Es la primera vez desde que estoy aquí que me despierto sin dolor de cabeza. Hace diez minutos que me he despertado, me he dado otra ducha y me he cambiado de ropa.
Estoy pensando que podría hacer para pasar el rato y no se me ocurre nada aparte de leer el libro, pero no me apetece mucho.
Me paso otros diez minutos intentando que se me ocurra algo que hacer mientras practico mi deporte extremo:hacer la croqueta por la habitación, creo que se va a convertir en mi pasatiempo favorito para matar el rato, pero mientras ruedo sigue en mente el libro.
Decidida hago la croqueta hasta la estantería y ya volviendo a ser normal me levanto para coger el solitario y negro libro.
Me siento en mi cama y lo abro. Me vuelvo a leer las paginas que me dio tiempo a leer ayer en la habitación grande. Repaso los comportamientos de los tigres y vuelvo a mirar las fotos del principio, luego empiezo a leer la nueva parte y aprendo nuevas cosas como donde suelen asentarse y cuáles son sus presas favoritas.
Absorta en el libro, me sobresalto mucho al oír las puertas que se abren. El estruendo que produce hace que se me caiga el libro de las manos cayendo al colchon. Por ella entra un señor con una bandeja en la mano, supongo que será mi desayuno. El señor deja la bandeja en el suelo cerca de mí y se va por la puerta
- Oye tu – le llamo, pero su coronilla desaparece demasiado rápido cuando se cierran las puertas, dejando la pared impoluta.
El desayuno de la bandeja es un poco demasiado abundante, hay dos croissants un vaso de leche, bacón, queso y un huevo frito. Me pienso si comérmelo, a lo mejor me quieren vender a la industria alimentaria: ‘’Carne de adolescente, rica en hormonas’’
Dejo el queso y el huevo y acabo de leerme el libro pensando todavía en la historia de hansel y gretel.
Llevo ya media hora o más esperando a que se abran las puertas para poder salir de la habitación que parece más aburrida de lo habitual.
Espero y espero y el rato se me hace eterno.
Se abren las puertas de nuevo, forman un gran escándalo, como siempre. Me levanto y me calzo con unas zapatillas más cómodas de las que llevo y me pongo una chaqueta. Salgo de la habitación y giro la primera curva del pasillo, al final de este, veo ya la habitación grande y la puerta abierta de la habitación de Mario.
Ya están allí Dan y Ed, Mario aún no ha llegado. Parece que la mala atmosfera que se formo ayer en la sala antes de que llegara Mario aun es palpable entre los dos. Cada uno está sentado en su mesa, se están mirando desde la distancia, supongo que sin nada mejor que hacer.
El chico de pelo negro tiene el ceño fruncido, y de vez en cuando le saca los dientes a Ed, como un maldito perro amenazador.
Ed en cambio le saca la lengua burlonamente con una pizca de diversión en la cara, aunque estoy segura que si Dan pudiera le arrancaría la cabeza.
Estoy segura de que si paso por en medio un hilo que une sus miradas me decapitará.
Dan me oye llegar y aparta la mirada de Ed, que al mismo tiempo se levanta y viene hacia mí. Al igual que ayer, coge mi mano y la lleva a sus labios, esta vez Dan no llega y a Ed le da tiempo de darme un beso en la mano. Ed vuelve a alzar la cabeza y me mira con los ojos verdes tan penetrantes que tiene haciendo que unas mariposas revoloteen en mi garganta, no se si por ganas de vomitar o porque el chico es bastante sexy con esa mirada y esa sonrisa... por el rabillo del ojo el mujeriego mira a Dan. Sonríe, pero no dura mucho porque un puño se estrella en su mejilla derecha, haciendo que suelte mi mano y que caiga al suelo con un fuerte estrepito.
Dan me aparta cogiéndome de la cintura y se abalanza hacia Ed para pegarle de nuevo…
¿En qué clase de culebrón me he metido, Dios?
***
Bueno aqui tienen la tercera parte, espero que les este gustando esta historia tan extraña *-* si les ha parecido bien y quieren seguir sabiendo de Dan y Ed dejen un comentario y el voto ;)
Gracias por todoo, besos y a la proximaa
-Cova-
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Because we can
RomanceHicieron experimentos conmigo, me metieron dentro el ADN de un animal peligroso cuando era un bebe. He vivido toda mi vida con mis padres, en una casa normal, y esta mañana cuando despierto me encuentro en una habitación blanca, lejos de mi hogar si...