sin sufrir casi convulsiones.

Because we canDonde viven las historias. Descúbrelo ahora